30.7.07

El Tiempo para Agustín

Dado que todos aquí estamos interesados en la teología, y ya que el gran Agustín, arzobispo de Hippo, hace mucho tiempo intentó decir qué es el tiempo y cómo se relaciona a los problemas de la creación, nos volveremos a sus escritos con interés y anticipación. Algunos de las generaciones más jóvenes pudiesen desdeñar tan lejano regreso al pasado. Sin embargo, Agustín no es tan antiguo. El muy moderno Wittgenstein, en Los Libros Azules y Marrones, página 26, nos muestra lo mucho que Agustín le fue de influencia. De hecho, pudo haber sido esta influencia la que ayudara a Wittgenstein a repudiar el Positivismo Lógico de su anterior Tractatus a favor de su posterior Investigaciones Filosóficas. En cualquier medida, las visiones de Agustín necesitan ser consideradas.

En el libro XI de sus Confesiones, Agustín presenta el problema de la creación. La pregunta es, ¿Qué estaba haciendo Dios antes de que hiciera una sola cosa? O, ya que el Latín facio tiene dos traducciones, la pregunta pudiera ser, ¿qué hizo Dios antes de que hiciera algo? ¿Podía Dios haberse abstenido de tan gran obra como lo es la creación?

Agustín responde que la pregunta no está bien postulada. Dios es el creador de todos los tiempos. No podía haber un tiempo antes de que Dios creara el tiempo. Dios supera todo el tiempo por la sublimidad de una eternidad siempre-presente. Para decirlo más claramente, el tiempo no es una realidad independiente, sino una función de otra cosa. Para citar, "Si nada pasase, no podría haber tiempo pasado; si nada viniese a ser no habría tiempo futuro; y si nada fuese ahora, no habría tiempo presente." Lo que son esas cosas, cuyo venir a ser y pasar hace que el tiempo sea, aún necesita ser identificado.


(de "Time and Eternity", por Gordon Clark)


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