Día 1, Respuesta de Wilson (Cristiano)
De: Douglas Wilson
A: Christopher Hitchens
Tema: ¿Es el Cristianismo Bueno Para el Mundo?
Quisiera empezar agradeciéndote por haber concedido— como dirían los diplomáticos—un "franco intercambio de visiones". Y ciertamente quisiera agradecer a los amigos de Christianity Today por ser nuestros anfitriones.
Tu primer punto era que la fe Cristiana no puede tomarse el crédito de las cosas como "Amad a tu prójimo", y ni mencionar la Regla Dorada, y la razón es que tales preceptos morales han sido auto-evidentes a todo el mundo a través de la historia de los que querían mantener una sociedad estable. Luego avanzas al segundo punto, que contiene la idea de que las enseñanzas del Cristianismo son "increíblemente inmorales". En tu libro, emites el mismo punto acerca de otras religiones. Aparentemente, la moralidad básica no es tan auto-evidente. Mi primera pregunta es: ¿De qué lado pretendes discutir esta cuestión? ¿Tienen todos los seres humanos una noción básica de la moralidad, lo cual es el tema de tu primer libro, o acaso la religión lo ha envenenado todo, lo cual es la tesis de tu otro libro?
El segundo asunto para observar en este sentido es que los Cristianos en realidad no afirman que el evangelio ha mejorado el mundo al traer información ética cargada de energía turbo. Han habido avances éticos debidos a la propagación de la fe, pero no es ahí donde yace la acción. Los Cristianos creemos—como arguyó C.S. Lewis en La Abolición del Hombre— que los no-creyentes sí entienden los preceptos morales básicos. El apóstol Pablo hace referencia a los Gentiles, quienes no tenían la ley, pero quienes de todos modos sabían por naturaleza algunos preceptos de la ley (Rom. 2:14). Pero el mundo no se hace mejor porque la gente entienda las formas en que están haciendo las cosas mal. Se hace mejor por las Buenas Nuevas— debemos recibir el don del perdón y la habilidad resultante de vivir más en conformidad a un estándar que ya desde antes conocíamos (pero que necesariamente no podíamos cumplir). Así que el evangelio no consiste en leyes nuevas y mejoradas. El evangelio hace que el mundo sea mejor a través de las Buenas Nuevas, no a través de impartir culpa condescendiente ni de buenos consejos.
En tu segunda objeción, con ligereza descartas el Antiguo Testamento, "que habla calurosamente recomendando el genocidio, la esclavitud, la mutilación genital, y otros horrores". Poniendo a un lado la cuestión de si tu representación del Antiguo Testamento es juicioso o certero, permíteme asumir por la salud de la discusión que has resumido certeramente la esencia de la ética Mosáica aquí. Luego procedes a decir que los que enseñamos tales historias a niños hemos sido "maldecidos por la historia". Pero, ¿por qué esta "maldición histórica" debe importarnos a cualquier de los que leemos historias Bíblicas a los niños, o bien, a cualquiera de los que hicieron esas cosas atroces, según tus principios? Toda esta gente ya está muerta, y todos los que leemos las historias moriremos. ¿Por qué nos debería importar los juicios afeminados de la historia? ¿Debía haberles importado a esos propagadores de "horrores"? No hay Dios, ¿verdad? Como no hay Dios, significa que—tú sabes— los genocidios simplemente ocurren, así como ocurren terremotos y eclipses lunares. No se trata de otra cosa que de materia en movimiento, y estas cosas simplemente ocurren.
Si estás del lado que lo recibe, sólo te depara la muerte, mientras que si eres el agente que provoca el genocidio, el resultado a largo plazo es una breve victoria y luego la muerte. Así que, ¿qué importa? Imagina a un Israelita durante la conquista de Canaán, haciendo todas esas cosas malas que dices que ocurrieron en aquel entonces. Durante una de sus rabias, con la espada sobre su cabeza, ¿debía haberse él detenido por un momento a reflexionar en la posibilidad de que tú tenías la razón? "Sabes, dentro de tres milenios y medio, el consenso popular entre los historiadores será que me estoy comportando mal ahora mismo. Pero si no hay Dios, este desapruebo ciertamente no detendrá mi locura. ¡Adelante con la rapiña y la matanza!" Basado en tus principios, ¿por qué debería importarle?
En tu tercera objeción, dices que si "el Cristianismo se quiere tomar el crédito por la obra de Cristianos sobresalientes o de las labores de obras de caridad famosas, entonces en toda honestidad también debe aceptar la responsabilidad por lo opuesto". En pocas palabras, si señalamos a nuestros santos, tú demandarás que también señalemos a nuestros charlatanes, perseguidores, farsantes, negreros, inquisionistas, engañadores, tele-evangelistas, y demás. Ahora, permíteme el privilegio de enfatizar la estructura de tu argumentación. Si un profesor se toma crédito por el estudiante que dominó el material, obtuvo grados perfectos en sus finales, y avanzó hacia una carrera que era un beneficio a sí mismo como a la universidad de la cual se graduó, el profesor debe (según lo justo) ser castigado por el vago drogadicto que él expulsó de su clase durante la segunda semana. Ambos estaban inscritos, ¿no es correcto? Ambos eran estudiantes, ¿o no?
Lo que estás diciendo es que el Cristianismo debe ser juzgado no sólo en base a los que creen en el evangelio acertadamente y viven de acuerdo con él, pero también sobre la base de los Cristianos bautizados quienes no pueden escuchar el Sermón del Monte sin reírse como caballos y sin una vida en ese orden. Estás diciendo que los que aprueban el curso y los que fracasan son todos iguales. Esto me parece un procedimiento curioso.
Concluyes objetando a la soberanía de Dios, diciendo que la idea provoca que el mundo completo sea un estado horriblemente totalitario, donde los creyentes dicen que Dios (¿y quién se cree El que es?) lo maneja todo. Yo quisiera estimularte a que pusieras por un momento a un lado la teología del tema y que trates de invocar un poco de agradecimiento hacia los que contruyeron nuestros insitutos de libertad. Muchos de ellos en realidad fueron inspirados por la idea de que ya que Dios es soberano, y ya que el hombre es un pecador, lógicamente se deduce que todo el poder terrenal debe ser limitado y delimitado. La idea de "checks and balances" [se refiere a rendir cuentas por lo que uno hace - AR] partió de una cosmovisión que tú descartas como inherentemente totalitario. ¿Por qué es que esas sociedades, donde esta clase de teología predominó, produce como resultado directo nuestros institutos de libertad civil?
Una última pregunta: En tu párrafo de conclusión haces mucho ruido sobre tu individualismo y tu derecho de permanecer tranquilo con "los detalles más íntimos de [tu] vida y [tu] mente." En tu ateísmo, ¿qué sustento puedes oferecer que requiera que debamos respetar al individuo? ¿Cómo es que este indivualismo tuyo fluye de las premisas del ateísmo? ¿Por qué es que alguien en el mundo externo debe respetar los detalles de tu vida pensativa, más que lo que respetaría las mecánicas internas de cualquier otra reacción química? Tus pensamientos no son más que eso, ¿no es así? O si existe una distinción, ¿pudieras mostrar cómo las premisas de tu ateísmo llega a producir tal distinción?
Cordialmente,
Douglas Wilson
[fuente]
[siguiente carta ]