"Lo Sabré Cuando Lo Vea": El Credo Empiricista
En estos días he estado gozando un montón con los Adverbatims, que son citas de personas quienes trabajan en el medio publicitario. Obviamente no se puede generalizar, pero, ¡cuántos idiotas hay en este medio! (Uy, qué poco "cristiano" se oyó eso . . . quizás debí usar "necios" como la Reina-Valera, o nabal del Hebreo . . . que a fin de cuentas significa exactamente lo mismo que "idiota").
Aqui les traduzco algunos ejemplares dorados:
#270-"¿Cuántas semanas hay en un ciclo de 13 semanas?"
(Un Ejecutivo de Cuentas a un Productor)
#260- "El negro, ¿es un color?"
(Cliente a diseñador) [AR respondería, "¡Vaya a preguntarle a Wittgenstein!"]
#253- "Creo que el traducir esta pieza a otro idioma es una idea fantástica para el futuro, pero ¿puede traducir el Griego al Inglés al momento de la impresión?"
(Gerente de Marca al ver una pieza con Lorem Ipsum en el copy.)
#251- "El Concepto 1 está aprobado. Pero, ¿por qué no me muestras algo que incorpora el concepto 1 con el concepto 3 y que utilice el encabezado del concepto 2? Coloque el logo más grande como en el concepto 2 y el copy del concepto 3 pero más grande. Ustedes hicieron un trabajo magnífico, acertaron perfectamente con el concepto 1."
(Cliente, Gerente de Marca)
#243- "¿Puede hacer que la tipografía cursiva sea más cursiva?"
(Cliente a Director de Arte)
Así hay muchísimos más, y tantos que me resultan familiares, los escucho a cada rato. Hoy me topé con un comercial que también refleja esta corriente entre los "creativos" de este medio:
"Joven, pero maduro", "compleja, pero con simplicidad", "básicamente buscamos un no se qué", "estereotipado, pero innovador", ¿qué rayos están diciendo?? Este tipo de frases siempre, siempre son una receta segura para el desastre... miles de arreglos, "cambiecitos", revisiones, excesos en el presupuesto o en la fecha de entrega, algo - o alguien - necesariamente sufrirá. Una cosa es ser humildemente débil, y otra cosa es ser un idiota pero aparentar que lo sabes todo sólo para salirte con la tuya.
Me encantó lo que Seth Godin dice en un artículo en su blog, titulado "El bache del mercadeo (1 de 3): Lo sabré cuando lo vea":
"No, en realidad no lo sabrás.
No lo supiste cuando viste el primer Ipod ni la primera versión de Google. No lo supiste cuando te expusieron al email por primera vez, o a Jetblue o a la Macarena o a Britney Spears. No, de hecho, practicamente nunca "lo sabes". Si lo supieras, serías mucho más inteligente que el resto, y todos estaríamos atentamente esperando tu próximo producto."
El campo publicitario no es el único donde los "lo sabré cuando lo vea" habitan. Los ateos usualmente argumentan exactamente de la misma forma: "Dios no existe, porque si existiera, lo sabría porque lo vería. Como no lo veo, no existe." En más de una ocasión, un creyente le ha respondido de la forma más simple: "Sr. Ateo, usted no tiene una mente para pensar. Si lo tuviera, yo lo sabría porque lo vería."
Sin embargo, esta idiótica forma de pensar no sólo aqueja a los mercadólogos, publicitarios y ateos. Entre los creyentes abunda esta práctica cuando discutimos teología. Mucha gente piensa que cualquier doctrina que no le gusta, o que no está en línea con su tradición, la puede negar simplemente diciendo "no es así, porque no lo veo" ó "aún no es así porque aún no lo veo; cuando llegue, lo sabré cuando lo vea".
La mayoría de las personas en los tiempos de Cristo eran netamente empiricistas. Ellos pensaban que lo sabrían cuando lo vieran. En otras palabras, pensaban que reconocerían al Mesías simplemente comparando lo que creían que debían esperar, con lo que percibían sus ojos. Sin embargo, Cristo vino a los suyos, y los suyos no le recibieron (Juan 1:11), precisamente porque lo vieron, y no lo supieron (algunos no querían saberlo, pero a fin de cuentas resulta en lo mismo).
El mensaje del apóstol Pablo era completamente anti-empiricista: 2 Cor 4:18, y 2 Cor 5:17, son sólo dos versos de los muchos en que esto se aprecia. El pasaje de 2 Cor 3:13-17 nos muestra que esos judíos del primer siglo tenían "los sentidos embotados" y "un velo sobre su corazón". A esto se refería Dios al profeta Isaías cuando dijo que les daría "ojos que no verían" (cap 6).
De esto hablaba Cristo mismo, cuando dijo "bienaventurados los que no han visto, y sin embargo creen." (Juan 20:29).
Antes de Su sufrimiento y partida, Cristo dijo que "el mundo no me verá más" (Juan 14:19). Cuando Judas le preguntó, "¿Cómo así? ¿Por qué es que dices que el mundo no te verá más, pero nosotros sí?", si Cristo fuera empiricista, les hubiera dicho "¡Abre los ojos, porque siempre me podrás ver con tus propios ojos carnales!".
Sin embargo, no dijo esto, sino que Su respuesta fue "El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos á él, y haremos con él morada." (Juan 14:23). Cristo jamás prometió que "todo ojo le vería", en el sentido de la observación y validación empírica, sino que los suyos (no "el mundo", o sea no la humanidad universalmente) le "verían" por medio de la certeza de que moraba en ellos, "Cristo vive en mí" (Rom 8:10, Gal 2:20).
Incluso después de Su resurrección, estuvo delante de ellos, en carne propia, ¡pero no le conocieron! Lo vieron, y no lo supieron... sino hasta que "sus ojos fueron abiertos" (Lucas 24:31). Pero, ¡en ningún momento tenían los párpados cerrados! Ese no es el punto, sino que nuestra visión empírica no es un medio confiable para comprender y reconocer, se necesita mucho más que eso.En tu vivencia y en tus estudios, ¿te hallas diciendo "lo sabré cuando lo vea"? ¿Estás 100% confiado de que tus sentidos reciben información certera, confiable y absoluta?
En Su reposo,
A&R