¿Deseas la Paz?
Anoche sucedió un incidente en mi vecindario, del cual no quiero dar demasiados detalles. Bástese por ahora decir que un joven que vive al lado se puso de necio, gritando toda suerte de insultos, amenazas y maldiciones contra mi vecino que vive del otro lado. Aunque mi casa está literalmente en medio de las dos, procuré no estar en medio del lío, aunque todo terminó con varias patrullas de policías visitando el lugar, y el joven escandoloso fue arrestado. Naturalmente, tuve que dar testimonio a la policía sobre lo que allí aconteció.
Una vez la cosa se había calmado, la hija del vecino que recibió la mayor cantidad de insultos vino donde nosotros, mas o menos a desahogarse. Como buena Cristiana (toda esa familia es Cristiana), procuró darle el enfoque "religioso" al asunto, diciendo algo que me pareció bastante curioso, algo así como:"Por nuestro conocimiento de la Palabra, nosotros sabemos que nunca tendremos paz... pero eso no quiere decir que no lo sigamos deseando. Mi familia y yo sólo deseamos estar en paz."
¿Por qué me parece curioso? Pues no es por esperar una gran profundidad teológica por parte de una mujer nerviosa que acaba de ser amenazada, pero en realidad veo que esta forma de pensar es bastante popular. Es la tensión entre dos ideas:
1) [Según muchos] la Biblia dice que el mundo se pondrá peor y peor y peor como señal de que llegan los "últimos tiempos" y por tanto la segunda venida de Cristo. Por esta razón, debemos estar alegres cuando veamos que cosas malas ocurren en el mundo.
2) A la vez, no deseamos las cosas malas, y en realidad hacemos todo lo posible por evitarlas. De hecho, somos muy felices cuando tenemos paz, pues es el estado en que sentimos que deberíamos estar.
Esto sólo lleva a un grado de confusión terrible, conduce a las personas a actuar con un serio grado de inconsistencia. Estas son algunas de las consecuencias de este pensar:
a) Las personas, frente a la amenaza de alguna situación mala, no saben qué hacer. Por un lado, sienten que no quieren que nada malo ocurra; a la vez, sienten que si intervienen, están interviniendo en el suceso necesario de las cosas para que Cristo venga por segunda vez.
b) Muchas veces, justificamos y hasta provocamos a personas que no tienen a Cristo a que sean ellas quienes hagan lo malo, para así poder marcar claramente entre los Cristianos (quienes, a fin de cuentas, serán raptados, según muchas personas), y los condenados. Mientras seamos los máritres, las víctimas, entonces todo está bien. Esto nos hace sentir mejor, ya que no somos los santos los que estamos haciendo el mal en el mundo, aunque por dentro estamos permitidos a reír y a celebrarlo.
c) Esto a la vez nos plaga con una dureza e insensibilidad ante necesidades verdaderas de los seres humanos. Criticamos a los hinduístas porque su sistema de castas les lleva a rechazar a los parias, ya que según dicen, están pagando su karma; sin embargo, nosotros tenemos nuestras versiones de parias, esto es, todo aquel que no sea Cristiano (o quizás más fuertemente, aquellos quienes no asistan a una "iglesia local"). Ellos se merecen hacer lo malo, tienen justificación, ya que ese es su destino en el mundo. Después de todo, están cumpliendo el plan de Dios para que las cosas se pongan peor y peor y peor. Necesitamos personas así en el mundo, nos ayudan a sentir bien, tal como se sentía el Fariseo de Lucas 18:10-14.
Yo pregunto, ¿no será que ya estamos en el Reino, y que como una de las características del Reino es PAZ (Romanos 14:17), nuestro deseo de tener PAZ es realmente justificado en su totalidad?
A&R
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