Acerca de los Falsos Dilemas, cita de Vincent Cheung
Me encantó esta porción del escrito más reciente en el blog de Vincent Cheung, acerca de los falsos dilemas en que algunos Cristianos se enfrascan, especialmente notorios desde el campo Postmodernista. Cheung, en su particular estilo punzante, y la habilidad lógica más afilada que una navaja, revela mucho de lo que yace detrás del culto a la irracionalidad que está tan en boga en nuestros días. Acá mi traducción:
"La popular creencia entre profesos Cristianos de que Dios constantemente se contradice está relacionado al problema que trato en "Blasfemia y Misterio en la Teología". Ahí se dice que un conjunto de pasajes Bíblicos parece contradecir a otro, indicando así "polaridades" - u opuestos - en la naturaleza misma de Dios. Con gran celo y empeño, profesos Cristianos insisten que tales contradicciones existen a través de las Escrituras, de tal forma que se ha vuelto una prueba de ortodoxia el afirmar que Dios se contradice, e incluso algunos llegan a perseguir a los que les muestran lo contrario, que la revelación de Dios no es sólo auto-consistente, sino que es obvia y evidentemente así. Aquellos que se rehusan en blasfemar son tratados como herejes.
"Por supuesto, el asunto no es comunmente expresado tan explícitamente. Se dice que las alegadas contradicciones en las Escrituras son sólo aparentes, y términos alternos como "tensión", "paradoja", y "misterios" son usados para encubrir la blasfemia. Esto es, sólo existen aparentes contradicciones en las Escrituras, no es que las hayan realmente. Sin importar qué tan contradictorias nos parezcan, todas las doctrinas Bíblicas son en realidad perfectamente consistentes en la mente de DIos. Nuestra responsabilidad es afirmar ambos lados de la contradicción.
"Sin embargo esto no tiene sentido. Si una proposición contradice a otra, ya sea que la contradicción sea o no "aparente", el que una persona afirme una proposición es en efecto una negación de la otra - esto es lo que una contradicción necesariamente requiere. Por tanto, cuando una persona intenta afirmar dos proposiciones contradictorias, de hecho estaría negando ambas en orden inverso. Esto es, si X contradice a Y, entonces afirmar X es negar Y, y vice versa. Afirmar ambos X y Y, por tanto, sería afirmar no-X y no-Y. No obstante, como la negación de una es la afirmación de la otra, negar ambas proposiciones es también afirmar a ambas en orden inverso de nuevo, y así por el estilo. Esto es, afirmar a no-Y es afirmar X, y vice versa. Así que afirmar no-Y y no-X es afirmar X y Y. El resultado es que es imposible y sin-sentido afirmar dos proposiciones contradictorias. Lógicamente hablando, debemos decir que una persona quien afirme dos proposiciones alegadamente contradictorias en la Biblia no está afirmando ni negando nada de la Biblia después de todo.
"La verdad es que las contradicciones aparentes son subjetivas. Asumiendo que no hay contradicciones reales entre dos proposiciones, entonces el hecho de que una persona perciba una contradicción sólo nos dice algo sobre él, y no sobre las dos proposiciones. Quizás él posea un intelecto inferior, o carece de la información de trasfondo necesaria. Entonces, frecuentemente dos proposiciones parecen contradecirse sólo porque la persona asume una tercera proposición por la cual él procesa estos dos.
"Por ejemplo, en "Blasfemia y Misterio en la Teología", Carson escribe que un conjunto de pasajes Bíblicos da la impresión de que Dios es un maleante soberano, mientras que otros conjunto de pasajes Bíblicos indican que Dios es absolutamente bueno. Pero en ninguna parte de la Biblia dice que Dios sea un maleante soberano, o ni siquiera que parece serlo, cuando ejercita su derecho y poder para controlar el mal. Una premisa ajena a la Biblia ha sido insertada en la discusión, una que la Biblia no tiene responsabilidad alguna en adoptar, integrar, ni armonizar con sus enseñanzas. Por tanto, el hecho de que profesos Cristianos perciban tales contradicciones nos dice algo sobre ellos - su incompetencia, prejuicio y rebelión.
"Ya que las contradicciones aparentes son privadas y subjetivas, los profesos Cristianos quienes creen que perciben una contradicción en las Escrituras jamás deben ignorar ni perseguir a alguien quien afirma tener la solución, o mejor aún (ya que ninguna solución es en verdad necesaria), quien reprende a uno que perciba una contradicción donde no la haya. El que esta gente afirme que las Escrituras sólo contienen contradicciones aparentes y no contradicciones reales es una admisión de que están percibiendo algo que no está ahí - es un espejismo y una ilusión. Aquellos que ven contradicciones aparentes en las Escrituras están en el mundo de fantasías hermenéuticas. Es inicuo de su parte darse la vuelta para acusar y atacar a aquellos quienes sí pueden percibir la verdad y la realidad, esto es, la perfecta coherencia de las Escrituras.
"La explicación común para la percepción de contradicciones en las Escrituras, a pesar de que tales contradicciones no existan, es que nuestras mentes humanas "finitas" no pueden completamente comprender ni armonizar todo lo que Dios ha revelado. Ahora bien, la enseñanza de que nuestras mentes humanas son finitas es verdadera, y yo felizmente confesaré que estas personas son un ejemplo supremo de este hecho. Estos maestros de la finitud intelectual viven lo que predican, a veces mucho más de lo que ellos mismos se dan cuenta. Ellos son epístolas vivientes de la retardación mental.
"Sin embargo, sus mentes finitas les permiten entretener por lo menos dos asumidos falsos. Primero, asumen que todas las mentes humanas son tan finitas como las de ellos, al nivel de ser babosos idiotas, así que descartan la posibilidad de que las mentes de algunas personas sean menos finitas, y capaces de percibir la perfecta sabiduría y la coherencia de Dios en las Escrituras. Segundo, parecen creer que la mente de Dios es casi tan finita como la de ellos, así que descartan la idea de que Dios sabía que estaba entregando sus palabras y sus mandamientos a un mundo caído, y que estaba comunicándose con mentes tan finitas como las de ellos. Es como si asumieran que la mente de Dios sea retardada también, de tal forma que no pudo hablar con claridad y coherencia, ni establecer mandamientos morales que permanecieran consistentes unos con los otros aún cuando son aplicados a este mundo caído por mentes muy finitas.
"Si somos los testigos de Dios ante el mundo, entonces lo menos que podemos hacer es mostrarle al mundo que le respetamos. Pero cuando los Cristianos hablan sobre la majestad de Dios y la mente finita del hombre en la forma usual, lo que el mundo escucha es "Si, nuestro sistema de fe completo es auto-contradictorio, pero sólo aparentemente, porque somos estúpidos". Y luego pretendemos que quieran ser como nosotros. Pero si debemos aspirar pensar correctamente, y hablar sobre Dios de forma reverente, debemos decirle al mundo, "No, las Escrituras son perfectamente coherentes, y eso es obvio. Si algo en ellas te parecen contradictorias, es porque tú eres estúpido. Hay algo que está mal en ti, el no-creyente, y no con Dios ni con ninguno de los que creemos en El." Esta postura Bíblica enfurece a nuestros oponentes "Cristianos", quienes toman la actitud de que "Nuestras mentes son finitas, de alguna forma esto resulta en que vemos contradicciones donde hay perfecta armonía. Y si no podemos ver esta perfecta armonía, ustedes tampoco." Luego ellos tienen las agallas de llamarnos arrogantes por afirmar la evidente y real coherencia de Dios. ¿Entonces qué? Todo este sin-sentido sobre "mentes finitas" no es más que auto-humillación deshonesta. Si en verdad son tan humildes, entonces que se queden callados y que aprendan."
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