1.5.23

El Logos Vs Las Falacias Lógicas (Parte VII)

En esta serie, estoy repasando diferentes falacias lógicas, usando pasajes de la vida de Jesús para observar ejemplos de estos argumentos y cómo responder a ellos. Las demás partes están aquí: Parte 1Parte 2Parte 3Parte 4Parte 5, Parte 6.

19- Falso Consenso

La Falacia del Falso Consenso — también conocida como el efecto del falso consenso o el sesgo del consenso — ocurre cuando uno asume que sus opiniones, creencias o valores son compartidos por la mayoría o son típicos de los de los demás.

Por ejemplo: "Todo el mundo sabe que el café hace daño, así que no debes beberlo".

En este ejemplo, la persona asume que todos comparten su creencia de que el café es malo para la salud y la usa para respaldar su argumento de que no debe beberlo. Sin embargo, es posible que no todos estén de acuerdo con esta creencia y no necesariamente la hace cierta. Y aún en el caso de que otros estuvieran de acuerdo, se cometería otra falacia, la del Vagón de Cola (si desea, puede leer la explicación anterior sobre esta falacia).

La falacia del Falso Consenso ocurre cuando una persona sobreestima el grado en que los demás están de acuerdo con ella, lo que lleva a creer que su punto de vista es más común o representativo de lo que realmente es. Debido a que se basa en una percepción sesgada de la prevalencia de las propias creencias en lugar de un análisis objetivo o razonado, no es una forma válida de argumentación.

En Juan 7:40-52, los líderes religiosos argumentan en contra de que Jesús sea el Mesías porque creen que la mayoría de las personas, incluidos ellos mismos, tienen la misma opinión de que el Mesías debe venir de Belén.

Jesús no aborda directamente esta falacia, pero la narración misma la refuta al revelar que los líderes religiosos ignoran los verdaderos orígenes de Jesús: "Pero dijeron: '¿Ha de venir el Cristo de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y viene de Belén, la aldea donde estaba David?'" (Juan 7:41-42). Se demuestra que la suposición de los líderes religiosos de que la opinión de la mayoría se alinea con la suya es falsa, ya que Jesús de hecho nació en Belén, como fue profetizado.

Jesús demuestra que una manera de responder a la falacia del Falso Consenso es señalar que el hecho de que la mayoría de la gente crea algo no lo convierte en verdad. En este caso, las personas que argumentaban en contra de Jesús confiaban en su propio entendimiento limitado de las Escrituras y en su suposición de que todos los demás creían lo mismo.

Sin embargo, Jesús pudo señalar que las Escrituras en realidad no afirmaban que el Mesías tenía que venir de Belén, y que sus suposiciones los estaban llevando a una conclusión falsa. Es importante examinar la evidencia y los hechos, en lugar de confiar en suposiciones o en las opiniones de otros.

Una forma de responder a esta falacia pudiera ser: "Entiendo que puedes sentir que todos comparten tu opinión sobre este tema, pero es importante recordar que el hecho de que un grupo de personas esté de acuerdo en algo no significa necesariamente que sea cierto o correcto. Necesitamos considerar los hechos y la evidencia antes de tomar una decisión bien informada. Así que concentrémonos en recopilar información y discutir diferentes perspectivas para llegar a una conclusión basada en la razón, en lugar de la suposición de que muchos otros apoyan un punto".

20- Súplica Especial

La Falacia de Súplica Especial (en inglés, “Special Pleading Fallacy”) ocurre cuando uno aplica un estándar o regla a otros pero crea una excepción para uno mismo o para su grupo sin la justificación adecuada. Implica aplicar diferentes estándares, reglas o principios a situaciones o individuos similares sin proporcionar una razón válida para la discrepancia.

Por ejemplo:

A: "Nunca se debería comer pastel, ya que no es saludable".

B: "Pero tú comiste pastel en la fiesta de la semana pasada".

A: "Eso es diferente, porque yo estaba celebrando una ocasión especial".

Esta es una Falacia de Súplica Especial porque la persona A está creando una excepción para sí misma sin proporcionar una razón válida para la excepción.

En esencia, esta falacia ocurre cuando alguien intenta eximir a un caso o una persona en particular de los criterios que generalmente aplicarían, a menudo para defender una posición favorecida o para justificar un doble estándar. Obstaculiza el pensamiento crítico y el debate productivo, ya que promueve la aceptación acrítica de excepciones y dobles estándares sin considerar la evidencia real ni una justificación detrás de la diferenciación.

Un ejemplo de Jesús respondiendo a una falacia de Súplica Especial se puede encontrar en Mateo 23:23-24. En este pasaje, Jesús reprende a los fariseos por descuidar la justicia, la misericordia y la fidelidad mientras se enfocan en diezmar la menta, el eneldo y el comino.

Los fariseos eran culpables de súplicas especiales porque enfatizaban selectivamente ciertos aspectos de la ley mientras ignoraban otros que eran igualmente importantes. Estaban usando las reglas desarrolladas por ellos mismos para justificar sus acciones, descuidando los asuntos más importantes. De esta manera, pretendían imponer reglas sobre todos, pero se creaban excepciones particulares convenientes con respecto a las demandas más significativas de la ley.

Para responder a una falacia de Súplica Especial, se puede señalar la inconsistencia o el razonamiento selectivo del argumento. En este caso, Jesús destacó el descuido de los fariseos en cuanto a la justicia, la misericordia y la fidelidad como evidencia de su fracaso en cumplir con las normas de la ley de Dios, a pesar de su énfasis en el diezmo.

También se pueden pedir normas claras y consistentes que se apliquen por igual a todas las situaciones e individuos, en lugar de aplicar reglas selectivamente a ciertos grupos o situaciones. Al hacerlo, uno puede ayudar a garantizar que todos sean responsables de los mismos estándares y que nadie reciba un trato o privilegios especiales.

Basado en este ejemplo, uno podría responder diciendo algo como:

"Entiendo que tienes una conexión personal o interés en esta situación, pero eso no cambia los hechos ni la lógica en juego. No es justo hacer una excepción para tu caso sin justificación. Deberíamos aplicar los mismos estándares y reglas a todas las situaciones y personas, independientemente de los prejuicios o preferencias personales que pudieran existir."

21- Costo Irrecuperable

La falacia del Costo Irrecuperable ocurre cuando uno continúa un esfuerzo basado en la inversión pasada de recursos, como tiempo, dinero o esfuerzo, en lugar de evaluar la situación actual de manera objetiva. Ocurre cuando alguien continúa un curso de acción, proyecto o inversión debido a la cantidad que ya se ha invertido, incluso si la elección más adecuada sería descontinuar o cambiar el curso de acción en función de las circunstancias presentes y las perspectivas futuras.

Un ejemplo de esta falacia pudiera ser continuar invirtiendo dinero en una empresa comercial fallida solo porque ya se ha invertido mucho dinero en ella, a pesar de la evidencia de que es poco probable que tenga éxito. Otro ejemplo podría ser una persona que continua reparando un automóvil viejo que se descompone constantemente y gasta más dinero en él de lo que el auto vale, en lugar de aceptar la pérdida e invertir en otro automóvil nuevo y más confiable.

Para evitar esta falacia, es esencial reconocer que las inversiones pasadas son irreversibles y no deberían influir en las decisiones futuras, y evaluar las opciones en función de la calidad de la evidencia y la solidez del razonamiento, en lugar de un apego emocional e irracional a los costos irrecuperables.

Un ejemplo de Jesús respondiendo a la falacia del Costo Irrecuperable se puede ver en la historia del joven rico de Mateo 19:16-30. El joven rico le pregunta a Jesús qué debe hacer para heredar la vida eterna, y Jesús le dice que guarde los mandamientos. El joven responde que ha guardado todos los mandamientos, pero luego pregunta qué más debe hacer. Jesús le responde que debe vender todas sus posesiones, se las dé a los pobres y lo siga. El joven se va triste porque no estaba dispuesto a renunciar a sus posesiones.

Podemos suponer que el joven rico había invertido mucho tiempo y esfuerzo en adquirir sus riquezas, o que se esforzó guardando ciertas relaciones familiares o íntimas que le dieron acceso a esas riquezas. A pesar de que esos esfuerzos no lo habían acercado a su curiosidad de heredar la vida eterna, no podía concebir abandonar lo que ya se había invertido. Jesús enseñó que seguirlo a él como único medio para alcanzar la vida eterna era más valioso que cualquier posesión o éxito mundano, sin importar cuánto se haya invertido en ellas.

Cuando se tiene en frente una falacia de Costo Irrecuperable, es importante considerar el valor actual y futuro de una decisión, en lugar de centrarse únicamente en inversiones pasadas. Al sopesar los costos y beneficios de una decisión en el momento presente, uno puede evitar caer en la trampa de la falacia del costo irrecuperable y tomar una decisión más informada.

Una forma de responder a esta falacia pudiera ser: "Entiendo que has invertido mucho tiempo, esfuerzo y recursos en X, pero debemos basar nuestras decisiones en su valor actual y futuro, en lugar de lo que ya se ha gastado. Continuar con él solo porque hemos invertido tanto en él puede no ser el mejor curso de acción si ya no es viable ni rentable. Debemos evaluar sus posibles resultados y considerar opciones alternativas para aprovechar al máximo nuestros recursos."


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