Cómo Des-Fundirse si Estás Fundido(a)
¿Te sientes fundido? Creeme, lo comprendo. No toma mucho colocarte en esa situación, pero qué difícil es salir de ella.
Muchas veces, la impresión es que tienes demasiadas cosas qué hacer. La realidad, sin embargo, puede ser una combinación de cosas. Quizás lo que has estado haciendo no es lo suficientemente interesante; quizás has estado haciendo demasiado de una sola cosa, sin importar qué tan interesante sea, y estás simplemente aburrido(a).
Sin importar qué estás haciendo, necesitas un C-A-M-B-I-O.
No obstante, los cambios son un juego de percepción más que otra cosa, ¿o no? Por ejemplo, considera cualquier situación en que has estado viviendo durante un tiempo considerable. Puede ser la casa donde vives, tu familia, amigos con quienes interactúas, etc..
Ahora piensa en los diferentes estados de ánimo — sean positivos o negativos — que has tenido al estar en esa situación. En otras palabras, ¿ha cambiado tu actitud, aunque el ambiente en general en que te desenvuelves no ha cambiado? Si tú puedes cambiar cuando tu entorno no lo hace, entonces propongo la idea de que el que está cambiando es ese o esta que lee esto ahora mismo.
Y si puedes cambiar inconscientemente, definitivamente puedes cambiar conscientemente. Esto incluye el cambiar tu actitud hacia el fueguito que está causando el fundido en primer lugar (como ilustré con mi propia vida aquí).
Ahora bien, no estoy diciendo que no se deban cambiar las cosas externas a ti que te conducen tan fácilmente a esa mala actitud. Adelante, haz los cambios que necesites hacer, o si necesitas hacerlo, destrúyelos (ejem... hablando en forma figurada, por supuesto). Sin embargo, en la mayoría de casos, necesitarás cambiar tu actitud sobre las cosas antes de decidir hacer algo. Desde el nivel más fundamental, necesitas creer que puedes hacer algo para cambiar las cosas, antes de dar el paso y tomar acción.
Y ahí yace otra trampa en el ciclo de fundido. Sientes que no puedes hacer nada, así que decides hacer nada... Y el hacer nada se interpreta en tu cerebrito como evidencia de que no puedes hacer nada. ¿Entiendes a dónde voy con esto?
Detente un momento (luego de leer esto, por supuesto ;) ), y considera estas preguntas:
¿Te ayudan estas ideas?
Muchas veces, la impresión es que tienes demasiadas cosas qué hacer. La realidad, sin embargo, puede ser una combinación de cosas. Quizás lo que has estado haciendo no es lo suficientemente interesante; quizás has estado haciendo demasiado de una sola cosa, sin importar qué tan interesante sea, y estás simplemente aburrido(a).
Sin importar qué estás haciendo, necesitas un C-A-M-B-I-O.
No obstante, los cambios son un juego de percepción más que otra cosa, ¿o no? Por ejemplo, considera cualquier situación en que has estado viviendo durante un tiempo considerable. Puede ser la casa donde vives, tu familia, amigos con quienes interactúas, etc..
Ahora piensa en los diferentes estados de ánimo — sean positivos o negativos — que has tenido al estar en esa situación. En otras palabras, ¿ha cambiado tu actitud, aunque el ambiente en general en que te desenvuelves no ha cambiado? Si tú puedes cambiar cuando tu entorno no lo hace, entonces propongo la idea de que el que está cambiando es ese o esta que lee esto ahora mismo.
Y si puedes cambiar inconscientemente, definitivamente puedes cambiar conscientemente. Esto incluye el cambiar tu actitud hacia el fueguito que está causando el fundido en primer lugar (como ilustré con mi propia vida aquí).
Ahora bien, no estoy diciendo que no se deban cambiar las cosas externas a ti que te conducen tan fácilmente a esa mala actitud. Adelante, haz los cambios que necesites hacer, o si necesitas hacerlo, destrúyelos (ejem... hablando en forma figurada, por supuesto). Sin embargo, en la mayoría de casos, necesitarás cambiar tu actitud sobre las cosas antes de decidir hacer algo. Desde el nivel más fundamental, necesitas creer que puedes hacer algo para cambiar las cosas, antes de dar el paso y tomar acción.
Y ahí yace otra trampa en el ciclo de fundido. Sientes que no puedes hacer nada, así que decides hacer nada... Y el hacer nada se interpreta en tu cerebrito como evidencia de que no puedes hacer nada. ¿Entiendes a dónde voy con esto?
Detente un momento (luego de leer esto, por supuesto ;) ), y considera estas preguntas:
- ¿Pudieras de repente cambiar tu actitud hacia algo, antes de que ese algo cambie?
- Si es así, ¿pudieras empezar a tomar acción para cambiar las cosas antes de que estés seguro de que se pueda lograr?
- Si no, ¿pudieras pensar por un rato, o mejor aún, escribir una lista de lo que te está impidiendo tomar acción?
¿Te ayudan estas ideas?
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