8.8.07

"Tiempo y Eternidad", Indice y Reflexiones

A continuación, un índice de mi traducción de "Time and Eternity", por Gordon H. Clark.


Reflexiones:

Como decía en mi introducción, el tema del tiempo es para mí más que fascinante, a pesar de ser uno que muchos teólogos y filósofos aparentemente han evadido, ya sea por su complejidad o simplemente por sucumbir a las nociones que creían evidentes. El Dr. Clark en este ensayo no sólo asevera una postura (de hecho, es lo que menos hace), sino que analiza posturas históricas, mostrando sus errores por vía de extensión lógica.

No sólo es un tema de la filosofía y la teología, sino que también la ciencia de nuestros días está boquiabierta al considerar las implicaciones que van más allá de los asumidos empíricos tradicionales. Según este artículo, existe toda una comunidad de científicos que postula que el tiempo en realidad no existe. Aparte de lo que este postulado pueda implicar para el método de la ciencia desde el punto de vista epistemológico, me parece interesante que por lo menos consideren un plano donde no reina el tiempo como fundamento de la realidad que día a día percibimos.

Por medio de este ensayo recibo corrección de parte del Dr. Clark, ya que en un tiempo yo afirmaba que la vida después de esta probablemente era atemporal. Clark tiene razón en argumentar que un pensamiento después de otro (como por ejemplo, una pregunta y una respuesta en la mente) ya de por sí implica temporalidad. No obstante, aún me queda la pregunta: Si el tiempo en el plano material es una línea, en el plano immaterial, ¿pudiera ser un plano bi-dimensional? ¿Quizás un cubo? ¿Un hiper-cubo? Más de ahí nos haria dioses, pero menos de ahí, en mi estimación, no nos lleva a trascender de los límites de la materialidad.

Las teorías dimensionales ya han sugerido que los modelos temporales de dos dimensiones o más son una posibilidad, aunque todo esto aún queda en el plano de la conjetura. Lo que sí está clarísimo (para mí) es que todo el que crea en un Dios omnisciente (sabiendo todas las cosas) y omnipresente (habitando todos los espacios), si quiere ser consistente necesita entender a Dios como omnitemporal (habitando inmutablemente en todos los segmentos temporales). Cualquier idea menor a esta implica encerrar a Dios en la línea (o plano, o cubo, o hipercubo, etc.) temporal. Si se ha de conocer a un Dios sin límites, conozcámosle como omnitemporal.

Y sirva esto como prólogo del libro... Es broma :)

En reposo,

A&R

1 comment:

El Guchi said...

Habla con la Editorial. Diles que ahí esta el prólogo : )