15.1.14

Bodas de Cristal (15to Aniversario)

Izq arriba: Chava y yo el día después de la boda, delante de nuestra nueva cama y partiendo hacia nuestra luna de miel (1999); Der. arriba: Chava con 1 año de edad (1977); Izq abajo: Yo con 2 años de edad (1977); Der. abajo: Chava y yo, 2013.

Hace 18 años conocí a Chavaly — la muchachita que el Señor había apartado para mí desde antes de que el tiempo existiera — y hace exactamente 15 años y un día, en el sagrado pacto del matrimonio, nos prometimos mutuamente ser fieles y verdaderos a cada momento, para embarcar en un viaje increíble que de alguna forma se siente como si a penas empieza.

A través de esta unión hemos tenido el privilegio de criar a dos niños buenísimos, quien en tantas maneras son una mezcla perfecta de nosotros dos. No puedo imaginarme un mundo sin mis hijos, y esto no se hubiera realizado si no fuese porque creímos en la visión familiar desde el principio.

¿Ha sido difícil? Por supuesto que sí. Hemos tenido que pelear duramente para mantener nuestro compromiso, y la mayoría de veces esa pelea es contra nosotros mismos y nuestros corazones engañosos. Sí, muchas veces hemos estado tentados a abandonarlo todo, pero por la gracia de Dios hemos hallado descanso en una razón mayor para perdonar, olvidar, y cumplir la visión implementada hace casi dos décadas.

¿Que si el matrimonio vale la pena? Si se entra derrotado, ya listo para rendirse desde el principio, no sé si algo en esta vida valga la pena. Lo que sí sé es que si supiera entonces lo que ahora sé, de todos modos tomaría la misma decisión exactamente.

Gracias a mi Chava, por todos los años de fidelidad, confianza, paciencia, y todo lo demás; por ser la Mami de mis hijos, por tenerme paciencia a mí también para crecer y aprender aunque yo no esté siempre donde tú te mereces; por creer en esta visión, y por luchar junto conmigo por ella.


Chava, sólo me queda preguntarte… ¿Caminamos otros 15?

Chava y yo sonrientes, justo luego de ofrecer nuestros votos, enero 1999 


No comments: