31.1.07

OK, OK . . . Mis cinco cosas . . .

Fausto me lanza un reto, verdaderamente difícil para mí (por el punto 1 abajo), pero acá lo hago para no quedarle mal . . .

Cinco cosas que pocos saben sobre mí...

1 - No me gusta llamar la atención. A pesar de que frecuentemente tengo visibilidad ante mucha gente (por ejemplo, predicando, tocando, o en otros asuntos) no me gusta llamar la atención a mí mismo. Tampoco me gusta que me elogien, me da mucha vergüenza.

2 - Soy adicto a sentirme extranjero, ya que en mi niñez me mudé de país constantemente, y a fin de cuentas terminé asumiendo que es parte de mi vida. Por eso cuando voy a Santo Domingo sólo suelo escuchar rock, y cuando vengo a Florida suelo escuchar música latina y tropical.

3 - Mi esposa y yo perdimos un bebé entre los dos que ahora crío . . . no mucho qué decir sobre esto, excepto que la soberanía de Dios se puede manifestar aún en casos como este.

4 - Mi carácter. Casi todo el mundo piensa que soy una persona muy tranquila y pacífica, pero muchas veces puedo ser explosivo y agresivo (no que esté orgulloso de eso). Trato de canalizar esa parte hacia la lucha apologética (¿alguna vez se han puesto a notar la cantidad de símbolos bélicos usados en las Escrituras?).

5 - Significado de mi nombre. Alexander viene del Griego, y significa "ayudante (aleks) del hombre (andros)". Para mí ha sido casi profético, ya que pienso que mi llamado principal es a servir a otros. Me enamoré tanto de la idea de los nombres "proféticos" que le puse a mis hijos Nathan Alexander (el primero en Hebreo, "regalo de Dios", el segundo en Griego "ayudante del hombre", como ya dije), y Seth Elí (Heb. "asignado de Dios").


OK, ahora les hago la mald . . . digo, les lanzo el reto a Carlosamurai, al Perro y a Caro.

En reposo,

A&R

29.1.07

VIDEO: Benny Metal

La verdad es que, como dicen en la cinematografía, las pistas de sonido pueden hacer toda la diferencia. El Reverendo Hinn usualmente tiene una música muy suave de fondo en sus campañas, pero . . . es que el metal le va tan bien. Debería considerar seriamente cambiar su estilo de música, en mi opinión es una excelente orquestación.

Aprécienlo ustedes mismos:



(Lo que dice el Reverendo al final de este video es "ojalá me dieran una metralleta del Espíritu Santo, y así te reventara la cabeza".



A&R

27.1.07

Nuevo Pacto: Indice y Conclusion

Terminando el tema del Nuevo Pacto, acá ofrezco un índice, y más abajo un breve comentario como conclusión:

Introducción
Dos Asuntos Introductorios Adicionales
Nuevo Pacto UNO: Ley en el Corazón
Nuevo Pacto DOS: Identidad
Nuevo Pacto TRES: Conocimiento
Nuevo Pacto CUATRO: Misericordia


Leyendo de nuevo las reflexiones, me siento muy satisfecho, y creo que logré el propósito original, que no era hacer un estudio extenso ni sumamente técnico, sino simplemente exteriorizar mis reflexiones sobre este tema que desde hace mucho tiempo han habitado secretamente en mi mente. También he querido defender la realidad de este pacto para este tiempo presente, y por tanto mi tono apologético es notable.

Luego de que terminara de escribir, me topé con la sección sobre este mismo tema en Wikipedia (enlace en inglés), el cual ofrece muchísima más información sobre el tema, además de otros asuntos de diferencia de opiniones, que pudiera proveer aún más material apologético . . . sin embargo, resisto la tentación de alargar más el tema. De todos modos, recomiendo que le den una mirada, ya que para mi propia sorpresa, muchos de los puntos que yo he mencionado en esta serie son expandidos - y hasta retados - allí.

Si algo he querido provocar en el lector, es el poder sacar este tema de la habitación oscura de los temas Cristianos, y poder demostrar su relevancia para nuestros tiempos, para nuestra devoción diaria, y para el impacto que pudiera tener sobre nuestra convivencia como Iglesia. Confío en el Espíritu de que tomará estas letras en vasos de barro y lo hará realidad en sus vidas.

Con gozo en Su reposo,

A&R

Actualización: Me acaban de llamar para predicar en mi congregación, ya que el pastor se enfermó. Al ser este el tema que he estado desarrollando, hablaré sobre esto. No pienso añadirle más material que el que está acá (de hecho, tendré que hacerlo más breve), pero desde que tenga el audio lo publicaré.

2da actualización: El audio de la prédica puede ser escuchado acá: CLIC

24.1.07

Nuevo Pacto CUATRO: Misericordia

"...pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado." (Jeremías 31:34)

Llegamos finalmente al último componente del Nuevo Pacto, y quizás el único que usualmente se reconoce cuando se habla de la salvación. Sin embargo, el hecho de que sea reconocido no significa que quede sin severas limitaciones. De hecho, el que se tome un sólo componente del Pacto, sin prestar atención a los demás, es un gravísimo error por dos razones principales:

Primero, se extirpa un texto (en este caso, una promesa) de su contexto, lo cual es siempre considerado un grave error hermenéutico.

Segundo, se clama los beneficios de una promesa sin considerar su fuente y punto de origen ni su destinatario primario.

Otro problema grave de pensar en la misericordia aparte del Nuevo Pacto es que - por si no se han dado cuenta - existe una interdependencia entre los cuatro componentes. En el caso de este cuarto, vemos que está íntimamente ligado al anterior, cuando dice:

"No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: 'Conoce al SEÑOR,' porque todos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande," declara el SEÑOR, "pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado." (Jer 31:34)

La palabra "pues" (Heb. kiy, conlleva un consecuente) es clave. El conocimiento (el 3er componente - por favor lea el post anterior) es asegurado pues Dios tiene misericordia. La misericordia, a su vez, es fruto del conocimiento. Los dos están entrelazados inseparablemente. Así también sucede con los demás... aunque en este escrito no voy a adentrarme a exponer más sobre esto.

Con tantos desligamientos, inconsistencias, y extirpaciones, ¡no debería sorprendernos que el Cristiano común carezca de una comprensión pragmática de la misericordia de Dios!

Una pregunta, ¿a cuántos Cristianos confesos conoce, quienes viven apuntándose a sí mismos por errores cometidos en el pasado? ¿Quizás usted mismo se mantiene una lista de "pecados", los cuales aprovecha para sacar cada vez que da un testimonio? ¿Quizás esa lista de "pecados" le quita el sueño durante la noche?

Si usted está en el Nuevo Pacto, tome hoy mismo esa lista. No la queme, porque el olor a humo le impactará. No se la regale a otros, pues podrían ellos ser los acusadores mañana. Simplemente tome su lista y póngala encima de su auto, y luego salga y dé una vuelta. Si no tiene auto, salga a caminar, y deje que se le "caiga" dentro de algún basurero. Otra idea sería que vaya a pescar, y ponga su lista en el anzuelo (Miq 7:19). De repente, como quien no quiere la cosa, sorpréndase al darse cuenta de que su lista ya no está.

Obviamente, siendo que Dios es Omnisciente, no hay forma de que olvide una información. El sentido de que Dios "no recuerde" nuestros pecados no tiene tanto que ver con la información en su mente, sino con Su propia voluntad para no sacar la lista de asuntos en nuestra contra. Si el Juez Eterno decide no sacar esa lista cuando nos mira, ¿por qué es que sentimos que el pecado - nuestro pecado - tiene que mantener un lugar protagónico en nuestra devoción?

Sólo sabiendo esto es que Pablo pudo decir:

Col 1:28 A El nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.

Fíjense en lo que decía antes, como el conocimiento ("enseñando a todos los hombres con toda sabiduría") da como resultado la misericordia ("todo hombre perfecto en Cristo"). Y es que cuando entendemos cómo se entrelazan los componentes del Nuevo Pacto, empezamos a verlo como patrón de muchas más Escrituras, como por ejemplo:

2Ti 3:14 Tú, sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes las has aprendido (componente UNO: Ley en el corazón).

2Ti 3:15 Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús (componente DOS: Identidad).

2Ti 3:16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia (componente TRES: Conocimiento),

2Ti 3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (apto), equipado para toda buena obra (componente CUATRO: Misericordia).

Este hermoso patrón es el esquema mismo del mensaje divino para los que están bajo Cristo. Como un cuadrado con sus cuatro ángulos, habitamos y pensamos dentro de ese marco - ese cajón, si se quiere.

En el Nuevo Pacto he sido presentado "perfecto en Cristo" delante del Padre, y no según mis múltiples fallas. En el Nuevo Pacto he sido perfectamente equipado para toda buena obra, y no con mis enfermedades, debilidades, y obstáculos. No tengo que torturarme ni recordar constantemente la depravación que Dios mismo decidió no recordar (Heb 10). De hecho, mientras esté recubierto de Cristo, imitaré el ejemplo de mi Padre Celestial, y optaré por no recordarlo más, por la eternidad de las eternidades.



Y eso me da reposo eterno.


A&R

17.1.07

Nuevo Pacto TRES: Conocimiento

"No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: 'Conoce al SEÑOR,' porque todos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande,"
(Jeremías 31:34a)

Con este, llegamos al más largo componente del Nuevo Pacto, y también el más controversial. Mucha de la controversia en innecesaria pues yace en los asumidos del lector, que a su vez influyen en cómo entendemos los términos usados. En este escrito, mi meta es examinar esos asumidos y tratar de ofrecer un poco de claridad en referencia a las palabras usadas.

En la Iglesia actual, un asumido común es que en un día futuro, Dios nos concederá conocimiento de todas las cosas. El problema está en cómo entendemos la palabra "todas", es decir, ¿hasta qué punto nos concederá Dios el conocimiento? Algunos creyentes tienen una expectativa a un punto tan alto, que parecería que esperan ser omniscientes, una expectativa infundada por las Escrituras, y si somos estrictamente formales, puede llegar a ser comparada con el satánico deseo de "ser iguales a Dios". Aún así, parecería que no se conformarían con menos. Dicen que hasta que no sepamos todas las cosas (o sea, hasta que no seamos omniscientes), no hemos alcanzado aún lo que Dios tiene para nosotros.

Al leer el texto delante nuestro con este asumido en mente, se terminará negando la realidad del Nuevo Pacto para hoy día, haciendo una observación de que aún no sabemos todas las cosas, y por tanto no se ha cumplido. La pregunta realmente debe ser, ¿promete el Nuevo Pacto un conocimiento absoluto y universal de todas las cosas? Más adelante responderé a esta pregunta.

Otro asumido común es que en un tiempo futuro, todos los hombres, sin importar su condición salvífica, tendrán un conocimiento pleno de Dios. De nuevo, ¿promete el Nuevo Pacto tal cosa?

Uno de los errores hermenéuticos más fatales es el de universalizar algún texto sin que él mismo lo amerite. Si el texto dice "todos me conocerán", la mente carnal lee "todos los seres humanos del planeta tendrán omnisciencia", llevando el significado mucho más allá de lo que el texto mismo expresa.

Primeramente, la palabra "todos" en este contexto, ¿acaso significa "todos los seres humanos del planeta"? Absolutamente no. Noten, el Nuevo Pacto tiene un claro destinatario; es decir, el pacto se hace con un pueblo, y solamente con un pueblo. Hay quienes están dentro del pacto, y hay quienes están fuera. El significado formal de "pacto" requiere una delimitación; si fuese una promesa para todos los seres humanos universalmente, no se llamaría "pacto", sino una condición natural. De esta forma entendemos que este conocimiento es asegurado únicamente a los que están dentro del pacto.

Segundo, entendiendo que los recipientes de la promesa están delimitados, la frase "todos me conocerán" cobra un sentido mucho más comprensible... pero vayamos más lejos. ¿Acaso se promete un conocimiento pleno, absoluto, exhaustivo de la persona de Dios? Irónicamente, el Cristiano común afirma sin denuedo que tiene un "conocimiento personal de Cristo como su Señor", ¡pero a la vez niega que este conocimiento sea precisamente lo contemplado! Como reza un dicho, no pueden ver el bosque porque hay demasiados árboles frente a sus ojos.

El Nuevo Pacto jamás promete un conocimiento exhaustivo de Dios, sino que contempla precisamente el conocimiento que todo Cristiano común afirma tener: conocimiento salvífico a través del reconocimiento del Mesías. Todos dentro del Nuevo Pacto conocen al Señor, ya que el conocimiento salvífico es requisito para pertenecer al pueblo del pacto.

Esta comprensión a su vez se puede contrastar con el Antiguo Pacto, en el que se podía participar de sus beneficios aún sin un conocimiento de Dios, sino sólo por genealogías y cumplimiento de las ceremonias levíticas. Ojo: no estoy diciendo que el Antiguo Pacto resultaba en salvación (Heb 10:4), ya que la salvación no estaba contemplada en aquel pacto. El conocimiento de Dios podía venir luego de la participación en el pacto. En el Nuevo Pacto, el conocimiento salvífica llega antes de entrar en el pacto.

¿Será, entonces, que este componente no es en realidad una promesa? En la superficie, parecería de esta manera. Sin embargo, vemos que el conocimiento está incluído dentro de la promesa misma del pacto. Es decir, lo único prometido es el pacto. Es completamente aceptable que dentro del pacto hayan tanto promesas como asumidos.

Desde el punto de vista práctico, este conocimiento deberá reconfortar a todo aquel quien participa del pacto, ya que nos manifiesta que nuestra plena certeza de fe (Heb 10:22), la cual nos permite acercarnos a Su persona, no está fundada sobre conjeturas ni deseos al vacío, sino sobre una información certera de que somos suyos (lo que hablaba en el post anterior) y de que El nos ha perdonado (lo que hablaré en el siguiente).


Gozo en Su reposo,

A&R

16.1.07

Nuevo Pacto DOS: Identidad

"Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo."
(Jeremías 31:33 b)

El segundo componente del Nuevo Pacto es fascinante por varias razones. Una de ellas - y trataré de no ser demasiado filosófico - es porque nuestra realidad completa como seres humanos gira en torno a la identidad. Incluso me atrevería a extenderme afirmando que la identidad es un reflejo del aliento de Dios en nosotros.

Digo esto porque a fin de cuentas, la identidad trata sobre asuntos del ser: quien soy, quien seré, etc.. Si entendemos a Dios como el Ser, o sea, aquel de Quien partimos todos los demás seres, es fácil ver cómo no hay otra manera de cobrar identidad que no sea que el Ser mismo lo otorgue.

Si el Ser es quien otorga la habilidad de ser, ¡imagínense el impacto de escuchar a ese mismo Ser diciendo que somos suyos, y El nuestro! El mero hecho de que El nos haya llamado suyos debe confortar nuestras almas sobremanera. Sé quien soy, y me conozco como soy conocido: soy suyo.

De nuevo traigo algo que toqué en la introducción (en una de ellas). He observado que Dios utiliza un lenguaje marital con referencia a sus pactos. Dios dice que fue como un esposo para el pueblo bajo el Antiguo Pacto (Jer 31:32). Incluso Dios utiliza el lenguaje de divorcio con referencia a la desobedencia de Su pueblo del pacto (ej.: Jer 3:8).

Si vemos este segundo componente bajo esta lupa, también pudiéramos verlo como una promesa marital. "Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" es completamente paralelo al "Sí, acepto" del esposo en una boda. En el Nuevo Pacto, Dios ofrece justamente este nivel de intimidad y compromiso con Su gente.

Otra razón por la que me fascina esta porción es que El se llama Dios nuestro. ¿Pero acaso no era también el Dios del pueblo bajo el Antiguo Pacto? Claro, ese es precisamente el punto. Al romper dicho pacto, aunque Dios seguía siendo Dios, dejó de ser su Dios. De hecho, al romper el pacto, el pueblo en verdad estaba diciendo "tendré otros dioses delante de ti". La decisión consciente de romper el pacto fue igualmente un rechazo a Dios, y por tanto, perdieron el derecho de llamarle "Dios nuestro".

No quisiera olvidar comentar sobre el hecho de que Dios habla en el pacto en lenguaje plural. Esto es especialmente relevante a la luz del lenguaje Cristiano contemporáneo, que usualmente es individualista. Suelen decir, "Dios me ama tanto" y "tiene un plan hermoso para mi vida" y "tengo una relación personal con El".

Estas cosas bien pudieran ser ciertas en alguna medida, pero es más importante poner atención en que en las expresiones más completas del Pacto, Dios enfoca las cosas claramente desde una perspectiva comunitaria, y me luce que nosotros también debemos aprender a verlo así primordialmente. No es que Dios tiene un plan para mi vida, es que tiene un plan para Su pueblo, del cual por su gracia El me ha hecho parte.



En el siguiente post, continuaremos con el tema, comentando acerca del tercer y más largo componente del Nuevo Pacto.


Gozo en Su reposo,

A&R

15.1.07

Nuevo Pacto UNO: Ley en el Corazón

"Porque éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días," declara el SEÑOR. "Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré..." (Jeremías 31:33a)

En el primer componente del Nuevo Pacto citado por el profeta, vemos una realidad que aún hoy día nos es difícil de entender, o incluso aceptar. Dios expresa claramente que su propósito es colocar la ley directamente en el corazón de su pueblo.

Empecemos observando la dimensión "no como aquel pacto" de esta porción. Todos sabemos dónde estaban escritas las leyes en el antiguo pacto, el pacto entregado a Moisés al salir del desierto: estaban escritas en tablas de piedra. Observen la dicotomía:

Escrito en piedra -- Escrito en el corazón

Esta dicotomía la podemos observar en las palabras del apóstol Pablo, cuando dice:

"Ustedes son nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres, siendo manifiesto que son carta de Cristo redactada por nosotros, no escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de corazones humanos." (2 Cor 3:2-3)

Si seguimos leyendo el capítulo 3 de 2da Corintios, vemos cómo Pablo desarrolla esta dicotomía aún más lejos (sólo coloco acá mis recolecciones . . . al lector: puede leer ese capítulo usted mismo, y observar a qué me refiero):

Escrito en piedra -- Escrito en el corazón

Tinta -- Espíritu

Apariencia de suficiencia humana -- Suficiencia en Dios

Ministerio de muerte -- Ministerio de vida

Gloria pasajera -- Gloria mayor y permanente

Conocimiento velado -- Conocimiento revelado

Y en otros escritos, podemos ver las siguientes frases también contrastadas:

Vejez de letra -- Novedad de Espíritu

Circuncisión carnal -- Curcuncisión del corazón


Observando estas comparaciones, podemos comprender con más claridad cómo el Nuevo Pacto es en verdad diferente del Antiguo, un punto que enfatizaré un poco más adelante.

Por ahora fijémosnos en un aspecto notorio al comparar estas dos columnas, el aspecto empírico. El Antiguo Pacto era totalmente visible, mientras que el Nuevo es Espiritual (y por tanto, invisible). La trampa del Antiguo sistema era precisamente esta; al yacer ambos los requisitos como su desempeño en el plano visible, era fácil caer en la costumbre de pasar la lista de leyes, y de juzgarse a sí mismo y a otros basado en ese desempeño manifestado visiblemente.

El Nuevo Pacto, en cambio, transforma tanto la interacción con los demás, como también la introspección y devoción del creyente. Ya no tengo que hacer una inspección basado en una lista de mandamientos para conocer mi estado delante de Dios. Mi consciencia (es decir, la ley de Dios escrita en mi corazón) es suficiente para dirigirme. A esto mismo se refiere el apóstol cuando dice:

"Porque cuando los Gentiles, que no tienen la Ley, cumplen por instinto (hacen por naturaleza) los dictados de la Ley, ellos, no teniendo la Ley, son una ley para sí mismos. Porque muestran la obra de la Ley escrita en sus corazones, su conciencia dando testimonio, y sus pensamientos acusándolos unas veces y otras defendiéndolos..." (Romanos 2:14-15)

/>Una torcida comprensión de esta realidad llevaría a pensar que no hay ley (antinomía) o que cada quien es el que define su propia ley (autonomía). Sin embargo, la frase dicha por Dios "Pondré mi ley en ellos" tajantemente nos impide caer en estos errores, porque 1) sí hay ley, porque Dios dice que coloca una ley, y 2) Dios coloca una ley sobre una multiplicidad de personas, los que conforman Su pueblo del pacto, y 3) es Dios quien la coloca, y no es el hombre quien la define (2 Cor 3:5).

Una escuela de pensamiento dice que el contenido de la ley es totalmente igual a la ley Mosaica (Torah), sólo que como estará escrita en el corazón de los hombres, los hombres no tendrán otra opción que obedecer la Torah instintivamente. Por tanto, afirman estos, que como vemos (y verán por qué enfatizo la palabra "vemos") que los hombres aún no cumplen la Torah a la perfección, el Nuevo Pacto aún no ha llegado.

Fíjense como este razonamiento una vez más cae bajo el sistema empiricista del Antiguo Pacto. El error es continuar juzgando el desempeño de la Torah basado en lo visible. En efecto, los que razonan de esta manera están juzgando un sistema Nuevo y eterno bajo los mecanismos de otro diferente, temporal y perecedero.

Si la meta final de Dios era que continuáramos observando la Torah al pie de la letra, y que continuáramos discutiendo sobre quién la cumple y quién no, ¿para qué se molestaría en escribir leyes en corazones, donde nadie puede verlas, después de todo? Si la meta de Dios era extender el análisis empírico hacia lo nuevo, ¿por qué lo expresado nos habla en términos espirituales, y por tanto invisibles?

Creo que esto es más que evidencia suficiente de que mientras este pacto motiva a la introspección, nos aleja totalmente de la tendencia a medir y analizar pajas en ojos ajenos. No podemos juzgar si el Nuevo Pacto está aquí o no basado en el desempeño de los hombres.



En el siguiente post, pasaré a comentar sobre el siguiente componente, "Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo".


Gozo en Su reposo,

A&R

12.1.07

Nuevo Pacto - Dos Asuntos Introductorios Adicionales

Antes de entrar a comentar sobre las cuatro patas que componen la "mesa" del Nuevo Pacto, me doy cuenta de que hay dos asuntos de los que olvidé hablar en la introducción. Tomen esto como una extensión de la introducción en el post anterior.

"no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos," declara el SEÑOR." (Jeremías 31:32)

Primeramente, Dios se esfuerza en aclarar la distinción de este Nuevo Pacto. Este Pacto no es aquel pacto. Tampoco es como aquel pacto. Dios vio necesario enfatizar ese hecho precisamente antes de presentar el Nuevo Pacto.

A través de estas reflexiones, pienso tomar esto como clave y estructura para analizar los cuatro componentes, y en alguna manera todo lo escrito terminará respondiendo a la pregunta "¿por qué este Pacto no es como aquel otro?" . . . por lo menos, esa será mi meta.

Segundo, hay tres asuntos que vale la pena resaltar de la frase "Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos".

a) Dios está haciendo referencia a un pacto que fue roto, quebrado, frustrado, violado.

b) Dios hace claro que ese pacto fue roto, no por El mismo, sino por la otra parte, el pueblo con quien el pacto fue hecho. Con esto pone de manifiesto que Dios permaneció fiel a Su parte del pacto, punto que Pablo luego recalca, por ejemplo en Romanos 9-11.

c) Dios se compara a Sí mismo, y basado en el punto anterior, Su fidelidad, con la de un esposo. El pacto anterior fue de orden marital, y podemos observar este lenguaje a través del mensaje profético. Incluso, las imágenes maritales del Nuevo Pacto (novia, esposa, boda) tienen total correspondencia con esta dimensión.

Todavía hoy día, hay muchos hermanos (ej.: los Dispensacionalistas) quienes creen que aún existe un pueblo o raza que goza de "una relación especial" con Dios, aunque estén apartados de Cristo; en otras palabras, que existe un pueblo o raza que aún conserva aquel privilegio marital. Extrañamente, esas mismas personas también sostendrían que Cristo (Dios Hijo) es ó será el Esposo de la Iglesia. Sin darse cuenta, lo que terminan haciendo es atribuír a Dios con polígamía. La única forma de escapar de este craso error es comprender la ruptura de aquel pacto marital, y entender que el Nuevo Pacto "no es como aquel", es algo diferente, bajo diferentes preceptos y condiciones.

En efecto, esas "bodas del Cordero" terminan significando que Dios se está "casando" de nuevo, con una nueva esposa. El Nuevo Pacto es el "nuevo matrimonio" de Dios con Su pueblo.

El Mesianismo, por otra parte, postula que el Nuevo Pacto es realmente un "Pacto Renovado". Es decir, admiten que aquel pacto fue roto, pero afirman que este pacto es una renovación de aquel. No hace falta un doctorado en hermenéutica para notar la directa contradicción de este enunciado contra lo Escrito. El Nuevo Pacto no puede ser una renovación de aquel, porque ni siquiera es como aquel; lo único que conserva en común es la Persona Quien hace el pacto. Aparte de esto, la audiencia (en su revelación final), motivación, medio, condiciones, beneficios, ontología, preceptos, estilo, y apariencia en general son totalmente distintos. Si fuera simplemente una renovación, el punto completo de "no como aquel" estaría totalmente de más.


Ahora sí, el tema quedó introducido . . . en la siguiente entrega, empiezo reflexionando sobre el primer componente del Nuevo Pacto: "Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré."


Gozo en Su reposo,

A&R


P.D.: Me doy cuenta de que este post apareció publicado por lo menos 5 veces de seguido. Fue un error del Performancing, el editor que ahora estoy usando. Mis disculpas.

11.1.07

Reflexiones sobre el Nuevo Pacto - Introducción

Ya he mencionado, y ahora repito, que una de las cosas más extrañas de nuestro quehacer como Iglesia es lo mucho que se habla sobre nuestra salvación, y a la vez la completa desatención al tema del Nuevo Pacto. Es como si estas dos fueran cosas totalmente diferentes y distinguibles . . . y de hecho, como mostraré más adelante, según algunos sistemas teológicos, en realidad son totalmente diferentes.

Para el Cristiano común, la salvación es algo que recibo a cambio de mi confesión de fe, me otorga la bendición de no tener que arder en el fuego del infierno, y fue efectuado porque Cristo murió en la cruz por mí, porque me ama y tiene un plan hermoso para mi vida. Sin embargo, esta noción hiper-simplista no puede responder a un sinnúmero de preguntas importantes, como por ejemplo: ¿Qué identidad tienen los que reciben salvación? ¿Qué reciben? (Contrario al enfoque popular, que sería "¿qué no reciben?") ¿Por qué Cristo tuvo que ser Judío? ¿Por qué se presentó el Cristo salvador precisamente durante esa época? ¿Fue la salvación un invento repentino de Dios? ¿Como sé que soy salvo? ¿En realidad soy salvo ahora, o tengo que esperar a morirme?

Todas estas preguntas son contestadas a través del estudio profundo del Nuevo Pacto (aclaración: no estoy diciendo con esto que yo ofreceré un estudio profundo acá, y por tanto no estoy prometiendo responder a todas estas preguntas en esta serie). Si la salvación fuera una persona, el Nuevo Pacto sería su cerebro y su columna vertebral. Es decir, un entendimiento del Nuevo Pacto es necesario para comprender e internalizar la salvación de una forma racional, objetiva y fundada.

Cuando hablamos del Nuevo Pacto, ¿a qué nos estamos refiriendo? Básicamente nos referimos a la promesa de Jeremías 31:31-34 . . .

"Vienen días," declara el SEÑOR "en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto...

...no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos," declara el SEÑOR.

"Porque éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días," declara el SEÑOR. "Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré.

Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo.

"No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: 'Conoce al SEÑOR,' porque todos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande," declara el SEÑOR...

...pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado."

Bíblicamente, no existe una definición de la salvación que sea tan concisa, y a la vez tan completa como esta expresión del Nuevo Pacto entregada al profeta Jeremías. Tan excelente es esta explicación, que el autor de la carta a los Hebreos se ve compelido a repetirlo casi textualmente en su octavo capítulo.

A modo de breve introducción, quiero resaltar el hecho de que el Nuevo Pacto es con la casa de Israel y con la de Judá. No fue para los Samaritanos, no fue para los Edomitas, ni para ningún otro pueblo. El Nuevo Pacto tenía un claro y definido recipiente.

¿Significa que nadie más puede participar jamás del Nuevo Pacto? Eso piensan muchos hoy en día, como también lo pensaban en el primer siglo. Refutar esa idea era precisamente el ministerio de Pablo. Pablo dice que los Gentiles "son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio" (Efe 3:6). Dice que la masa Gentil (en Cristo) fue "injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz del olivo" (Rom 11:17). Dice que los Gentiles (en Cristo) son "descendencia de Abraham, herederos según la promesa." (Gal 3:29).

En otras palabras, los Gentiles en Cristo reciben exactamente lo mismo que les tocaba a Israel y a Judá.

¡Triste sería nuestra escena si sólo los pecados de Israel y Judá fuesen olvidados, mas los de los Gentiles permanentemente recordados!

En los siguientes posts trataré de ofrecer un breve comentario acerca de cada uno de los cuatro componentes del Nuevo Pacto.


En reposo, siempre en reposo,

A&R