31.1.11

Diferencias entre Ciencia y Cientismo

Una distinción importante que aparentemente elude a muchas personas es la que se halla entre la Ciencia y el Cientismo (también conocido como "Cientifismo" o "Cientificismo"; acá utilizo la versión más abreviada por conveniencia). Los seguidores de las ciencias están muy al tanto de qué se denomina Ciencia y qué no, mientras que muchos Cientistas ni siquiera se dan cuenta de que lo son.

Por un lado pudiéramos definir de forma sencilla a la Ciencia como el conjunto de procesos de investigación metódicos junto con las descripciones de los resultados y métodos de investigación, con el objetivo final de proveer mayor conocimiento acerca de una materia. La Ciencia y el Cientismo ambos clamarían esta definición, o una muy parecida, como suya. La diferencia se halla en la estimación exagerada de la Ciencia, sus méritos y sus posibilidades. El Cientismo estima sólo las ciencias empíricas como método para describir todas la realidades y todos los conocimientos posibles.

En respuesta a una crítica de uno de sus libros, el reconocido escritor ateo Daniel Dennett escribió "cuando alguien postula una teoría científica que [a los críticos religiosos] no les gusta, lo intentan desacreditar llamándolo 'cientismo'." No hay forma de decir que esto no pudiera ser así en uno u otro caso, ya que definitivamente esto es posible. Sin embargo, si el Cientismo no pudiera definirse objetivamente, e identificarse en medio de muchas afirmaciones comunes, el comentario de Dennett pudiera ser una ley universal. En cambio, los rasgos del Cientismo son tan notables e inconfundibles que una crítica seria que produzca la conclusión de que una proposición es Cientista es objetivamente posible.

Podemos detallar los rasgos de esta sobre-estimación detallando varios aspectos primordiales. Nótese que el Cientismo tiene variantes y carece de un cuerpo regidor, y por tanto no todas las proposiciones Cientistas llevan todos estos rasgos.

a) La afirmación de completitud y suficiencia epistemológica. En otras palabras, el Cientismo afirmaría que sólo la Ciencia (usualmente se refiere a las ciencias empíricas) puede ser utilizada para determinar verdades.

Lamentablemente, la afirmación "sólo la Ciencia puede ser utilizada para determinar verdades" no ha sido comprobada por un estudio científico carente de falacias, ni tampoco puede. La frase misma no es Científica, sino un asumido dogmático que responde a una presuposición Cientista. A fin de cuentas tenemos que el Cientismo tiene como base una afirmación anti-Científica, y por tanto, si el Cientismo es verdadero, al mismo tiempo es falso, ya que se falsifica a sí mismo (o bien, a fin de cuentas carece de sentido alguno).

Además, sería útil para los Cientistas familiarizarse con los teoremas de incompletitud de Gödel, los cuales científicamente dejan en claro que ninguna estructura axiomática puede ser consistente y completa a la vez.

b) La supremacía de la calidad epistemológica, esto es, las verdades que produce la Ciencia han de ser tomadas como absolutas (hasta que se convenzan de lo contrario), siendo que las conclusiones Científicas son la única fuente de información confiable que el hombre puede conocer.

Naturalmente, la Ciencia se admite falsable en sus enunciados. Sin embargo, el Cientista suele utilizar frases como "la Ciencia ha demostrado que P" o "ya se descubrió que P," cuando debería limitarse a estructuras de enunciados condicionales, tales como "según tal y tal estudio de tal y tal academia cabe una alta posibilidad de que P sea cierto," lo cual no es sólo una postura humilde, sino también científicamente apropiada y respetable.

No obstante, el Cientista busca jugar cartas con dos manos a la vez. Cuando el tiempo o la atención no le permite a sus oyentes cuestionar los enunciados, el Cientista jugará a afirmar verdades absolutas sin expresar sus condicionales; desde que estas son cuestionadas, algunos de ellos relajarán su postura y permitirán que se exponga sus antecedentes lógicos.

Otros no admitirán cuestionamientos por parte de un no-Cientista, y considerarán una osadía o un atrevimiento que se le exija a que exponga tales antecedentes, y mucho peor, si se les demanda que admitan que sus postulaciones sólo llevan mérito si y sólo si estos antecedentes — los cuales de forma plausible pudieran resultar en una regresión infinita de antecedentes — pueden ser probados como absolutamente verdaderos.

En otras palabras más sencillas, si la verdad de una proposición P depende de la verdad de otra Q, P jamás podrá expresarse sin referencia a Q, y P siempre deberá ir acompañado de "sí y sólo si Q".

c) La pretensión — sea de forma explícitamente enunciada, o bien insinuada en la práctica — de que los declarados científicos en realidad no se sustentan sobre asumidos y precondiciones.

El científico Thomas Kuhn fue instrumental en revelar la profundidad del impacto de los paradigmas, a tal punto de mostrar cómo dos científicos pueden analizar un tema utilizando exactamente los mismos criterios, y sin embargo llegar a conclusiones totalmente diferentes, por la razón de haber empezado las investigaciones bajo paradigmas totalmente distintos. Es decir, la Ciencia puede "comprobar" conclusiones que compitan y hasta se contradigan, sin que nadie pueda decir que una "es más científica" que la otra. ¿Que la ciencia pueda debatir cuál de estas es la correcta? Sí, pero cada debatiente analizará sólo bajo un paradigma previamente selecto, lo cual nos regresa exactamente al mismo dilema.

No obstante, para el Cientista, los hallazgos que se conformen a su paradigma selecto son monolíticos e imperantes. Lo cual nos lleva a otro rasgo...

d) La confusión entre la ciencia en general y los particulares. La frase "la ciencia ha descubierto P" siempre será falsa, ya que los que descubren son los individuos o instituciones utilizando métodos particulares, que en el mejor de los casos serán completamente expresados, y estos a su vez están propensos a equivocarse o incluso a ser corruptos y mentir. A menos que querramos afirmar que la ciencia es pertenencia de sólo una institución o individuo en particular, jamás se puede personificar todo el menester científico como autor de un enunciado singular.

Muchos Cientistas tienden a tomar una mayoría o consenso como "la ciencia ha hablado," pero de nuevo, esto es un exceso innecesario. Una mayoría es una mayoría. Un consenso (dentro de una institución o grupo definido) es eso mismo. No hay por qué cometer el extremismo de llevar lo particular a lo general, a menos que se esté buscando ocultar los antecedentes lógicos (punto c).

e) El ignorar completamente las falacias lógicas. Falacias como la apelación a las mayorías (como fue un tanto ejemplificado en el punto anterior), la petición de principio, la afirmación de lo consecuente, la falacia inductiva, la falacia "correlación no evidencia causalidad", y muchas otras aparentemente no forman parte del vocabulario del Cientista, ya que sus proposiciones no lucen pasar por estos rigores antes de emitir sus enunciados.

De hecho, muchos Cientistas con quienes me he topado utilizan una definición bastante errada de "lógica", ya que llaman "ilógico" a cualquier enunciado que no se conforma a su seleccionada presuposición empírica. En otras palabras, por ejemplo, dicen que aquello que no es empírico tampoco es lógico. Por supuesto, dado que la lógica misma no es empírica, esto da como resultado que "la lógica no es lógica", lo cual es un sin-sentido.

Estas malas utilizaciones de la terminología lógica dan a entender que los Cientistas carecen de un conocimiento siquiera superficial sobre falacias, lo cual resulta en que sus postulados no sólo estén ausentes de un análisis lógico formal, sino que cuando se le señala que su postulado es falaz, el Cientista no suele comprender las implicaciones de tal crítica.



En conclusión, es necesario resaltar las características del Cientismo para poder distinguir entre ella y la buena Ciencia.

A&R

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