13.12.04

"Pepe y la Gran Caja Gris" - un cuento

Había una vez un hombre llamado Pepe, cuyo placer favorito era dormir, y cuyo dolor más grande era la incapacidad de poder dormir tanto como quería, pues los pajarillos siempre se encargaban de despertarle a horas demasiado tempranas para su gusto. Se posaban en su ventana, sobre las ramas de los árboles, incluso sobre el techo mismo de su casa, cantando "su infernal y desafinado canto" (en sus propias palabras).

Harto de la insolencia de no poder pasar más tiempo en los patios de Morfeo, Pepe decidió construir una inmensa caja en su jardín delantero. Después de meses de trabajo, duró aún más tiempo agarrando cada ave que pudiera encontrar, y las colocó dentro de su caja. Agarró todas las águilas, los gorriones, los canarios, los colibríes, las garzas, los halcones, e incluso los avestruces (aunque estos usualmente no vuelan, pero quien sabe si algún día evolucionan y lo logran, decía Pepe). Por si las dudas, también tomó a los murciélagos, y a las ardillas, peces, y ranas voladoras, y las colocó dentro de su gran caja gris.

Después de mucho sudor, Pepe terminó su impresionante obra, y por fin libró al mundo entero de todas esas pestes. Relajado, fue hacia la puerta para cerrarlo con llaves, candados, y cadenas. Abrió la puerta un tanto sólo para asegurarse de que el cerrojo de la puerta estaba funcionando bien, pues una vez cerrada la caja, jamás debía abrirse.

Cuando abrió la puerta, vio que pasaba un pequeño niño conduciendo una bicicleta, quien se detuvo atónito ante la monstruosa caja. Pepe ignorándole se disponía a cerrar la puerta de nuevo, cuando el niño le preguntó, "Señor, ¿qué tiene usted en esa gran caja?"

Pepe respondió, "He agarrado todo lo que se mueve en el aire, y lo he puesto acá dentro . . . ahora dormiré tranquilo, como no lo he hecho en mucho tiempo."

"¿Todo?", le dijo el niño. "Señor, si eso era lo que quería hacer, me temo que no ha tenido éxito."

"¿A qué te refieres?"

"Señor, si usted viene acá, donde estoy parado con mi bicicleta, se dará cuenta."

"Niño," le dijo Pepe tierna y firmemente a la vez, "mejor será que te vayas de aquí. He sido bien cuidadoso en atraparlos a todos, y no sé de qué me estás hablando. Aún me queda mucho trabajo por hacer, y ya anochece, me está dando sueño, y he estado esperando este momento por años."

"Está bien," le respondió el niño, "pase buenas noches," y con eso, tomó su bicicleta y se marchó.

Pepe de nuevo cerró la puerta de la caja, soportando una vez más los chillidos de los animales, para así asegurarse de que cerraría la caja sin problemas. Sin embargo, la duda sembrada por aquel niño empezó a florecer en su mente. "¿Qué tal si en verdad me ha faltado alguno?" se preguntaba, y sólo la idea de tener que volver a atrapar a una criatura más, mas la idea de tener que abrir aquella caja de nuevo, lo impulsó a reconsiderar lo que el niño le decía.

Pepe salió, e incrédulo caminó hacia el punto en donde el niño estaba un poco antes (sabía exactamente el lugar pues las huellas de la bicicleta aún estaban marcadas en la tierra). Cuando llegó, miró hacia el cielo, y estaba completamente despejado, no había una sola criatura volando. Justo cuando Pepe empezaba a sentir que el ácido del enojo le subía, un suave viento sopló, llevándose consigo cientos de hojas en el aire. En ese momento, Pepe entendió que aquel niño no le hablaba de una criatura en sí, sino de lo que las hacía volar, el aire mismo. La misma lágrima que cayó por su mejilla también fue arrastrada como si fuera una hoja más.

Al volverse, Pepe se dio cuenta que había dejado la puerta abierta, y los animales empezaban a salirse. Pepe sólo dio la vuelta, e indiferentemente caminó hacia su casa, y se metió en la cama.

FIN

A&R

8.12.04

Razones para ser Cristiano que NO USO

Ok, ok . . . mis mensajes anteriores pudieron ser un poco abrasivos (la verdad duele, jeje), pero nada, aquí me río un poco de mi propio campo. Estas son las razones que NO USO para afirmar mi posición como Cristiano (y de paso, no aplican a mí en lo absoluto), y por consiguiente las encuentro inválidas, pero graciosas:

- Porque si no lo fuera, me voy para el infierno.
- Porque necesito la creencia en un ser superior para explicar lo inexplicable.
- Porque tengo miedo, y necesito que alguien me cuide.
- Porque le tengo miedo a la muerte.
- Porque personas muy buenas me han dicho que así debe ser.
- Porque la Biblia dice que la Biblia es verdad.
- Porque me criaron así.
- Porque creo que sólo los Cristianos son buenas personas (wow, totalmente falso!).
- Porque hay mucha gente Cristiana en el mundo, y tanta gente no puede estar equivocada.
- Porque hay que ser tonto para no creer en Dios.
- Porque me siento cómodo siendo Cristiano.
- Porque tengo muchos amigos Cristianos, y si cambiara mi parecer no me invitarían más a sus casas.
- Porque uso estupefacientes.
- Porque bebo alcohol.
- Porque soy supersticioso.
- Porque estoy siendo engañado.
- Porque me lavaron el cerebro.
- Porque creo en las novelas de fantasía.
- Porque me emociona.
- Porque necesito tener esperanza en algo.
- Porque si no lo fuera, no pudiera seguir escribiendo en METANOIA :: spa mental.
- Porque creo que tengo la verdad absoluta, y todo el que crea algo diferente está equivocado.
- Porque me andan persiguiendo, y aquí me siento refugiado.

Pudiera seguir la lista hasta quien sabe cuándo . . .

A&R

7.12.04

"Mi Propio Dios llamado YO"

En el post anterior, preguntaba retóricamente que si el Ateo pretendía ser su propio Dios. Después de que escribí eso, leí el libro Why I Believe in God por Cornelius Van Til, y mencionó un punto interesante que quiero comentar acá.

Decía que el Ateo siempre tiene una respuesta para cada evidencia que afirme que Dios existe. Como ha formulado tantos contra-argumentos, ha creado una noción de que cualquier insinuación de la existencia de Dios es un rompimiento de las leyes de la lógica.

Es como si el Ateo ya se ha hecho la determinación de que Dios no puede existir, y es su misma conclusión la que le impide siquiera considerar la posibilidad de lo contrario. Ha hecho los límites de su propio intelecto el estándar más alto por el cual puede pasar cada idea. La idea de un Dios superior no puede pasar por ahí, ya que el Ateo no busca a un Dios superior, sino un Dios del tamaño y de la forma de su propio intelecto. En conclusión, el Ateo es su propio dios.

Es como si una persona quisiera ver una nube, y para buscarlo, usara una lupa y se acostara en el suelo a examinar la tierra. Diría "sólo puedo estudiar la tierra y las cosas que son de la tierra. Hasta que no encuentre la evidencia de una nube de esta forma, nunca creeré que existen." No se da cuenta de que la metodología de búsqueda, la localización, y la escala de lo que está buscando es muy diferente de la información que está admitiendo pasar a su mente.

Quizás el contra-argumento que recibiré a esto es "pero una nube es verificable científicamente, tarde o temprano la persona dará con la evidencia." Sin embargo, esta persona no está usando el método científico en general, está usando una metodología específica. De la misma forma, el que dice buscar a Dios por medio del método científico, en realidad no lo hace, sino que usa la metodología errada.

El Ateo muchas veces pretende dictaminar el tipo de Dios que quiere evidenciar. "Si Dios existe," dice, "¡que aparezca aquí mismo! ¡Que se deje someter a pruebas dentro de nuestros laboratorios! ¡Que podamos verificarlo con nuestros sentidos!". No se da cuenta que en realidad lo que está diciendo es, "si hay un Dios invisible, ¡que se deje ver! Si hay un Dios soberano, ¡que se someta a que le verifiquemos! Si hay un Dios eterno, ¡que venga ahora mismo!". En fin, con su mismo método, el cual es altamente contradictorio, imposibilita el descubrimiento de Dios.

Como dice Van Til, el que ha decidido ser Ateo se ha colocado unos lentes de colores, y todo lo que ve estará teñido de ese color. Si dice que Dios no puede existir a menos que él no lo vea claramente a través de sus lentes de colores, no hay mucho que podamos hacer, sólo verificar que los lentes no estén encementados a su cráneo, y tratar de convencerle que se los quite por un momento.

A&R

1Co 2:14-16 "Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente. Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿quién le instruyó? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo."

Argumentos Ateos, parte I

Tengo mucho que no escribo, básicamente por mucho trabajo, enfocado en el proyecto MCD (más sobre eso luego), y oyendo muchísimos buenos debates entre Cristianos y Ateos.

Con esta empiezo una serie de posts analizando los argumentos que
los Ateos usan frecuentemente, quienes aunque sostienen que su posición es negativa (o sea que niegan que exista un Dios), no se dan cuenta de que casi siempre afirman su posición negativa, lo cual los transporta al campo positivo sin querer. (Si todo esto suena confuso, no se preocupen, no tienen que entenderlo por ahora)

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

En este post, quiero escribir sobre el siguiente contra-argumento Ateo:

"Si Dios es bueno, y a la vez es omnipotente (puede hacer absolutamente todo), no debería existir ningún mal en el mundo. La mera existiencia del mal en el mundo desprueba la posibilidad de un Dios bueno y omnipotente. Un Dios bueno simplemente decidiría deshacer todo el mal del mundo."

Este argumento sumamente pobre parecería, en la superficie, como un buen argumento. Al analizarlo más profundamente vemos cómo este argumento es contradictorio a la noción Atea. Intentaré explicar por qué digo esto, en la menor cantidad de palabras posible.

Primeramente, el Ateo no tiene ningún fundamento objetivo para sus definiciones del bien o el mal. Sus definiciones, según ellos, nacen de imposiciones culturales, ideas subjetivas, opiniones personales, producto del utilitarianismo . . . en fin, dentro de un marco Ateo no puede existir una definición absoluta del bien y el mal. Cada ser humano pudiera tener su propia definición, y todo está bien.

Desde ya pueden empezar a ver cómo el argumento empieza a desmoronarse. Si no hay una definición absoluta del bien o el mal, el enunciado de que "Dios no puede ser bueno por tal y tal razón" se reduce y se toma como una mera opinión subjetiva, la cual es respetada como tal, pero tiene poco que ver con la búsqueda de la verdad. Su "argumento" se reduce a una opinión tan significativa para los demás como lo sería "no me gusta el helado de chocolate".

Otro problema más: El Ateo afirma que si Dios fuera bueno, desharía todo el mal del mundo. En verdad está haciendo la siguiente comparación, "Un mundo en que Dios es bueno y deshace el mal del mundo, es mejor que un mundo en que Dios es bueno y no lo deshace."

Primeramente, noten de nuevo cómo el Ateo lanza sus definiciones de bien y mal sin proveer ningún fundamento objetivo para ellos. Pretende que simplemente tomemos su palabra, si él dice que algo es bueno, debe serlo para todos los seres humanos (¿Quizás el Ateo quiere ser el Dios de los demás? ¿Quizás no hay bien o mal absoluto, excepto lo que el Ateo piensa?).

Segundo, fíjense cómo el Ateo presupone que si Dios existiera, se sometería a las definiciones subjetivas del bien y el mal del Ateo mismo. O sea que, en su mente, Dios sólo podría existir si cumple con los requisitos de ser bueno que el Ateo mismo crea en su cabeza. Parecería que el Ateo está buscando algo más bien como una mascota, y no buscando honestamente si existe un Dios soberano y creador de todo.

Tercero y último, miren cómo el Ateo hace una comparación entre un mundo imaginario en el que Dios es bueno y deshace el mal, contra el mundo actual en que Dios es bueno y no lo deshace, y afirma que el anterior debe ser mejor... (yo que creía que los Ateos sólo se basaban en lo empíricamente
evidencial, hasta que analicé este argumento). El Ateo ni siquiera presenta evidencia de aquel mundo imaginario, sólo se lo imagina, y uno tiene que tener fe en él de que tal mundo puede existir (o existe).

Es como que me digan, "tu mamá no puede ser una buena cocinera." Y si yo pregunto por qué, me responden, "porque pudiera haber otro mundo en el que tu mamá cocine mejor." No tiene ningún sentido (y además no puede haber un mundo en que mi mamá cocine mejor . . . mmm . . . ).

Hasta ahora sólo he hablado acerca de por qué este contra-argumento es inválido; sin embargo, para todos los que honestamente han pensado en esto, y han considerado esto como un obstáculo para creer en Dios, sigan leyendo...

Dios definitivamente es absolutamente bueno, y es omnipotente. También es innegable que en el mundo existe el mal . . . hay enfermedades, muerte por hambre, terrorismo, y otros muchos tipos de maldad más destructivos (y menos perceptibles).

¿Para qué Dios permitiría todo esto, si lo pudiera deshacer en un instante, si así lo quisiera?

1) Porque el hombre fue creado libre. Solamente un ser libre es capaz de amar sinceramente. Si alguien me apuntara con una pistola y me obligara a amarle, dudo mucho que tal sentimiento brotaría de mí.

Esto era lo que Dios quería, crear seres quienes lo conocieran y le amaran. En consecuencia, para podernos dar decisión libre de amar, también nos tuvo que dar la opción de no hacerlo.

2) Porque el hombre ha preferido la maldad. No hay que ser un genio para darse cuenta de esto. Día a día, tenemos múltiples opciones de vida, y nadie puede negar que la mayoría de veces decidimos lo que es peor para nosotros y/o para los demás. El apóstol Pablo dijo "Porque no hago el bien que quiero; pero el mal que no quiero, éste hago." (Rom 7:19) Constantemente tenemos esta lucha en nuestro ser, y lo sabemos.

Como decía en el punto anterior, Dios no quiere simplemente quitarnos la libertad para que decidamos hacer el bien. El respeta nuestras decisiones, pero aún espera que tomemos la decisión correcta.

3) Porque la vida no termina aquí. Nadie puede negar que la muerte es mala, tal como lo son los sufrimientos de esta existencia. Sin embargo, la promesa de una vida más allá de la muerte física trae otra dimensión al significado de la muerte. Para el Cristiano, la muerte no resulta como un final, sino como una simple transición. El apóstol Pablo pregunta retóricamente: "¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" (1 Cor 15:55)

4) Porque la vida aquí es el entrenamiento para la próxima vida. A los que somos rescatados por Cristo, Dios ha prometido una vida en la que no habrán lágrimas ni dolor.

El Ateo podría preguntar a esto, "Si Dios si podía diseñar un mundo en que no hubiera mal, ¿por qué no lo hizo así desde el principio?". La respuesta es que la próxima vida no es una vida aparte de esta, sino una vida como resultado de las decisiones libres de esta. C.S. Lewis, en su libro Mere Christianity, dice que si tomas las decisiones correctas en esta vida, ya estás transformándote en la criatura que Dios quiere que seas eternamente. Si al contrario tomas malas decisiones, empiezas a vivir el infierno aquí y ahora.

Nuestras decisiones de hoy resultan en nuestra condición eterna. El que quiere vivir en un mundo sin maldad, puede tomar la decisión de seguir al que es la resurrección, a Jesús el Mesías. El que no lo quiere hacer, simplemente tendrá que conformarse con el mundo como está . . .

. . . Dios no obliga a nadie.

A&R


1 Cor 15:57-58 "Mas á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano."