Archie, ¿Cristianoide?
Acabo de enterarme de algo que ha existido durante unas tres décadas... Durante los años setenta, se publicaron ediciones de Archie con sobretonos plenamente cristianoides. Así es, niños y niñas, el joven con pecas y cabello rojizo, el que no podía decidirse entre Betty o Verónica, realmente oraba antes de comer en la cafetería, y se sabí versículos Bíblicos de memoria... aunque todo esto sólo ocurrió en un universo alterno.
Pueden leer una historia de cómo esto vino a ser en este enlace (está en inglés y está escrito en tono detractor contra todos los Cristianos, por supuesto... cumplo con advertirles).
Yo hasta ahora sólo leí una corta tira en la que Archie resuelve los problemas de una ciudad abriendo un local para comercializar material "cristiano" (¡wow, qué forma de predicar!). Hay más ediciones completas online en PDF, preservadas digitalmente para nuestras generaciones posteriores. No los he leído, pero si alguien se me quiere adelantar, aquí están los enlaces directos a los PDF: Archie's Parables [1975], Archie's Something Else! [1975], Archie's Date Book [1981].
Esto no es más que otro ejemplo de la perniciosa tradición de llevar el evangelio a escondidas, disfrazado y "por abajito". Pongámosle un título: La Gran Comisión Espía, Predicación Reptiliana, o quizás Evangelismo Ninja. Ya no hablamos abiertamente y sin temor, con la plena confianza de que lo que creemos es la verdad. Eso lo hacían Pedro, Esteban, Pablo, y "esa gente de antes"... pero ya todo eso quedó atrás.
Qué genial idea, disfrazar un mensaje "cristiano" en una tira cómica reconocida. Así de un tropezón el lector casual de Archie, sin darse cuenta y sin querer, levanta una de nuestras ediciones "minadas", lee un verso Bíblico, lee que Archie ora antes de comer, y PUF!! Ya es converso.
Cuando tenemos un evento evangelístico, lo publicitamos como una "gran fiesta para toda la famila; habrá juegos, comida, y diversión para todos". Ya luego de que los tengamos atrapados, ZAS!! Allí los sorprenderemos con un sermón, no te preocupes. Ni siquiera se lo esperarán.
Y cuando invitamos al servicio de la Iglesia, ¡ni se nos ocurra decir que le invitamos a adorar al Dios Altísimo! Eso le pudiera caer muy mal, pudiera asustarlos, y no volverán. Hay que entrarles suave, esconder el mensaje un poquito. Hay que decirles que habrá mucha gente con quien conversar, que es una actividad de la comunidad, y que habrá antojitos, café y picadera al final. Una vez inocentemente entren al salón, BUM!! Le arremetemos con todo.
Si jamás regresan, no fue porque se sintieron decepcionados y defraudados, no fue porque sintieron que les dieron gato por liebre, noooooooooo!!!!! Fue porque tenían el corazón endurecido... y nada de qué preocuparse, porque ya viene el día de las Madres, que lo disfrazaremos de un almuerzo para toda la familia, y ahí, BIN-BAN!!! Le arrollamos de nuevo.
Perdónenme el sarcasmo, pero en verdad me pregunto: ¿Qué diferencia hay entre esto, y el vendedor de autos que te dice que todo está bien, que qué buena compra hiciste, y cuando tan pronto te marchas el aparato se te desploma en la calle? ¿O qué tal la persona que te llama por teléfono para decirte que tienes excelente crédito, y a fin de cuentas lo que busca es que saques otra tarjeta con su banco?
¿O es que acaso alguien emitió un decreto redimiendo el engaño, considerándolo redecorándolo como si fuera una virtud, siempre y cuando se use como recurso evangelístico, y yo fui el único que no se enteró?
A&R