25.9.06

12 Refutaciones a la Inexistencia de Dios - Sexto Argumento

"Dios no puede haber creado sin motivo; eso supuesto, es imposible discernir uno solo."
-Sebastian Faure, 6to argumento

En el libro "Doce Pruebas de la Inexistencia de Dios", por Sebastián Faure, bajo el sexto argumento, dice lo siguiente:

"De cualquier lado que se examine, la creación resta inexplicable, enigmática, vacía de sentido.

Y salta a la vista que, si Dios ha creado es imposible admitir que haya cumplido este acto grandioso y del cual las consecuencias debían ser fatalmente proporcionales al acto mismo, por consiguiente, incalculables, sin haberse determinado a ello por una razón de primer orden.

Y bien. ¿Cuál será esta razón? ¿Por qué motivo Dios se ha podido determinar a crear? ¿Qué móvil le ha impulsado? ¿Qué deseo le ha tomado? ¿Qué propósito se ha formado? ¿Qué objeto ha perseguido? ¿Qué fin se ha propuesto?

Multiplicada, en este orden de ideas, las cuestiones y las cuestiones, dadle vueltas y más vueltas al problema; examinadlo bajo todos sus aspectos; examinadlo en todos los sentidos y yo os reto a resolverlo de otra manera que no sea por cuentos o por sutilidades.

Mirad: he aquí a un niño educado en la religión cristiana: su catecismo le afirma, sus maestros le enseñan que es Dios quien lo ha creado y lo ha puesto en el mundo. Suponed que él se hace esta pregunta: ¿Por qué Dios me ha creado y me ha puesto en el mundo? Y que quiera encontrar una respuesta seria y razonable. No podrá obtenerla. Suponed todavía que, confiando en la experiencia y en el saber de sus educadores, persuadido que por el carácter sagrado de que curas y pastores están revestidos por los conocimientos especiales que poseen y por las gracias particulares; convencido que por su cantidad, ellos están más cerca de Dios que él y mejor iniciados que él a las verdades reveladas, suponed que este niño tenga la curiosidad de pedir a sus maestros porqué Dios le ha creado y le ha puesto en el Mundo: yo afirmo que ellos no pueden dar a esta simple interrogación respuesta alguna satisfactoria, sensata.

En verdad, no la hay."

Aparentemente, Faure está completamente seguro de una cosa: "la creación está vacía de sentido". Si fuera consistente, tendría que decir que nada en el mundo tiene sentido. Pero si esto es cierto, entonces la frase "la creación está vacía de sentido" tampoco tiene sentido. De hecho, el libro completo de Faure tampoco tendría sentido . . . entonces, ¿para qué lo habrá escrito, y por qué deberíamos leerlo?

Este es el mismo exacto dilema en el que Faure se enfrasca cuando considera a Dios. Es decir, primero se inventa que nada de lo que Dios ha hecho tiene sentido, y luego se pregunta por qué Dios habrá hecho algo sin sentido. Sin embargo, por sus propias demandas, el falso dilema de Faure tampoco tiene sentido, por lo que pudiéramos descartarlo como una mera insensatez de su parte.

Faure piensa que su desconocimiento de las razones de Dios, o quizás - incluso concederé - el fracaso de algunos para explicarlo, son suficiente evidencia de que Dios hizo lo que hizo insensatamente. Incluso, al pedir una respuesta, dice que el requisito de esa respuesta es que "no sea por cuentos o por sutilidades"; sin embargo, Faure no define lo que él considera un "cuento" ni una "sutilidad".

Si estos son designios subjetivos de su parte, entonces todo lo que ofrezcamos como respuesta será rechazado sin consideración. Faure probablemente no quiere recibir una respuesta a su pregunta. Si lo quisiera, él hubiera definido lo que es "cuento" y "sutilidad". Más aún, hubiera provisto de razonamientos de por qué su idea particular (cualquiera que sea) de lo que es "cuento" y "sutilidad" es suficiente base para rechazar una respuesta dada. Por supuesto, él no hace esto. Como un niño que hace una pregunta, y luego se tapa los oídos para no escuchar respuestas, Faure se da a sí mismo la respuesta que quiere oír: "no hay respuesta".

"¡Vamos! ¡Filósofos profundos pensadores sutiles, teólogos, prestigiosos, responden a este niño que os interroga y decidle porqué Dios lo ha creado y lo ha puesto en el Mundo!

Estoy bien tranquilo: no podéis responder, al menos que no digáis: “Los designios de Dios son impenetrables”, y que no deis esta respuesta como suficiente."

En realidad, existe una respuesta muy clara y sencilla a la pregunta "¿Por qué Dios me ha creado y me ha puesto en el mundo?", y no es "los designios de Dios son impenetrables". Acá está:

"Lo hizo porque quiso."


El ateo querrá ahora preguntar, "¿Y por qué lo quiso así?" La respuesta una vez más sería, "quiso porque quiso".

En este punto, el ateo estaría furioso, o bien se burlaría de mí por esta respuesta. El ateo no estará satisfecho hasta que se le otorgue una respuesta diferente a esta. No obstante, insistiré que mi respuesta no es sólo válida, sino que también es compatible y consistente con la revelación del Dios de la fe Cristiana.

Si Dios es, como la fe Cristiana afirma, Omnisciente y Soberano, y además de comunicar estos atributos al hombre, también ha comunicado que ha creado con un propósito, entonces yo sólo necesito saber esto para sentirme completamente satisfecho. Por supuesto, el ateo cuestionará el que Dios nos haya comunicado esto, pero esto me tiene sin cuidado, ya que el ateo ha negado a Dios de antemano, y por consiguiente, ha negado a priori la posibilidad de que Dios haya podido comunicado algo a la humanidad.

¿En qué se diferencia mi respuesta a la que Faure predijo que innegablemente daría, "los designios de Dios son impenetrables"?

Se diferencia en que "los designios de Dios son impenetrables" es, en relación a esta pregunta, una respuesta agnóstica, débil, confusa y cobarde. La persona que responde de esta manera realmente está diciendo, "quizás Dios tuvo un propósito, pero quizás no... de todos modos no lo sabemos ni hay forma de saberlo". La persona que responde de esta manera debería avergonzarse de ser llamado hijo de Dios, o bien debería avergonzarse de su mini-ateísmo.

En cambio, la respuesta que ofrezco, "lo hizo porque quiso" es una respuesta fuerte, final y absoluta. No hay misterios ni dudas en ella, sino que se defiende la revelación por parte de Dios y Su carácter. Es una respuesta que alaba a Dios por Su soberanía, omnisciencia y bondad (y digo "bondad" en el sentido absoluto, trascendente y final; no bondad como el ateo lo quiera definir en el momento, según su propia opinión de lo que significa ser bueno).

El propósito de Dios en hacer algo se halla en Su voluntad, en Su elección en hacer. Dios hace todas las cosas con motivo, según nos ha dicho El mismo. Yo no tengo por qué explicar las cosas que Dios hace más allá de lo que he conocido de El, ni poseo la autoridad ni el conocimiento para juzgar si sus razones son buenas o no según mis conceptos subjetivos de lo que es bueno o no.

Preguntar por qué quiso lo que quiso lo que quiso lo que quiso me llevará al mismo lugar: El quiso. Sólo me basta saber que quiso hacer algo y lo hizo. No es por nada que Dios se haga llamar "Padre nuestro"; el niño no le anda preguntando a su padre por qué hace cada cosa que hace, sino que implícita en su relación está la confianza de que su padre sabe lo que está haciendo. Al niño sólo le basta saber que el padre quiso algo, y el niño lo acepta.

Faure comete otra gran falacia, la cual ilustro a continuación, primero citando su escrito:

"Lo que diferencia los actos de un hombre sensato de los actos de un insensato, es que los actos del primero se explican, es que tienen una razón de ser, es que se distingue en ellos la causa y el objetivo, el origen y el fin, mientras que los actos de un hombre privado de razón no se explican, es incapaz él mismo de discernir la causa y el objetivo; no tiene razón de ser.

Y bien: Si Dios ha creado, sin objeto, sin motivo, ha obrado a la manera de un loco y la Creación aparece como un acto de demencia."

Faure dice que si un hombre no puede explicar por qué hace tal o cual cosa, es porque el hombre es demente. Aunque esto no es necesariamente así, ya que todos los días hacemos cosas sin saber por qué (por ejemplo, nos movemos de cierta manera mientras dormimos, reaccionamos impulsivamente a favor o en contra algo, etc.), dejemos eso a un lado, y prestemos atención a la falacia que Faure comete.

El argumento de Faure, como está expresado, pretende ser este:

"Si un sujeto X no sabe por qué él mismo hace algo, el sujeto X (él mismo) es un demente."

Sin embargo, la conclusión que Faure deriva de esto ("Dios es un demente") está basado sobre otro argumento absurdo y oculto. Faure no pregunta ni considera si Dios sabe El mismo por qué hace las cosas; lo que a Faure le molesta es que él, Faure, no sabe por qué Dios hace las cosas. El argumento oculto de Faure es el siguiente:

"Si un sujeto X no sabe por qué otro sujeto Y hace algo, el otro sujeto Y es un demente."

En el argumento oculto de Faure, el "sujeto X" es Faure, y el "otro sujeto Y" es Dios. Según Faure, si él no entiende por qué Dios hace algo, ¡Dios es un demente! Pero por supuesto, la demencia sólo está en la tremenda confusión de la cual Faure sufre, ya que el segundo argumento no tiene que ver con el primero que él expresó, y por tanto su conclusión es un non sequitur del primer argumento.

Encima de esto, el segundo argumento oculto de Faure es una pura estupidez. Qué tal si yo utilizara su argumento y dijese, "si yo no puedo saber por qué Faure decide hacer argumentos estúpidos, entonces Faure es un estúpido." Como Faure ya no vive para ofrecer una razón, y por consiguiente jamás recibiré una respuesta de su parte, yo pudiera afirmar que "¡Faure es un estúpido!" ¿Sería válida mi conclusión?

Si es válida, entonces la afirmación "Faure es un estúpido" es verdadera, y por tanto su argumento es estúpido. Si no es válida, no lo es porque es estúpida, y por tanto el argumento oculto queda probado como una estupidez. Cualquier resultado a esta pregunta revela que el sexto argumento de Faure es inválido.

NOTA: En caso de que alguien quiera acusarme de que he proferido un ad hominem (ataque personal) contra Faure, le pido que lea de nuevo con atención. Mi refutación no es que el argumento de Faure es estúpido porque Faure es estúpido, lo cual sí sería ad hominem. Mi refutación es que el argumento mismo de Faure se puede usar para arrojar como conclusión que él es un estúpido; o sea, en otras palabras, es internamente auto-contradictorio. De hecho, se puede usar para probar cualquier cosa, porque a fin de cuentas es un argumento falaz.

Gozo en Su reposo,

A&R

7 comments:

Anonymous said...

¿Puedo pedirte un favor?
Explicame por qué consideras los versículos del Antiguo Testamento como obsoletos. ¿No se supone que la ley divina es invariable?
Quizás puedas escribir al respecto.
ivan_baco@terra.com.es

Alex Rodriguez said...

Creo que lo que preguntas no tiene que ver con el tema planteado acá, pero la respuesta es que las Escrituras representan los diferentes pactos en orden. No se puede simplemente extraer de un pacto y aplicar al otro, no es tan fácil como decir "la Biblia dice esto!".

A&R

MonjaGuerrillera said...

Alex no sigues con este blog?
Abrazos

Anonymous said...

Hola Alex y a todos en el blog... Hoy me siento particularmente exaltado del intelecto y ahora yo también quiero responderle al señor Faure.

Tomare por un rato prestado el planteamiento de Faure (Así que espero que no me acusen por decir “Si Dios existe” porque recuerden, por ahorita soy compadre de Faure). Lo que sería mas o menos así: Si Dios existe -¡me encontraría dándole vueltas a la cuestión!- ¿Que motivo tuvo para crear el mundo? -Si Faure para preguntar no estuviera considerando que “Dios existe” la interrogante que hace carecería de todo sentido-, he pensado y pensado hasta el cansancio pero no encuentro razón, y la única razón en que puedo pensar es que por consiguiente Dios no creo el mundo.

Pero un momentito, hay algo que sé, tengo una prueba irrefutable y aun mas indudable; “El mundo existe” y de no ser así, si me atreviera a dudar esto, entonces ni siquiera podría estar meditando sobre el asunto. Por lo tanto si valido de cierto que “El mundo existe” mi deducción de que “Dios no creo el mundo” debe ser errónea.

Decir por ejemplo que sé que “El mundo existe” pero como no hayo causa alguna por la que Dios haya querido crear este mundo en el que yo existo y se que existe, debo a partir de ahí pasar a concluir que entonces este mundo que se que existe, existe pero no fue creado por Dios; es invalido. Porque ojo, “Si Dios existe” y “El mundo existe” debemos inferir que aunque no se nos ocurra cual, obviamente Dios debió tener un motivo para crear el mundo. Faure no puede concluir que si desde su subjetividad no encuentra el objetivo de Dios para crear el mundo, este no exista (El motivo) o que Dios mismo tampoco lo sabe, y menos ir mas lejos, al absurdo mas radical y querer deducir a partir de eso, que Dios no existe. Es imposible y falaz.

Si adoptáramos el razonamiento de Faure, de seguro, ya que la teoría cuántica lleva intrínsecamente adjunto el principio de incertidumbre, el cual nos dice que no podemos estudiar el comportamiento del átomo, sino solo predecirlo vagamente, tendremos que asumir o que el átomo no existe o que no existe su comportamiento. Lo cual nos dejaría ante la deprimente conclusión de que ni nosotros ni el universo puede existir.

O puedo ponerlo en términos mas... ¡¿mundanos?! Si mi destino me colocara en la penosa situación de ser el hombre mas ignorante sobre la Tierra, y siendo así, de pronto me topara con un extraño aparato llamado “televisión”. Yo que desconosco todo sobre ella y su funcionamiento ¿No debería concluir entonces que o la televisión no existe? ¿o que su funcionamiento no existe?, pero de ser así me encuentro ante el problema de que sin embargo parece desempeñar una función. Mas bien, pues aun siendo el mas ignorante hombre sobre la faz de este planeta no soy también el mas tonto, inferiría yo que aunque yo no sepa como funciona esta televisión, habrá seguramente alguna persona que habiéndola construido tiene el conocimiento que yo no poseo.

Lo que ultimadamente quiero dilucidar con esto, es el hecho de que el que una persona o toda la humanidad ignore cierta información, esto no implica que esta información no se encuentre vagando por ahí en algún recóndito lugar de esta nuestra realidad.

Pero la muestra de un error aun mas terrible es que Faure asegure que la pregunta es impenetrable, cuando curiosamente ya he encontrado mas de una respuesta.

Saludos !!

Anonymous said...

"(A la audiencia Cristiana, ojo con esto: jamás, por ninguna razón, acepte que el ateo le haga caer en la trampa de pretender que usted niegue su posición o afirme la suya como prerrequisito para conversar con él/ella. Desde que usted hace esto, no le queda otra que retirarse, ya que el ateo habrá logrado, sin siquiera entrar en la discusión, que usted renuncie a su fe.)"

Me supongo que violé esta advertencia en el analisis que escribí antes. Pero de todas formas no estoy de acuerdo con ella. Lo que hice fue lo mismo que Alex hizo aquí:

"Su conclusión sería mejor expresada de esta forma, si el ateo fuera consistente:
"Como dentro de mi opinión subjetiva el mal existe, y como dentro de mi opinión subjetiva mi concepto subjetivo de un dios "bueno" no compatibiliza con mi opinión subjetiva del mal que creo que existe, entonces mi opinión subjetiva es que dios no existe.""

Quizás estaría renunciando a mi fe, si mi fe estuviera puesta en mis capacidades deductivas o si clamara con pasión mi convicción no de Dios, no de Cristo, sino de mis palabras. Si en la supeficie del sector parlante de mi cabeza pendiera trivial mi cristianismo, y cayera vencido por un juego de palabras, es probable que de hecho entonces sí, rehuya de mi fe.

Pero por participar en un entretenido juego de refutaciones (Y digo que es un juego porque no considero que los argumentos ateos sean en modo alguno una amenaza mas que una molestia para los que con seriedad buscan o encuentran a Dios), hasta donde yo sé, mi fe no se ha visto afectada. Para eso tendría que caer en el autoengaño de creerme de verdad el razonamiento que adopté ficticiamente para mostrar sus mismas contradicciones. Supongo yo.

Usar una reductio ad absurdum no implica que el argumentante tenga que aceptar las premisas.

* Y aclaro una cosa, aunque no considero un obstaculo los argumentos ateos para los pensadores reflexivos, si creo que es muy importante combatirlos y mas publicamente, porque si pueden confundir y con bastante exito a mucha gente.

Saludos !!

Anonymous said...

Hola Ever, gusto de verte por acá de nuevo.

Con relación a la segunda nota, estoy de acuerdo contigo. Es decir, hacer un reductio no es igual a aceptar la postura contraria. De hecho, es lo que he criticado fuertemente de la argumentación de Faure, que no ha analizado la postura creyente por sus propios méritos ni honestamente.

Es por esto que en la apologética presuposicional se toma la postura atea para refutar la postura atea; en otras palabras, la postura atea no puede ser cierta porque la misma postura atea la niega. Sólo podemos demostrar esto si nos permitimos analizar la postura atea desde su propio punto de vista.

Lo que decía que no debemos jamás permitir que el ateo haga, ni que nos cause hacer, es que analicemos NUESTRA postura desde la perspectiva atea. Esto sería destructivo, ya que afirmaríamos la cosmovisión atea, para después negarla. Un creyente jamás deberá caer en esta trampa.

Tu argumento inicial, si lo entiendo bien, es una derivación del Argumento Teleológico, que aunque es válido desde nuestra perspectiva, creo que posee debilidades en la confrontación apologética.

Una razón de esto es que el ateo no aceptará que las cosas funcionantes o existentes requieran un creador, amenos que se le demuestre que esa e
una ley universal; pero al demostrar esto, se tendría que afirmar el evidencialismo empírico ateo, y por tanto, se cae justo en la trampa descrita anteriormente.

Paz,

A&R

Anonymous said...

Hola otra vez, igual gusto andar por aquí !!

Aclarado lo anterior (sobre la advertencia)... prosigo con lo demás (sobre mi argumentación):

Para explicarme mejor, empiezo aclarando que yo en ningún momento estoy adaptando mis creencias cristianas a mi refutación del argumento de Faure. No necesito hacerlo (y estaría errado si lo hiciera) porque Faure me entrega todo la razón necesaria para hacer colapsar su disertación desde las mismas bases de su estructura interna.

Lo primero que intento hacer es demostrar la inconsistencia de Faure, ya que empieza adoptando el papel de creyente asumiendo que Dios existe, y abordar así el enigma de que motivo Dios pudo tener para crear el mundo (De otra forma, desde el ateísmo, esta imposibilitado a indagar sobre el tema).

Ahora, tenemos dos datos fundamentales del razonamiento de Faure, uno, que “Dios existe” de lo cual se formula la interrogante del fin que Dios pudo tener para crear el mundo, y luego (Algo apresurado) él (Faure) no encontra respuesta a la pregunta, entonces, ahora casi asumiendo el papel de Dios, Faure se atreve a concluir que “no existe objeto para que Dios haya creado el mundo”. Y dos, que sin embargo sabemos que “el mundo existe” (No sabemos esto por ninguna deducción de los análisis de Faure. Pero lo sabemos, y es un dato primordial en el asunto).

Recordemos algo importantísimo, que Faure esta asumiendo la postura de un creyente para argüir la idea, y como tal ahora debe llegar a una conclusión a partir de las proposiciones que logro inferir. Aquí es donde él cae en la falacia, puesto que tenemos dos posibilidades:

1.Que ya que “Dios existe” (Y tomo esta proposición no de mi persona, sino de la postura admitida por Faure) y “El mundo existe” entonces el enunciado “no existe objeto para que Dios haya creado el mundo” debe ser falso, porque obviamente el que “El mundo exista” y “Dios exista” implica que sí existe un motivo por el cual Dios creo el mundo, aunque este, sencillamente sea indeterminado... o mas bien desconocido. (Ya Dios sabrá cual es, después de todo, la demostración tendría completitud, sin ningún dato indeterminado lógicamente, si Dios fuera quien le postulara).

2.Que como “no existe objeto para que Dios haya creado el mundo” y “el mundo existe” entonces esto es contradictorio con que “Dios existe” y por lo tanto “Dios no existe”.

Pero la segunda conclusión no puede ser verdadera, y dejenme explicar porque. Para llegar a la proposición de que “no existe objeto para que Dios haya creado el mundo” Faure incurrió en una falacia, pues simplemente decidió llegar a donde llego a causa de su ateísmo. Se esta presuponiendo que “Dios existe” y lo único que hace Faure es concluir a partir de ahí que “no existe objeto para que Dios haya creado el mundo” como si su pensamiento fuera absoluto, cuando a lo mucho a lo que podía aspirar es a inferir que “desde mi subjetividad y mi mente humana, yo, no encuentro razón por la que Dios haya creado el mundo” lo cual no es lógicamente considerable, y queda excluido de un análisis lógico riguroso, error, porque Faure quiere introducir un conocimiento (o falta de) subjetivo a disquisiciones (aun hipotéticamente) objetivas. Además se esta queriendo inducir a la fuerza una conclusión que nos lleve a una contradicción si “Dios existe” cuando no hay nada que indique que “no existe objeto para que Dios haya creado el mundo”. Y por eso mismo la primera opción es la correcta.

Segundo acto. Después de haber demostrado lo anterior puse algunos ejemplos que estudio con el razonamiento de Faure para llegar a contradicciones en ellos.

¡¡Saludos!!