10.11.06

"Tú con lo tuyo, yo con lo mío", o el Credo del Relativista

Acabo de leer que en Nueva York (mi hermosa y querida ciudad natal) están planeando hacer algo que en lo mínimo es absurdo, y en lo máximo es aberrante. Al parecer las facciones que apoyan el transsexualismo han ganado una batalla legislativa, que le permitirá a una persona cambiar su sexo en su propio certificado de nacimiento, y no requerirá ni siquiera que haya pasado por una intervención quirúrgica. (enlace al artículo)

Hasta el día de hoy, yo siempre había pensado que el sexo de una persona tiene que ver con si el cromosoma del esperma que fecundó un óvulo era x ó y. Pensaba que o era uno, o era lo otro. Ahora me entero que incluso hasta esto han llegado a cuestionar nuestros amigos los relativistas. El concepto "sexo", según estos, ahora tiene más que ver con la preferencia de la persona, o bien con lo que diga en un pedazo de papel. Así como puedo borrarme el nombre y ponerme otro, ahora podré también borrarme el sexo y ponerme lo que sea.

¿Hasta dónde llegaremos? ¿Quizás un día una persona se podrá poner los dos sexos a la vez? ¿Quizás un día pueda adjudicar que soy asiático, a pesar de que no lo soy, o sea cambiar mi raza según lo que diga el documento? ¿Hasta dónde queremos empujar la idea de que "todo significa nada"?

Como en otros debates, esta gente seguro me daría una respuesta de tipo "Tú con lo tuyo, yo con lo mío". Expandido: " obviamente no tienes interés en cambiarte el sexo en tu acta de nacimiento, así que esto no tiene que ver contigo. Tiene que ver únicamente con los que sí están interesados."

Pues está en un absoluto error, caballero (o dama . . . o los dos a la vez). tiene mucho que ver conmigo.

Verás, yo tengo un acta de nacimiento de Nueva York. Mi acta de nacimiento dice que soy masculino. Desde que pasen esa ley, probablemente me veré forzado a responder a la estúpida pregunta, "eh, ¿eres de los masculinos con cambio o sin cambio? ¿De los masculinos que tienen pene o los que tienen vulva? ¿De los originales o de los modificados?" Seamos más serios, yo no debería tener que responder a tal disparate.

Igual como argumentaba una vez con una persona quien defendía el matrimonio homosexual, cuando redefines algo en que muchos participamos, la totalidad de los participantes sale afectado, necesariamente.

Sin embargo, en la cabeza del relativista, las verdades sólo son conceptos preferenciales o de diferencia de percepción. Si objetas contra su credo ("Tú con lo tuyo, yo con lo mío"), su touché - en su propia mente, claro está - es "uy, ¡qué poco tolerante eres!".

Cuando hablas con un relativista, y le preguntas "¿Acaso todo es relativo?", muchos de ellos te responderán que no, que aún hay suelo en común, asuntos que son indiscutibles, absolutos y universales; pero como he mostrado en la apertura, incluso lo indiscutible puede llegar a ser relativo, ya sea temáticamente o en magnitud. Sólo hace falta cuestionarlo, y ya está.

Otra tendencia que se está colando con el disfraz de "postmoderno" o "emergente" en el Cuerpo de Cristo es la idea de que la verdad absoluta sí existe, pero que el hombre jamás podrá conocerla, porque está demasiado limitado. Detengámonos un momento, y hablemos del concepto magnitud, que es la aguja en el pajar en este asunto.

Si yo preguntara al relativista (postmoderno, específicamente), "¿qué tanto puede el hombre descubrir la verdad?", sin dudas se sentirá compelido a responder que el hombre puede descubrir, pues, ¡muchísimo! . . . pero recuerden, en su mente, el concepto de "muchísimo" es también relativo. "Muchísimo" para él puede ser un punto en el universo. "Muchísimo" puede significar 0.0000000000001%. O bien, "muchísimo" puede significar absolutamente nada.

El porte relativista es el mejor medio para no tener que lidiar con algo que te resulta incómodo, o que tengas miedo de discutir. "Eh, tú con lo tuyo, y yo con lo mío" en estos tiempos es considerado incluso una respuesta inteligente y con valor, incluso en los grandes institutos académicos. Sin embargo, estoy seguro que si le digo a uno de esos académicos que "en mi humilde opinión", mientras más diplomas tiene, más le va a la coprofagia, esos grandes letrados seguramente abandonarían su relativismo con suma rapidez, y tratarían de imponerme su propio sistema de valores (uy, qué intolerantes son). El relativismo, como ven, es también relativa en su aplicación... relativo a la conveniencia del relativista.

Una vez intenté leer los Vedas, y no pude avanzar mucho desde que leí algo como : "Brahma es, y a la vez no es" (no me acuerdo exactamente cómo decía, tendré que buscar la cita exacta). Brahma puede cambiar, o puedes elegir el sabor de Brahma que más te guste en un momento particular (por cierto, me refiero al concepto de deidad, no le estoy haciendo promoción a la cerveza.... yo ni tomo eso... pero basta de distracciones).

Ravi Zacharias tiene una anécdota de lo más entretenida, que usa frecuentemente en sus charlas para ilustrar este punto. Cuenta que una vez recibió un reto a que discutiera por qué él no era Hinduísta. Ravi contestó que mejor daba una charla sobre por qué él era Cristiano, y que lógicamente todo lo demás quedaría negado. La persona quien le retó accedió.

Al finalizar su charla, un profesor de Hinduísmo se paró de su asiento, y delante de toda la audiencia, le gritó que estaba equivocado, y le lanzó más retos nuevos. Con pasividad, Ravi pidió que mejor fueran a cenar para continuar hablando, y así lo hicieron.

Cuando estaban a la mesa, el prof. de Hinduísmo le dijo "mira, lo que pasa es que usted está analizando un sistema oriental bajo una lógica occidental. Hay una lógica oriental, y una lógica occidental, ¿sabías? La lógica occidental es la de 'a ó b'; pero la lógica oriental puede ser 'a y b' a la misma vez. Por tanto, usted está analizando todo esto inapropiadamente."

Ravi con calma pensó un momento y dijo "Está bien, pero ahora responda mi pregunta: Lo que usted me está diciendo es que yo puedo elegir usar el sistema 'a ó b', ó puedo usar el sistema 'a y b' . . . ¿Le estoy comprendiendo correctamente?"

El profesor no sabía qué decir. Ravi había desenmascarado el hecho de que el profesor en su argumentación estaba utilizando el mismo sistema que intentaba declarar inválido. Se estaba auto-contradiciendo. Pausó un momento, y respondió, "bueno . . . la verdad es que el sistema 'occidental' suele emerger . . . "

Ravi (quien irónicamente es hindú de nacimiento) dijo, "Sí . . . y mire, le tengo una noticia reveladora . . . aún en la India tenemos que mirar antes de cruzar la calle, porque ó es el auto ó soy yo, las dos no pueden ser a la vez."

El gran dilema del relativista es que debe afirmar su postura de forma no-relativa. Es decir, si es consistente, debe decir que el relativismo en sí es absolutamente verdadero; pero al aceptar siquiera un sólo absoluto, inmediatamente cae en contradicción con su propio relativismo. Sólo por diversión, la próxima vez que hable con un relativista, pregúntele "el hecho de que todo es relativo ¿es acaso absolutamente verdadero?" No habrá forma de que conteste esto sin abandonar su postura.

El relativismo no es solamente implausible, sino que es imposible dentro de la fe Cristiana, la cual está enteramente basada en la verdad expresada proposicional y lógicamente. No es verdad que Cristo es y a la vez no es el Cordero de Dios. No es verdad que Cristo es y no es el Camino, la Verdad y la Vida. No es verdad que Cristo es y no es el único Mediador entre Dios y los hombres. Ciertamente aquel "camino ancho" del que hablaba el Maestro parece ser el de la multiplicidad de opciones válidas. Cristo, por su parte, nos indica un sólo camino angosto.

En tus estudios y en tus conversaciones, ¿te hallas resistiendo ciertas proposiciones, pensando "bueno, no estoy de acuerdo, pero tú con lo tuyo y yo con lo mío"? ¿En qué te basas para considerar esto como satisfactorio? ¿Eres víctima de haber creído la absurda y auto-contradictoria proposición "absolutamente todo es relativo"?

Gozo en Su reposo,

A&R