27.5.07

Parte 5, Respuesta de Wilson (Cristiano)

De: Douglas Wilson

A: Christopher Hitchens

Parte 5


Me temo que tu argumento está enmarañado con mayores dificultades que la etnicidad del Samaritano, y por eso aquel asunto no debe obstruírnos más. Yo he estado pidiéndote una justificación para la moralidad, dado el ateísmo, y más que todo has respondido con aserciones de que los ateos pueden hacer lo que alguna gente llama decisiones morales. Bueno, seguro. Pero lo que he estado persiguiendo es una justificación racional que puedan ofrecer para determinar que una decisión sea "moral" y la otra "inmoral". Finalmente apelaste a la "solidaridad humana innata", una frase que dio paso a una serie de aguzadas preguntas de mi parte. En respuesta, ahora nos dices que tenemos una predisposición innata a ambos comportamientos, bueno y malo. Pero aún estamos atascados. Lo que quiero saber (todavía) es qué justificación tienes para decir que algunos comportamientos son "buenos" y otros "malos". Si ambos son innatos, ¿qué es lo que los distingue? ¿Estaría mal que tiremos una moneda? Con respecto a tu rebatida de que mi "talento para la complejidad innecesaria" simplemente me resulta en "la coexistencia de Dios con el mal", replicaré que prefiero tener a mi Dios y al problema de la maldad que tu no-Dios y "¿Maldad? ¡No hay problema!"

Luego de este número de entregas, ahora me siento cómodo en afirmar que te he colocado esta pregunta desde cada punto de la brújula y aún no he recibido siquiera algo que se asemeje a la semblanza de una respuesta. Sobre esta pregunta me siento tentado a citar a Wyatt Earp en la película Tombstone—"¿Vas a hacer algo, o sólo te quedarás ahí sangrando?"Pero creo que lo pasaré por alto. Earp no era muy parecido al Buen Samaritano.

Pero es interesante que la misma cosa te ocurre a ti cuando has ofrecido alguna justificación para confiar en la "razón". He notado tu cita de LaPlace en tu libro y estoy feliz de que lo hayas sacado a relucir acá. LaPlace creía que no estaba en necesidad de la hipótesis de un Dios, igual que tú, pero debes saber también que él sostenía su postura como un firme creyente en las mecánicas celestiales y terrenales. El era un determinista causal, lo cual significa que creía que cada elemento del universo en el presente era "el efecto de su pasado y la causa de su futuro".

Así que si LaPlace es la razón por la cual piensas que la creencia en Dios es ahora "opcional", esta apelación tuya en realidad se convierte en un asunto bastante divertido. Esta doctrina significa (aunque admisiblemente LaPlace se distrajo antes de que estas implicaciones le alcanzaran) que tú, Christopher Hitchens, no estás pensando en tus pensamientos y escribiéndolos porque sean verdaderos, sino porque la posición y la velocidad de todos los átomos del universo hace cien años lo exigían así. Y yo tampoco estoy pensando en mis pensamientos Cristianos porque sean la verdad de Dios, sino porque eso es lo que los químicos ensamblados en mi cabeza siempre provocan en esta condición y bajo esta temperatura. El "demonio de LaPlace" pudo haber calculado y predecido tus argumentos (y el número de palabras con que los escribirías) hace un siglo del mismo modo en que pudo haber calculado los niveles del agua de los charcos frente a mi casa— y pudo haberlo hecho utilizando las mismas fórmulas. Esto significa que tus argumentos y mis charcos son realmente el mismo asunto. Están al mismo nivel, si se quiere.

Si tomaras una botella de Mountain Dew y otra de Dr. Pepper [dos marcas de bebidas gaseosas - AR], los agitaras vigorosamente, y los colocaras sobre una mesa, no se le ocurriría a nadie preguntar cuál de las dos está "ganando el debate". No están debatiendo; están espumando. Tú te refieres al "lenguaje en que se escribe este argumento", y lo dices como si creyeras en un universo donde la argumentación es un concepto con significado. ¿Argumento? ¿Argumento? Yo no necesito tus "hipótesis sobre argumentos". Hombre, son sólo materia en movimiento.

Tú rechazas la idea de que la muerte de Jesús—la "tortura y muerte de un singular individuo en una zona lejana del Medio Oriente"—pudiera posiblemente ser la solución a las penas de nuestra brutal existencia. Cuando dije que Jesús es bueno para el mundo porque es la vida del mundo, simplemente lo tiraste a un lado. Dijiste, "No hay forma posible de que puedas "saber" esto. Tampoco puedes presentar evidencia alguna para ello."

Realmente pienso que puedo presentar evidencia por lo que sé. Pero la evidencia viene a nosotros como la comida, y por eso es que oramos antes de comerla. Y se supone que nos la comamos, no empujarla alrededor del plato—y si no damos las gracias, nunca sabe bien. Pero aquí hay un poco de evidencia para ti, en ningún orden en particular. La ingeniería de un tobillo. El sabor de la cerveza. El que Jesús se levantase de los muertos al tercer día, tal como dijo que lo haría. El cuello de una mujer. Las abejas jugueteando entre las flores. La habilidad de una bellota para manufacturar enormes robles a partir de lo que hallan en el aire y en la tierra. El perdón de los pecados. Las tormentas desde el Norte, de los que tienen rayos. La risa jovial (o bien espasmos diafragmáticos, para el ateo materialista). El océano nocturno con una luna llena. El blues del Delta. El pavo real que vive detrás de mi casa. La salida del sol, en color. El bautismo a los bebés. El placer de estornudar. El contacto visual. Sentir tus pies sacados del fango cenagoso, y puestos por siempre sobre la peña. Puedes decir que nada de esto te sabe bien. Pero supongamos que inclinaras tu cabeza y dieras las gracias por todo ello. Inténtalo de esa manera.

Dices que no puedes creer que la muerte de Cristo en la Cruz fuera la salvación para el mundo porque la idea es absurda. Yo he mostrado de varias formas que lo absurdo no ha descalificado un gran número de tus creencias actuales. Tu alabas a la razón hasta las alturas, pero no ofrecerás razones para tus estridentes e inflexibles juicios morales, ni por qué has denominado a ciertos procesos químicos como "argumentos racionales". Eso es absurdo ahora mismo, y sin embargo, ahí estás sosteniéndolo. Así que el que tú rechaces a Cristo porque es absurdo es como un hombre de un lado de la alberca que se rehusa a nadar del otro lado por el temor a mojarse. Dadas tus premisas, tendrás que derivar una razón diferente para rechazar a Cristo que las que tú actualmente usas.

Pero si te movieras en este sentido, revelarías los dos principios fundamentales del verdadero ateísmo. 1: No hay Dios. 2: Yo Lo odio.



-Douglas Wilson



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25.5.07

Parte 5, Respuesta de Hitchens (ateo)

De: Christopher Hitchens


A: Douglas Wilson

Parte 5


Si tú insistes, concederé que el significado del Samaritano yace en su etnicidad. Para empezar, no es una parábola impresionante, aunque me lo enseñaron por primera vez en la escuela dominical, fue expuesto como un ejemplo de caridad universal (con la implicación añadida, no extraña a nosotros por alguna razón, que la gente piadosa no es más propenso a comportarse com amor y compasión que los demás). Incidentalmente, ¿qué sabemos acerca de la etnicidad del hombre quien cayó entre los ladrones, o del carácter tribalista de aquellos ladrones, si a eso vamos? Seguramente debes estar capacitado para pronunciar con autoridad acerca de esos detalles también, ¿no?

Estoy de acuerdo en que los orígenes del cosmos están ocultos—misteriosos, si se quiere—a nosotros dos. De todos modos eres tú quien provoca el misterio, sin embargo, al insistir que los más recientes desarrollos en esta pequeñísima pizca de planeta en el borde de la galaxia son los que imparten significado al "Big Bang" o a la primera causa divina. Preguntar acerca de qué causó cualquiera de los dos es invitar, como bien sabes, un regreso infinito de preguntas sobre lo que causó a cualquiera de esas causas. En mi libro he citado al gran [Pierre-Simon, Marquis de] LaPlace, quien abrió la era moderna diciendo que los recuentos del cosmos y sus hechos ya estaban completos, o incompletos, en sus propios términos. No requerían a un "dios". La creencia en una deidad ha sido opcional desde entonces. Créelo si quieres, pero sé consciente de que levanta más preguntas que lo que contesta (en realidad no contesta ninguna pregunta importante) y es altamente vulnerable al noble filo de Ockham. Los deístas solían estar de acuerdo contigo sobre un Creador pero no eran religiosos en el asumido de que tal entidad no licenciara el asumido añadido que él o ella desease que interviniese en los asuntos humanos, y mucho menos el asumido que la tortura y muerte de un singular individuo en una zona lejana del Medio Oriente era la solución que estábamos esperando por decenas de miles de años de la existencia brutal del Homo sapiens.

Aplica un poco del mismo razonamiento a los orígenes de la moralidad. Yo digo que nuestra predisposición "innata" al comportamiento bueno y malo es precisamente lo que uno se esperaría de una especie recién-evolucionada que es (como ahora ya sabemos por el estudio del ADN) medio cromosoma aparte de un chimpancé. Por cierto, yo no entiendo eso como una denigración de la humanidad. Las sociedades de primates y de elefantes e incluso de cerdos muestran considerable evidencia de empatía hacia los demás, cercanía entre padres e hijos, solidaridad en la cara del peligro, y demás. Como Darwin dijo:

Cualquier animal, capacitado con instintos sociales bien marcados, incluídos los afectos paternales y filiales, inevitablemente adquirirán un sentido moral o consciencia, tan pronto que sus capacidades intelectuales se desarrollaran lo suficiente, o casi lo suficiente, como el hombre.

Ahora podemos observar que este es el caso. Pero el "altruísmo" animal y humano está en contradiccion con la manera en que las especies también están diseñadas para pelear, matar, dominar, e incluso consumirse unos a otros. Los humanos son capaces de aún mayor crueldad porque sólo ellos tienen la imaginación para infligirlo. Yo no pienso que esto acusa al Creador quien los hizo de esta manera, porque hace mucho tiempo rechacé el asumido de que exista alguna entidad tal. Por tanto, es a ti y no a mi, a quien le quedan las preguntas sobre la coexistencia de Dios con la maldad. Mira dónde te ha dejado tu talento para la complejidad innecesaria.

Las fluctuaciones entre las conductas sociales y anti-sociales son básicamente consistentes a través del tiempo y el espacio: algunas sociedades tienen canibalismo con permiso pero tienden a desfallecer, mientras otros tienen sacrificio humano e infanticidio con permiso (usualmente bajo la influencia de algún tipo de sacerdocio). Pero yo responderé tu pregunta haciendo la observación pragmática que, si nos sometemos a nuestros bajos instintos todo el tiempo, no habría un lenguaje con qué escribir este argumento entre nosotros y tampoco habría una sociedad en donde pudiéramos encontrar una audiencia. La lucha por aseverar lo que es positivo dentro de nuestra capacidad humana—y no me molesta la metáfora de Lincoln sobre nuestros "ángeles mejores" si me prometes no tomarlo demasiado literalmente—es lo suficientemente árduo. Si me observo a mí mismo, encuentro que puedo derivar placer del acto de donar sangre gratuitamente y también de contemplar las muertes de mis enemigos clérigo-fascistas en los rangos del Al Qaeda e incluso de las malas fortunas de los que no me amenazan. Estoy seguro de que puedes ofrecer ejemplos paralelos propios. Pero decirnos que fuimos creados enfermos y luego ordenados para que estemos mejor no ayuda en aclarar el problema. Y decirnos que la solución sólo se hizo disponible hace dos mil años, de acuerdo a algunos recuentos altamente discrepantes y auto-contradictorios, no me puede parecer otra cosa que absurda. ¿Qué rayos se prueba—exceptuando tu propia vulnerabilidad para armar enunciados tautológicos—al afirmar que "Jesucristo es bueno para el mundo porque vino como la vida del mundo"? No hay forma posible de que puedas "saber" esto. Tampoco puedes presentar evidencia alguna para ello. Y su corolario—que sin Jesús estamos abandonados a la maldad en todas sus formas—contiene la horrible implicación de que las acciones valiosas no tienen un punto a menos que estén acompañadas de tu mal-fundamentada fe. Como he dicho, créelo si te ayuda. Pero no insultes a las millones de personas quienes han hecho lo correcto sin requerir ninguna tal autoridad sobrenatural. Y tampoco me digas que seguramente debo estar enamorado de la muerte si difiero de tu visión. Eso ya es demasiado. Tu Cristianismo, en caso de que no lo hayas notado, en realidad te ha hecho una persona menos compasiva y considerada que, sin sus exhorbitantes presunciones, serías de otro modo.

-Christopher Hitchens



[fuente]


[introducción]



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24.5.07

Dios y la Lógica: Indice y Reflexiones

A continuación, presento un índice de las entregas que componen la traducción del ensayo "God and Logic", por Gordon H. Clark.


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Reflexiones

En mi prólogo, compartía que me cansan las personas - especial y extrañamente los hermanos - quienes dicen que la fe se opone a la lógica. Hasta ahora he tenido paciencia por comprender que las personas quienes dicen esto en realidad no saben de qué hablan; confunden "lógica" con "leyes físicas" o con "asumidos empíricos".

El escrito de Clark me ayuda a entender que el rechazo a la lógica es el rechazo a Dios mismo, y por tanto mi celo por este asunto es justificado.

A aquellos hermanos quienes proponen un rechazo a la lógica, me gustaría preguntarles cómo logran afirmar que Jesús es el Mesías, o que el Cristo ha resucitado, o que Dios es uno, o cualquier noción pertinente al evangelio, sin apelar a la lógica. Sobre todo, sin apelar a la lógica, a qué recurren para afirmar algo como realidad para todos los hombres. Como ven, el rechazo a la lógica tiene como fin el escepticismo y la incredulidad.

Permítanme refrasear el último punto: Al rechazar la lógica, validamos, estimulamos y afirmamos a los no-creyentes en su forma de vivir y de pensar. ¿Será esto el mensaje del evangelio, que los no-creyentes pueden habitar y razonar perfectamente, teniendo a Dios sólo como una opción que pueden escoger si les gusta y si quieren?

Mientras el Reino avanza, tenemos que tener cuidado de no conceder a los de afuera lo que a nosotros nos pertenece. Esto sería la peor obra de confusión contra todo el que no ha recibido la luz del conocimiento de la gloria de Dios, en la faz de Cristo. Mostrémosles, pues, que fuera del Logos no existe lógica.

Para cerrar, les dejo esta graciosa frase del Dr. Clark mismo:

"Las paradojas son un calambre entre las orejas, que puede ser eliminado con un masaje racional."

En reposo siempre,

A&R

23.5.07

Lógica : Conclusión

La lógica es irremplazable. No es una tautología arbitraria, un marco útil entre otros. Varios sistemas para catalogar libros en una biblioteca son posibles, y varios de ellos son igualmente convenientes. Todos son arbitrarios. La sección de historia puede ser designada por el 800 tan fácilmente como por el 400. Sin embargo, no hay sustituto para la ley de la contradicción. Si "perro" es el equivalente de "no-perro", y si 2 = 3 = 4, no sólo desaparece la zoología y las matemáticas, sino también Victor Hugo y Johann Wolfgang von Goethe desaparecen. Estos dos hombres son ejemplos particularmente apropiados, ya que ambos, en especial Goethe, eran romanticistas. Aún así, sin lógica, Goethe no pudo haber atacado la lógica del Evangelio de Juan (I, 1224-1237).

Geschrieben steht: "Im anfang war das Wort!"

Hier stockich schon! Wer hilft mir weiter fort?

Mir hilft der Geist! Auf einmal seh' ich

Rath und schreib'getrost: "Im Anfang war die That!" *


No obstante, Goethe puede expresar su rechazo del Logos divino de Juan 1:1, y expresar su aceptación de la experiencia romántica, sólo utilizando la misma lógica que desprecia.

Repito, aún si luce hartante: La lógica está fija, es universal, necesario e irremplazable. La irracionalidad contradice la enseñanza Bíblica desde el principio hasta el fin. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob no está demente. Dios es un ser racional, la arquitectura de cuya mente es la lógica.


(Traducido de "God and Logic", por Gordon H. Clark)


* Una traducción no-oficial al castellano pudiera ser: " 'En el principio era el Verbo' ¡He aquí, estoy obstruído! ¿Quién me colocará en acuerdo? ¡El Espíritu me está asistiendo! Ahora veo lo que necesito. Y escribo con certeza: 'En el principio era la Hazaña'!"


Fin

22.5.07

La Lógica y el Lenguaje

Este punto nos trae al asunto central acerca del lenguaje. Este no se desarrolló a partir de, ni tampoco fue su propósito restringido a, las necesidades físicas de la vida terrenal. Dios le otorgó a Adán una mente para comprender la ley divina, y le otorgó el lenguaje para permitirle hablar con Dios. Desde el principio, la intención del lenguaje fue la alabanza. En el Te Deum, por medio del lenguaje, y a pesar del hecho de que se canta con música, le ofrecemos "halagos metafísicos" a Dios. El debate sobre la adecuacia del lenguaje para expresar las verdades de Dios es un falso dilema. Las palabras son meros símbolos o señales. Cualquier signo sería adecuado. El verdadero asunto es: ¿Posee el hombre la idea de simbolizar? Si puede pensar sobre Dios, entonces puede utilizar el sonido Dios, Deus, Theos ó Elohim. La palabra no hace diferencia, y el signo es ipso facto literal y adecuado.

La visión Cristiana es que Dios creó a Adán como una mente racional. La estructura de la mente de Adán era la misma que la de Dios. Dios piensa que el afirmar lo consecuente es una falacia; y la mente de Adán fue formada sobre los principios de la identidad y la contradicción. Esta visión Cristiana acerca de Dios, el hombre y el lenguaje no cabe dentro de ninguna filosofía empírica. En cambio, es una especie de racionalismo a priori. La mente del hombre no está inicialmente en blanco; está estructurada. De hecho, un vacío sin estructura no es una mente. Ni tampoco una hoja de papel en blanco pudiera extraer ninguna ley universal de la lógica a partir de experiencias finitas. Ninguna proposición universal ni necesaria puede ser deducida a partir de la observación sensorial. La universalidad y la necesidad sólo pueden ser a priori.

Esto no quiere decir que toda la verdad pueda ser deducida a partir de la lógica solamente. Los racionalistas del siglo diecisiete se trazaron una tarea imposible. Aún si el argumento ontológico fuese válido, es imposible deducir Cur Deus Homo, la Trinidad, o la resurrección final. Los axiomas a los que las formas lógicas a priori deben ser aplicados son las proposiciones que Dios reveló a Adán y a los profetas subsiguientes.


(Traducido de "God and Logic", por Gordon H. Clark)


Continúa...


21.5.07

La Lógica en el Hombre

Entendiendo esto acerca de la mente de Dios, el siguiente paso es la creación del hombre en la imagen de Dios. Los animales no-racionales no fueron creados en su imagen; pero Dios sopló su espíritu en la forma terrenal, y Adán vino a ser un tipo de alma superior a los animales.

Para ser precisos, uno no debería hablar sobre la imagen de Dios en el hombre. El hombre no es algo en que en alguna parte la imagen de Dios puede ser hallada junto con otras cosas. El hombre es la imagen. Esto, por supuesto, no se refiere al cuerpo del hombre. El cuerpo es un instrumento o herramienta que el hombre utiliza. El mismo es el aliento de Dios, el espíritu de Dios soplado en el barro, la mente, el ego pensante. Por tanto, el hombre es racional en la semejanza de la racionalidad de Dios. Su mente está estructurada como lo describió la lógica Aristotélica. Por eso es que creemos que los spaniels tienen dientes. Además de los bien conocidos versos en el capítulo uno, Génesis 5:1 y 9:6 ambos repiten la idea. 1 Corintios 11:7 dice "el hombre... es la imagen y la gloria de Dios". Ver también Colosenses 3:10 y Santiago 3:9. Otros versos, que no son tan explícitos, no obstante añaden a nuestra información. Compárese con Hebreos 1:3, Hebreos 2:6-8 y el Salmo 8. Pero la consideración conclusiva es que a través de la Biblia completa, el Dios racional ha otorgado al hombre un mensaje inteligible.

Es extraño que alguna persona que se piense ser Cristiano desprecie la lógica. Por supuesto, tal persona no tiene intención de despreciar la mente de Dios; pero así piensa que la lógica en el hombre es pecaminosa, aún más pecaminosa que las otras partes de la naturaleza caída del hombre. Esto, sin embargo, no tiene sentido alguno. La ley de la contradicción no puede ser pecaminosa. Muy por el contrario, son nuestras violaciones a la ley de la contradicción las que son pecaminosas. Sin embargo, las constricciones que algunos autores devotos colocan sobre la lógica "meramente humana" son sorprendentes. ¿Puede ser que una piadosa estupidez en verdad quiera decir que un silogismo que es válido para nosotros es inválido para Dios? Si dos más dos es igual a cuatro en nuestra aritmética, tiene Dios una aritmética diferente en el que dos más dos sea igual a tres, o quizás cinco? El hecho es que el Hijo de Dios es el razonamiento de Dios - pues Cristo es la sabiduría de Dios así como el poder de Dios - además del hecho de que la imagen en el hombre es el tal llamado "razonamiento humano", es suficiente para probar que este tal llamado "razonamiento humano" no es tan humano sino divino.

Por supuesto, las Escrituras dicen que los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos ni sus caminos nuestros caminos. Pero, ¿será buena exégesis interpretar de esto que su lógica, su aritmética, su verdad no son los nuestros? Si esto fuera así, ¿cuáles serían las consecuencias? Significaría que no sólo nuestras sumas y restas están todas equivocadas, sino también que todos nuestros pensamientos - en la historia así como en la aritmética - están todos errados. Si por ejemplo, pensamos que David era el Rey de Israel, y los pensamientos de Dios no son los nuestros, entonces se deduce que Dios no piensa que David era el Rey de Israel. En la mente de Dios, quizás David era el primer ministro de Babilonia.

Para evitar este irracionalismo, lo cual por supuesto es una negación de la imagen divina, debemos insistir que la verdad es la misma para Dios y para los hombres. Naturalmente, es posible que no conozcamos la verdad acerca de algunas materias. Pero si algo sabemos, lo que sabemos debe ser indéntico a lo que Dios sabe. Dios conoce toda la verdad, y a menos que sepamos algo de lo que Dios sabe, nuestras ideas están erradas. Es absolutamente esencial, por tanto, insistir en que existe un área de coincidencia entre la mente de Dios y nuestra mente.


(Traducido de "God and Logic", por Gordon H. Clark)

Continúa...

19.5.07

Parte 4, Respuesta de Wilson

De: Douglas Wilson

A: Christopher Hitchens


Parte 4


Te refieres a que los de la fe "crean misterios donde ninguno existe". ¿Pudiéramos estar de acuerdos con que la pregunta "¿Por qué es que hay algo aquí en vez de nada?" no cae bajo esa categoría? Si tú y yo estuviésemos parados en un balcón imaginario observando el momento en que los motores cósmicos explotaron, otorgándonos el Big Bang, o bien observando la primera gloriosa respuesta creacional a la fiat lux de Dios, ¿pudiéramos estar de acuerdos en que en ese momento la navaja de Ockham nos sería absolutamente inútil para ambos?

Si Jesús hubiera relatado una historia sobre un hombre negro deteniéndose a ayudar a un hombre blanco golpeado en Mississippi año 1950, y tú luego relatas la historia con el hombre de caridad siendo blanco, creo que sería apropiado para mí señalar la inversión, y el que la historia fue significativamente cambiada y debilitada. Y cuando digo que el Buen Samaritano cumplió una antigua ley, nunca dije que la obediencia a esta ley estaba dormida durante el tiempo entremedio. Por supuesto que no lo estaba. Pero tampoco estaba durmiente la desobediencia, y Jesús estaba confrontando una forma particular de desobediencia institucionalizada—la hipocresía religiosa.

Sobre la cuestión de la moralidad, dices que estás "simplemente reacio" a decir que si la fe religiosa cae, entonces la estructura de la decencia también caería. Pero tu comportamiento va más allá que estar meramente "reacio a conceder". Tu libro y tus entregas en este debate hasta ahora están llenos de denunciamientos contra varias manifestaciones de inmoralidad. Estás jugando a Savonarola, y yo simplemente quiero saber la base de tus floridos denunciamientos. Predicas como un evangelero caliente—con todo y su gran libro con tapa de cuero. Yo sé que el libro no es la Biblia, así que lo único que quiero saber es cuál es ese libro, y por qué tiene siquiera algo que ver conmigo. ¿Por qué cualquier persona debe escuchar tus jeremíadas contra los extremistas del Medio Oriente o contra los Bautistas fundamentalistas de Virginia como Falwell? En tus propios términos, tú sólo eres una colección aleatoria de protoplasma, más ruidoso que los demás, pero no más autoritativo que otro—lo cual es lo mismo que decir, nada de autoritativo.

Dices que necesito admitir que "una buena persona puede nacer" quien no entienda lo que yo estoy diciendo acerca de Jesús. Sin embargo, mi afirmación inicial ha sido mucho más modesta. Simplemente estoy diciendo que una persona buena necesita estar disponible, por lo menos, a definir lo que es la bondad y decirnos cuál es su base. Tu batir de manos—"la moralidad ordinaria es innata"—ni siquiera empieza a cumplir con el estándar.

Existen tres problemas insuperables para ti en este asunto. El primero es que innato no es sinónimo de autoritativo. ¿Por qué es que alguien debe obedecer cualquier impulso interno? ¿Y cuál impulso interno está a cargo de organizar todos los demás impulsos internos? ¿Y por qué? Segundo, la enredada madeja de moralidades innatas y en conflicto entre los billones de humanos vivos hoy día también necesitan ser organizadas y sistematizadas. ¿Por qué tú tienes derecho de hacerlo, para luego virarte y decirnos a nosotros cómo debemos vivir? ¿Quién fue el que murió y te heredó su trono? Y tercero, según tú, esta moralidad innata en nosotros se encuentra en una criatura (el humano) que es el primo lejano de varias bacterias, mamíferos acuáticos, y pájaros coloridos de la jungla. Tu cosmovisión completa tiene a la evolución como una piedra fundamental y clave, y la evolución no significa otra cosa que cambio. Tú crees que virtualmente cada especie se ha moldeado ha partir de otro. Y cuando cambiamos, como debe ser el caso, toda nuestra moralidad innata cambia junto a nosotros, ¿verdad? Tenemos primos lejanos cuyas madres se comían a sus pequeños. ¿Era innato para ellos? ¿Evolucionaron a partir de eso porque era maligno que continuaran haciéndolo?

Ahora esto es como todo esto se relaciona al tópico asignado de nuestro debate. Estamos preguntando si el Cristianismo es bueno para el mundo. Como un Cristiano discutiendo esto con un ateo, primeramente he buscado mostrar que el ateo no tiene nada qué decir acerca del tema—de una forma o de la otra. Si el Cristianismo es malo para el mundo, los ateos no pueden consistentemente señalarlo, ya que carecen de una forma fija para definir "malo". Si el Cristianismo es bueno para el mundo, tampoco se les puede preguntar a los ateos porque no tienen forma para definir "bueno". Piensa en esto como que apuntamos con pistolas—para yo poder hablar sobre Jesús. Y quiero hacer eso porque él es bueno para el mundo.

Jesucristo es bueno para el mundo porque vino como la vida del mundo. Tú señalas, y correctamente, que el amar a nuestro prójimo como nos amamos nosotros mismos es imposible para nosotros, está completamente fuera de nuestro alcance. Pero tú tomas esta inabilidad como un estado de la naturaleza (a lo cual el mandamiento ofende), mientras que el Cristiano lo toma como un estado de la muerte (a lo cual la vida ofrece transformar). Nuestra completa inabilidad para hacer lo correcto no borra nuestra obligación en hacer lo correcto. Por esto es que la Biblia describe al no-creyente como un esclavo al pecado o alguien que está en estado de muerte. El punto de cada ilustración es la total y completa inabilidad para hacer lo correcto. Estábamos muertos en nuestras transgresiones y pecados, nos dijo el apóstol Pablo. Así que la muerte y resurrección de Cristo no son presentadas por el evangelio como medicina para todos en el hospital, sino como la vida de resurrección en un cementerio.

El camino del mundo es el de vivir en un constante estado de muerte—cuando se habla de egoísmo, ser agarrón, tración, lujuria, hipocresía, orgullo e insolencia, consistentemente producimos en exceso. Pero en la muerte de Jesús esa vía de muerte fue gloriosamente muerto. Por esto es que Jesús dijo que cuando fuese puesto en la cruz, llamaría a sí a todos los hombres. En la bondad de Dios, la Cruz es un objeto de inexorable fascinación para nosotros. Cuando los hombres y mujeres le miran en su muerte, vuelven a la vida en su resurrección. Y eso es bueno para el mundo.



- Douglas Wilson



[fuente]


[introducción]



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Parte 4, Respuesta de Hitchens (ateo)

De: Christopher Hitchens

A: Douglas Wilson

Parte 4


Aquí yace la razón por la que coloco tanto énfasis en mi libro acerca de la importancia de William de Ockham y su bien celebrada navaja. ¿Por qué—si me excusa la impresión—es que los de la fe gastan tanto tiempo creando un misterio donde ninguno existe? ¿Y por qué es que insisten en insertar asumidos injustificados?

Yo tomo el significado sencillo del pasaje de Lucas (en una sección que está coagulado de historias sobre el sacar diablos y otras brujerías vergonzosas) como el deber hacia los que están en necesidad. ¿Seguramente perdería mucha de su fuerza si la lección tratase sobre etnicidades discrepantes de los cuales no podemos, en todo caso, estar seguros de su existencia? Nada puede "invertir" el mensaje a que se emule al Samaritano y que vayan y "hagan vosotros lo mismo".

Tú diluyes la pureza de esto—lo cual es moralmente inteligible a cualquier ateo o humanista—diciendo que hay una brecha de un milenio y medio entre la "revelación" de esta simple obra de caridad y su cumplimiento anecdotal. También parece que no encuentras distinción entre el requerimiento inteligible a "amar a su prójimo" y el imposible mandato de amar a otro "como a uno mismo". No estamos hechos como para amar a otros como a nosotros mismos: Esto admisiblemente pudiera ser un defecto en nuestro "diseño", pero en tal caso la ironía terminaría costándote a ti. La Ley Dorada se puede encontrar en los Anales de Confucio y en el dicho del Rabbi Babilonio Hillel, quien era predecesor por mucho de la era Cristiana y quien cuerdamente enunció que no se debería hacer a otros cualquier cosa que fuera repulsivo si se hace a uno. (Incluso esto me choca como contradictorio o como tautológico, ya que seguramente estaremos de acuerdo que los sociópatas y los psicópatas en verdad se merecen ser tratados en formas que serían objetables a una persona moralmente normal.)

Cuando dices que los hombres nunca han sabido ni tampoco entienden el principio esencial, sin embargo, hablas de forma absurda. La moralidad ordinaria es innata en mi visión. Pero si, en la tuya, aún no es conocida, entonces se han malgastado siglos de divina exhortación. Estás atrapado en una red que tú mismo fabricaste. Observa un momento la lista de crímenes actuales o potenciales que tú mencionas. El genocidio no es condenado por el Antiguo Testamento, ni tampoco (como tú bien sabes y en otra parte has concedido) lo es la esclavitud. Mas bien, estos dos horrores son frecuentemente recomendados de forma positiva en la sagrada escritura. El aborto es denunciado en el Juramento de Hipócrates, que existe mucho antes que el Cristianismo. En cuanto a la pena capital y la guerra injusta, los seculares y los religiosos están de igual forma en partidos opuestos en las definiciones mismas que requeriría cualquier condenación. (Cuando tú incluyes la "investigación de células madre", por cierto, asumo que sin intenciones omitiste la palabra "embriónicas".)

Para responder a tu innecesariamente complicada pregunta subsecuente: Los ateos de ninguna manera son "tímidos" en cuanto a la cuestión del mal ni la posibilidad de la derivación de la ética por medios no-sobrenaturales. Simplemente estamos reacios a decir que, si la fe religiosa cae—como creemos que tiene que ser, y que de algún modo ya ha ocurrido—entonces la estructura básica de la decencia también se cae. Y tampoco dejamos de notar que un corolario está en juego: La forma en que la religión provoca que la gente se comporte peor que como lo haría de otro modo. Toma un vistazo al periódico de hoy si no me crees: Observa lo que los partidos de Dios están haciendo en Iraq. O nota la sórdida pero a la vez piadosa mercadería de Ralph Reed, Jack Abramoff y el ya fallecido Jerry Falwell. En la ladera de la cama de este último es donde tú deberías ir a hacer tu pregunta—¿te atreverías a decir que un seguidor de Albert Einstein o de Bertrand Russell estuviese relamiéndose de la misma manera en su último momento de vida? En cualquier caso—un fanfarrón ateo o un hipócritamente religioso—confío en que ambos sabríamos lo suficiente para poder ser bastante "juiciosos". Yo difiero de ti sólo en no requerir ningun apoyo sobrenatural ni en afirmar ser lo suficientemente engreído como para poseer tal poder.

Me dan pena observar que sarcásticamente te refieres a Tomás Jefferson como "mi" amado. ¿Acaso no lo respetas tú también? ¿Y por qué no puedes invocar la suficiente caridad como para creer que un no-creyente pueda donar sangre, digamos, sin ninguna razón, sólo por la mera satisfacción de ofrecer un servicio que envuelve sólo un beneficio y ninguna pérdida? Según tú, el que yo haga esto no tiene sentido a menos que acepte la increíble idea de que, luego de cientos y cientos de años de vida y sufrimiento humanas, que Dios escogió un momento hace algunos miles de años atrás para finalmente montar una intervención. Tarde o temprano, tendrás que aceptar que una persona buena puede nacer, y que no tenga que forzar su mente a creer semejante cosa fantástica. Para ese punto, observarás que tus condiciones agotadoras son excedentes de requerimientos.

Para cerrar, responderé a tu torpe observación acerca de mi vehículo, citando a Heine quien dijo:

En la era oscura la gente es mejor guiada por la religión, como en una noche de pura oscuridad un hombre ciego es la mejor guía; él conoce las carreteras y caminos mejor que el hombre quien puede ver. Cuando la luz del día llega, sin embargo, es de tontos usar a ancianos ciegos como guías.
El argumento que tú has estado haciendo ya quedó atrás mucho antes de que cualquiera de nosotros hubiera nacido. No existe una necesidad de revelación para obligar a la moralidad, y la idea de que la buena conducta necesita una recompensa celestial, o que la mala conducta amerita un castigo infernal, es una degradación a nuestros derechos y deberes a escoger por nosotros mismos.


— Christopher Hitchens


[fuente]


[introducción]



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18.5.07

El Axioma Propuesto

Sobre esta base - esto es, sobre la base de que las Escrituras son la mente de Dios - la relación con la lógica puede ser fácilmente esclarecida. Como debe ser esperado, si Dios ha hablado, lo ha hecho de forma lógica. Las Escrituras por tanto deberán exhibir una organización lógica, tal como de hecho lo exhiben. Por ejemplo, Romanos 4:2 es un silogismo entimemático hipotético-destructivo. Romanos 5:13 es un silogismo hipotético constructivo. 1 Corintios 15:15-18 es una serie de proposiciones en cadena, en el cual el predicado de una es el sujeto de la otra. Obviamente, ejemplos de formas lógicas establecidas como estas pueden ser ampliamente enumeradas.

Existe, por supuesto, mucho en las Escrituras que no es silogístico. Las secciones históricas son en gran parte narrativas; sin embargo, cada oración declarativa es una unidad lógica. Estas oraciones son verdades; como tales, son objetos de conocimiento. Cada una de ellas tiene, o quizás deberíamos decir, cada una de ellas es un predicado fijado a un sujeto. Sólo de esa manera pueden contener un significado.

Aún en las palabras singulares mismas, como muy ciertamente es visto en los casos de sustantivos y verbos, la lógica está incrustada. Si las Escrituras dicen, "David fue el Rey de Israel", no significa que David era el Presidente de Babilonia; y ciertamente no significa que Churchill fue el Primer Ministro de China. Esto para decir que las palabras David, Rey e Israel tienen significados definidos. La vieja difamación de que las Escrituras son una bola de cera y que la interpretación es infinítamente elástica está claramente equivocada. Si no hubiesen límites para la interpretación, pudiéramos interpretar la difamación misma como una aceptación de la plena y verbal inspiración. Ya que la difamación no puede ser interpretada de esa forma, tampoco puede ser el Nacimiento Virginal interpretado como un mito, ni la Resurrección como un símbolo de la primavera. Sin duda habrán algunos asuntos difíciles de comprender que los indoctos arrancan para su propia destrucción, pero las dificultades no son mayores que las encontradas en Aristóteles o en Plotino, y contra estos filósofos nunca se dirigen con semejantes difamaciones. Más aún, sólo algunos asuntos son difíciles. En cuanto al resto, los Protestantes siempre han insistido en la perspicuidad de las Escrituras.

Tampoco necesitamos perder el tiempo repitiendo la explicación Aristotélica acerca de las palabras ambiguas. El hecho de que una palabra deba significar una cosa y no su contradicción es la evidencia de la ley de la contradicción en todo lenguaje racional. Esta exhibición de la lógica incrustada en las Escrituras explica por qué las Escrituras, y no la ley de la contradicción, es seleccionada como el axioma. Si nos quedáramos meramente asumiendo la ley de la contradicción, no estuviésemos mejor que lo que estuvo Kant. Su noción de que el conocimiento requería categorías a priori merece gran respeto. De una vez por todas, y de forma positiva - el halago a la vía negativa y no intencional de Hume - Kant demostró la necesidad de los axiomas, presuposiciones o equipaje a priori. No obstante, este sine qua non no es suficiente para producir el conocimiento. Por tanto, la ley de la contradicción como tal y por sí sólo no es hecho el axioma de este argumento.

Por una razón similar, Dios como distinto de las Escrituras no se hará el axioma de este argumento. Sin duda esta vuelta parecerá extraña a muchos teólogos*. Lucirá particularmente extraña luego de los énfasis previos acerca de la mente de Dios como el origen de toda verdad. ¿No debe ser Dios el axioma? Por ejemplo, el primer artículo de la Confesión de Augsburgo provee la doctrina de Dios, y la doctrina de las Escrituras a penas aparece en el documento completo. En la Confesión de Francia del 1559, el primer artículo trata sobre Dios, y las Escrituras son discutidas en las cinco subsiguientes. La Confesión Belga muestra este mismo orden. La Confesión de Escocia del 1560 empieza con Dios y luego llega a las Escrituras sólo en el artículo diecinueve. Los Treina y Nueve Artículos empiezan con la Trinidad, y se llega a las Escrituras en los artículos seis y los siguientes. Si Dios es soberano, parece muy razonable colocarle primero en el sistema.

Sin embargo, varios otros credos, especialmente la Confesión de Westminster, enuncian la doctrina de las Escrituras justo al principio. La explicación es simple: nuestro conocimiento de Dios viene de la Biblia. Podemos aseverar que cada proposición es verdadera porque Dios piensa que lo es, y podemos seguir a Charnock en todo su gran detalle, pero el escenario completo es basado en las Escrituras. Supongamos que no fuese así. "Dios" como axioma, aparte de las Escrituras, sería sólo un nombre. Debemos especificar cuál Dios. El sistema mejor conocido donde "Dios" fue hecho un axioma es el de Spinoza. Para él, todo los teoremas son deducidos de la Deus sive Natura. Pero es la Natura la que define el Dios de Spinoza. Dioses diferentes pueden ser hechos axiomas de otros sistemas. Por tanto, lo importante no es presuponer a Dios, sino definir la mente del Dios que ha de ser presupuesto. Por tanto, las Escrituras son ofrecidas acá como el axioma. Esto provee definición y contenido, sin lo cual un axioma sería inútil.

Así es como Dios, las Escrituras, y la lógica están juntamente ligadas. Los Pietistas no deben quejarse de que el énfasis sobre la lógica es una deificación de un abstracto, o que sea el razonamiento humano divorciado de Dios. El énfasis en la lógica está estrictamente en acorde con el prólogo de Juan, y no es más que un reconocimiento de la naturaleza de Dios. ¿No parecería peculiar que, en esta conexión, un teólogo pueda estar tan fuertemente sujeto a la doctrina de la Expiación, o un Pietista a la idea de la santificación, que sin duda es explicada sólo en algunas porciones de las Escrituras, y aún así sean hostiles hacia - o sospechosos de - la racionalidad y la lógica que cada verso de las Escrituras exhibe?



(Traducido de "God and Logic", por Gordon H. Clark)


*Nota: Este punto en particular podrá ser observado como unos de los distanciamientos principales entre el sistema propuesto por Gordon Clark, contra el de Cornelio Van Til. Su frase acá escrita "Sin duda esta vuelta parecerá extraña a muchos teólogos" no sólo vino a ser un hecho, sino que fue el centro de toda una controversia que, discutiblemente, continúa hasta nuestros días. Entre estas dos perspectivas, quien traduce y el autor de esta nota actualmente está de acuerdo con la perspectiva expuesta acá. Más información se ofrece en el libro "The Clark Van-Til Controversy", por Herman Hoeksema.


Continúa...

17.5.07

La Lógica y las Escrituras

Existe un malentendido menor que puede ser fácilmente desechado antes de discutir la relación entre la lógica y las Escrituras. Alguien con un vivo sentido de la historia pudiera preguntarse por qué la revelación y las Escrituras son equiparadas, cuando la palabra directa hacia Moisés, Samuel y los profetas es una revelación aún más clara. Esta observación fue posible simplemente por brevedad previa. Por supuesto que la palabra hacia Moisés fue revelación, de hecho, revelación par excellence, si se quiere. Pero nosotros no somos Moisés. Por tanto, si el problema es explicar cómo conocemos en esta época, uno no pudiera utilizar la experiencia personal de Moisés. Hoy día tenemos las Escrituras. Como reza la Confesión de Westminster, "Le plació al Señor... revelarse a sí... y luego... comprometer su revelación completamente por escrito, lo cual hace que las sagradas Escrituras sean totalmente necesarias, habiendo ya cesado aquellas formas anteriores en que Dios reveló su voluntad a su gente." Lo que Dios dijo a Moisés está en la Biblia; las palabras son idénticas; la revelación es la misma.

En esto, pudiera ser anticipada la relación de la lógica a las Escritras. Primeramente, las Escrituras, las palabras escritas de la Biblia, son la mente de Dios. Lo que se dice en las Escrituras es el pensamiento de Dios. En las polémicas religiosas contemporáneas, la visión Bíblica de la Biblia, la postura histórica de la Reforma, o - lo que es lo mismo - la doctrina de la inspiración plena y verbal, es castigada como Bibliolatría. Los liberales acusan a los Luteranos y a los Calvinistas de adorar a un libro en vez de adorar a Dios. Aparentemente piensan que hacemos genuflexión a la Biblia sobre el púlpito, y nos ridiculizan como si besáramos la sortija de un papa de papel.

Esta caricatura nace de su modo de pensar materialista - un materialismo que quizás no sea aparente en otras discusiones - pero que viene a la superficie cuando dirigen su fuego en contra del fundamentalismo*. Ellos piensan que la Biblia es un libro material con contenido de papel y un encuadernado de cuero. Que los contenidos sean los pensamientos de Dios, expresados en las propias palabras de Dios, es una postura a la que están tan invenciblemente antagonizados que no pueden ni siquiera admitir que sea la postura fundamentalista*.

No obstante, mantenemos que la Biblia expresa la mente de Dios. Conceptualmente, es la mente de Dios, o más correctamente, una parte de la mente de Dios. Por esta razón el Apóstol Pablo, refiriéndose a la revelación que le fue dada, y de hecho dada a los Corintios a través de él, es capaz de decir, "Tenemos la mente de Cristo." También en Filipenses 2:5 él les exhorta, "Haya en ustedes la misma mente que hubo también en Cristo Jesús". Hacia el mismo propósito apunto su modesta afirmación en 1 Corintios 7:40 "Yo creo también que tengo el Espíritu de Dios." La Biblia, entonces, es la mente o pensamiento de Dios. No es un fetiche físico, como un crucufijo. Y dudo que haya habido siquiera un campesino fundamentalista* lo suficientemente ignorante para que orase a un libro negro con bordes rojos. De modo similar, la acusación de que la Biblia es un papa de papel falla el blanco por la misma razón. La Biblia consiste en pensamientos, no en papel, y los pensamientos son los del Dios omnisciente e infalible, no los de Inocente III.


(Traducido de "God and Logic", por Gordon H. Clark)



* Nota: Vale notar que durante el tiempo en que Clark escribía, y en cuanto a su uso particular, la palabra "fundamentalismo" no tenía la connotación negativa que hoy le afecta, ya que estaba carente de los aspectos socio-culturales y políticos típicos de nuestro tiempo. El fundamentalismo de Clark sólo se refiere a la antítesis del liberalismo, especialmente en lo que concierne a la Bibliología y a la Hermenéutica.

Continúa...

16.5.07

La Lógica es Dios

Se espera que estas citas acerca de la relación entre Dios y la verdad sean vistas como pertinentes a la discusión acerca de la lógica. En todo caso, el tema sobre la lógica podría ser más claramente introducido a través de una referencia Escritural más. El bien conocido prólogo al Evangelio de Juan pudiera ser parafraseado, "en el principio era la Lógica, y la Lógica era con Dios, y la Lógica era Dios... en la lógica era la vida y la vida era la luz de los hombres."

Esta paráfrasis - o mejor dicho, traducción - no sólo sonaría extraña a oídos devotos, sino que también pudiera sonar molestoso y ofensivo. Pero el choque sólo mide la distancia del devoto al lenguaje y pensamiento del Nuevo Testamento en Griego. Por qué debería ser ofensivo llamar a Cristo "Lógica", cuando a la vez no ofende llamarle "Verbo" es difícil de explicarse, pero frecuentemente es el caso. Incluso Agustín, al insistir en que Dios es verdad, ha sido sujeto a la anti-intelectual acusación de haber "reducido" a Dios a una proposición. En todo caso, el fuerte intelectualismo de la palabra Logos se observa en varias de sus traducciones posibles: pensar, computar, contabilizar (finanzas), estimar, proporcionar (matemáticas), explicación, teoría o argumento, principio o ley, razón, fórmula, debate, narrativa, habla, deliberación, discusión, oráculo, oración y sabiduría.

Cualquier traducción de Juan 1:1 que oscurezca este énfasis sobre la mente o la razón es una mala traducción. Y si cualquiera tiene quejas de que la idea de proporción ó debate oscurece la personalidad de la segunda persona de la Trinidad, esa persona necesita alterar su concepto acerca de la personalidad. En el principio, pues, era la Lógica.

Que la Lógica sea la luz de los hombres es una proposición que bien pudiera introducir la sección luego de la siguiente acerca de la relación de la lógica con el hombre. Pero la noción de que la Lógica es Dios nos traerá a la conclusión de la presente sección. Los seguidores de Bernard no sólo entretienen sospechas acerca de la lógica, sino que teólogos aún más sistemáticos han sido cuidadosos con cualquier propuesta que tornaría a un principio abstracto como superior a Dios. El presente argumento, en consonancia con ambos Philo y Charnock, no hace tal cosa. La ley de la contradicción no debe ser tomada como axioma antes de, o independientemente de Dios. La ley es Dios pensando.

Por esta razón también, la ley de la contradicción no es subsecuente a Dios. Si alguien dice que la lógica depende del pensar de Dios, es dependiente sólo en el sentido de que es la característica del pensar de Dios. No es subsecuente temporalmente, ya que Dios es eterno y nunca hubo un tiempo en que Dios existiera sin pensar lógicamente. Uno no debe suponer que la voluntad de Dios existiese como una sustancia inerte antes de que El deseara pensar.

Así como no hay prioridad temporal, tampoco hay prioridad lógica ni analítica. No sólo era la Lógica el principio, sino que la Lógica era Dios. Si esta inusual traducción del prólogo de Juan aún molesta a alguien, quizás permita que Dios era Su pensar. Dios no es un sub-estrato pasivo ni potencial; El es actualidad o actividad. Esta es la terminología filosófica para expresar la idea Bíblica de que Dios es un Dios viviente. Por tanto, la lógica ha de ser considerada como la actividad de la voluntad de Dios.

Aunque la teología de Aristóteles no es mejor (y probablemente sea peor) que su epistemología, utilizó una frase para describir a Dios, que, con un leve cambio, pudiera ser de ayuda. Este definió a Dios como "pensamiento-que-piensa-pensamientos". Aristóteles desarrolló el significado de esta frase para poder negar la omnisciencia. Pero si estamos claros de que el pensamiento que el pensamiento piensa incluye el pensamiento sobre un mundo que sería creado - ya que para Aristóteles, Dios no tiene conocimiento de las cosas inferiores a él - la definición Aristotélica de Dios como "pensamiento-que-piensa-pensamientos" pudiera ayudarnos a comprender que la lógica, la ley de la contradicción, no es ni anterior ni subsecuente a la actividad de Dios.

Esta conclusión pudiera perturbar a algunos pensadores analíticos. Quizás quisieran separar a la lógica de Dios. Al hacer eso, se quejarían de que la presente construcción termina uniendo dos axiomas en uno sólo. Y si son dos, uno de ellos deberá ser anterior; en ese caso, deberíamos aceptar a Dios sin lógica, o a la lógica sin Dios; y luego quedaría el otro. Pero esta no es la presuposición propuesta acá. Dios y la lógica son uno y el mismo principio, ya que Juan escribió que la Lógica era Dios. Por el momento, esto deberá ser suficiente para indicar la relación de Dios con la lógica. Ahora pasaremos a lo que en el principio parecía ser la pregunta más pertinente, la cuestión de la lógica y las Escrituras.

(Traducido de "God and Logic", por Gordon H. Clark)

Continúa...


El Inevitable Resultado del Debate Aquel . . .

Hace unas semanas, anuncié que se llevaría a cabo un "debate" en vivo por la cadena ABC. En mi anuncio, dije lo siguiente:


Este próximo sábado, dos Cristianos reconocidos están a punto de avergonzarse a ellos y a todos los demás creyentes en la televisión nacional (en los EEUU), fingiendo que están haciendo apologética, cuando lo que en verdad hacen es conceder el debate a un grupito de ateos adolescentes.

(Las razones por las que dije esto son muy importantes, pues también son las razones por las que podía estar seguro de lo que iba a ocurrir.)

Ayer por la tarde vi el debate completo gracias a que fueron colgados en Youtube (me luce que el usuario que los colocó es del mismo ministerio que fue a debatir). Lamento decir que mis predicciones no fueron equivocadas en lo más mínimo. Sólo observen el rostro de los hermanos, especialmente al final de esta porción.





Aquí vemos a los hermanos sin palabras y tratando de ocultar su vergüenza. ¿Por qué? La razón es sencilla: Porque para su sorpresa, su evidencialismo les jugó absolutamente en su contra.

Cuando los ateos les tenían acorralados, ahi fue cuando desesperadamente decidieron intentar defenderse presuposicionalmente. Cameron dijo (parafraseo), "nosotros creemos que el universo necesita una primera causa". Lamentablemente, ya para ese punto era muy tarde. Ya habían entrado al debate concediendo que las evidencias eran lo principal, y que las creencias no importaban hasta que no pudiesen ser evidenciadas de forma empírica. Los ateos sólo le pidieron evidencia empírica de su creencia, y por supuesto, toda su argumentación se vino abajo.

No es que los ateos en realidad hayan presentado objeciones sólidas. Su apelación a la tercera ley de la termodinámica sufre de serios problemas:

  1. Tampoco presentaron evidencia empírica que demuestre que sea aplicable a un tiempo antes de que el planeta existiese; esta evidencia supuestamente es requerida en el mundo ateo, y por tanto, queda expuesta como una creencia sin base.
  2. Su observación está carcomida por el problema de la inducción (inversa), lo cual les impide afirmar la aplicabilidad de esa ley como verdad absoluta.
  3. Como toda observación científica, sufre de la falacia de afirmar lo consecuente; "si el universo siempre existió, observaríamos que la materia es constante; observamos que la materia es constante, por tanto el universo siempre existió". Usando esta misma lógica, pudiera armar el siguiente argumento, por ejemplo: "Si en el 1975 explotó en Nueva York un bomba extraterrestre que provoca miopía a los recién nacidos, yo sería una de las víctimas; yo sufro de miopía; por tanto, es verdad que en el 1975 explotó una bomba extraterrestre en Nueva York que provoca miopía".
  4. Queda aún por probar (evidencial y empíricamente, según el requisito ateo) la relevancia que tiene la observación atea sobre el mundo para las demás personas. Quizás el ateo haya evolucionado como tal, mientras que el Cristiano por su lado evolucionó como creyente. El hecho de que los ateos se hayan presentado a debatir verdades está en conflicto con el resultado necesario de su propia cosmovisión. En el ateísmo, formalmente, no hay verdades, ya que lo inmaterial no puede existir; lo que percibimos como verdades no son más que resultados de mini-explosiones y reacciones neuronales y químicas en sus cerebros, lo cual seguramente ocurren de forma diferente en cada persona según como haya evolucionado. El ateo tiene demasiado qué probar antes de poder afirmar que razona, y que sus razonamientos deban ser tomados en cuenta.

Este estilo de destrucción total probablemente no era posible bajo la camisa de fuerza que estos Cristianos felizmente aceptaron colocarse. Por cierto, los hermanos también pasaron por deshonestos. Habían aceptado debatir sólo con pruebas científicas, pero en la apertura, Comfort hizo varias referencias Bíblicas.

Mi intención no es añadir a su vergüenza ni a la nuestra, sino educar y alertar a mis hermanos, y además alentarles como suelo hacerlo. Tengan confianza, sí podemos responder a los ataques contra nuestra fe, y podemos hacerlo apropiada y excelentemente, como nuestro Dios Altísimo lo merece, nada menos.

Gozo en Su reposo,

A&R

Parte 3, Respuesta de Wilson (Cristiano)

De: Douglas Wilson

A: Christopher Hitchens

Parte 3


Hay algunas leves confusiones con las que me gustaría lidiar brevemente en vista de mis primeros párrafos. Si el clima lo permite, luego me gustaría tomar un poco de espacio para responder al punto central que (una vez más) has ignorado. Usaré el resto de mi tiempo para hablar sobre tu afirmación acerca del origen de imperativos éticos. Me gustaría hacer todo esto en orden para poder armar el escenario para nuestra consiguiente discusión acerca de la razón central por qué el Cristianismo es bueno para el mundo—es bueno para el mundo porque Jesús murió para la vida del mundo.

Primero, las confusiones. El punto de citar al Salmo 14:1 no era para insinuar que yo pensaba que tú eras "tonto". En la literatura de sabiduría del Antiguo Testamento, la insensatez es una cuestión moral, no una materia de inteligencia. Estoy bastante preparado para felizmente conceder (y no sólo para fines de discusión) que tú eres intelectualmente superior a mí. Sin embargo, nuestra discusión no es sobre quién tiene más caballos de fuerza bajo su capota intelectual—el punto de la discusión es si tu auto superior está en la carretera correcta. Un auto rápido puede ser un detrimento en una noche oscura cuando el puente no sirve. Y tú insistes en continuar colocándote los lentes de sol del ateísmo.

Ahora, la segunda confusión es concerniente a tu cita sobre la parábola del Buen Samaritano. El nombre popular de la parábola debió ayudarte lo suficiente— tú reconoces que el protagoonista de la historia era "de Samaria," pero tú ignoras el hecho de que esto era una cuestión racial y étnica y no acerca de dónde vivía. El hombre golpeado en la ladera del camino era Judío, el sacerdote y el Levita que pasaron por el otro lado eran Judíos, y el hombre quien se detuvo era un desechado media-raza, un Samaritano. Pero tú dices que era probable que el Samaritano fuese Judío, lo cual invierte la historia completa y me indica que tú no has estado leyendo la historia muy detenidamente (Lucas 10:27-37). Pero para responder al punto para lo cual has traído la historia a la mesa, el Samaritano no necesitaba las enseñanzas de Jesús para hacer lo que Dios quería que hiciese. Jesús cita la historia para hacer una exposición del segundo mandamiento más grande, que es el amar a tu prójimo como a ti mismo. Un cierto abogado le había pedido a Jesús que "definiese 'prójimo' " para poder justificarse, y luego Jesús le contó esta historia para ilustrar un punto de la antigua ley. Así que el deber de amar al prójimo fue revelado a escritores del Antiguo Testamento casi un milenio y medio antes de que el Samaritano pudiese cumplirla en su obra caritativa.

Dices, incidentalmente, que este tipo de ley era como llevar carbones a Newcastle— Moisés descendió del monte y les dijo a la gente que el asesinato, el hurto y el perjurio eran malos, y toda la asamblea giró sus ojos colectivamente. "¡Ya eso lo sabíamos!" El problema es que el hombre antiguo no lo sabía, y el hombre moderno aún no lo sabe. Para citar algunas de las cuestiones subsumidas bajo una de las tres categorías que mencionas es señalar controversias que continúan justo hasta nuestros días. Considera algunas de las cuestiones enclustradas bajo la más fácilmente condenable de estos tres—el asesinato. Tenemos aborto, infanticidio, aborto de nacimiento parcial, eutanasia, genocidio, experimentos con células madres, pena capital y guerras injustas. El asesinato es la E grande en la carta de pruebas oculares, y aún así no lo podemos ver con claridad.

El hombre, tanto de antaño como moderno, ciertamente conoce la ley completa de Dios si es su propio buey el que está siendo corneado, pero el propósito de un código de ley es tener un estándar fijo para todas las partes cuando los individuas quieran poner a un lado los estándares de la vida cívica para su propio bien. Y necesitamos tanta ayuda con eso como lo necesitaba el hombre de antaño.

Ahora verdaderamente necesitamos tratar con el punto que continúas ignorando. Yo no estoy hablando sobre si los ateos deben hacer el mal, o si pueden hacer el mal. He negado lo anterior, y ahora tú mismo has concedido lo posterior. Pero ese no es el punto. No estamos hablando sobre si tu ateísmo te compele a ir al centro de la ciudad esta tarde para dispararle a los faros. Yo concederé que no lo hace. Y no estamos hablando sobre si los ateos pueden hacer cosas viles. Tú concedes que sí pueden. Estamos hablando (o mejor dicho, yo estoy tratando de hablar) sobre si el ateísmo puede o no puede proveer una base racional para condenar a otros cuando se malcomportan de esta manera. Tú continúas diciendo, "Yo he llegado a mi postura ética." Yo sigo preguntando, "Sí, ya lo veo. ¿Pero por qué lo hiciste?"

Así que el punto no es si podemos contruír bonitos lugares gobernados por ateos o lugares infernales gobernados por Cristianos. Si se me diera una elección entre vivir en una Virgina gobernada por Jefferson y vivir en una Rusia bajo los zares, optaría vivir bajo tu amado Jefferson. Bien. Pero esto no es una concesión, porque este no es el punto.

Toma al ateo más vil del que hayas escuchado. Imagínate que te sientas al lado de su cama un corto rato luego de que fallece. El dice, al estilo Sinatra, "lo hice a mi manera." Y luego añade riendo "y me salí con la mí también." En nuestro experimento mental, la regla es que debes decirle algo, y cualquier cosa que digas debe fluír directamente de tu compartido ateísmo—y debe retar la moralidad de sus elecciones. ¿Qué puedes posiblemente decir? Se salió con la suya. Hay mucha injusticia detrás de él, la cual él perpetró, y ninguna justicia delante de él. Tú no tienes base para decirle cualquier otra cosa que señalar a tu conjunto de prejuicios y preferencias personales. Se lo mencionas, y él levanta los hombros. "Toméito, tomato."*

Ciertamente estoy dispuesto a tomar el mismo experimento mental. Puedo imaginar a algunos Cristianos bastante viles, y aunque no pudiera, estoy seguro de que tú pudieras ayudarme. La diferencia entre nosotros es que yo tengo una base para condenar el mal, aún dentro de su apariencia Cristiana. Tú no tienes base para confrontar la maldad en la apariencia atea ni en la apariencia Cristiana tampoco. Cuando tú dices que cierta práctica es malvada, tienes que estar preparado para decirnos por qué es malvada. Y esto nos trae al último punto—tú haces la primera pizca de un intento para proveer una base para la ética.

Dices de forma pasajera que los imperativos éticos son "derivados de la solidaridad humana innata". Una serie de preguntas difíciles inmediatamente surgen, lo cual quizás es la razón por la que los ateos generalmente son tan tímidos para intentar responder a esta pregunta. ¿Derivada por quién? ¿Es esta derivación autoritativa? ¿Acaso el resto de las personas podemos llegar a votar para decidir cuáles derivaciones representan verdadera solidaridad humana innata? ¿Acaso alguna vez llegamos a poder votar para decidir quiénes son los derivantes autorizados? ¿Sobre cuál base es la solidaridad humana innata autoritativa? Si alguien rechaza la solidaridad humana innata, ¿están siendo malvados, o será sólo una mutación dentro de los inevitables cambios que el proceso evolucionario requiere? ¿Cuál es la naturaleza precisa de la solidaridad humana? ¿Qué es más fácil de leer, el libro de Romanos o la solidaridad humana innata? ¿Existirán denominaciones diferentes que leen el libro de la solidaridad humana innata de forma diferente? ¿Cuál de ellos tiene la razón? ¿Quién lo dice?

Y por último, ¿la solidaridad humana cree en Dios?


- Douglas Wilson


*Esto es una referencia a una vieja canción de jazz titulada "Let's Call the Whole Thing Off", que trata sobre cómo cada persona pronuncia una misma palabra de forma diferente según sus costumbres.


[fuente]


[introducción]



[siguiente carta (aún no ha sido publicada)]

15.5.07

Parte 3, Respuesta de Hichens (ateo)

De: Christopher Hitchens


A: Douglas Wilson


Parte 3


Aquí vemos un ejemplo menor acerca de cómo la complacencia de los religiosos les permiten ser rudos (y crudos) en una forma en que no se permiten fácilmente el coloquio. Estoy bastante familiarizado con el verso de los Salmos que me describe como un necio, al igual que corrupto y abominable. (En mi libro Dios no Es Grandioso, señalo que el salmista estaba tan encantado con su arrogancia que lo reprodujo casi palabra por palabra al principio del Salmo 53). No hay gran sorpresa—y en realidad no me siento ofendido—de encontrarme similarmente descartado como un tonto y vano ingrato en la epístola a los Romanos. Es verdad que nunca pedí ser salvo y no pido que nadie sea un mártir por mí—o que se martiricen a ellos mismos en mi contra, si a eso vamos. Todo lo que le pediría al apóstol Pablo es que tanto él como sus emuladores me dejen en paz.

Acerca de la cuestión mucho más pertinente sobre el origen de imperativos éticos, lo cual yo creo que nace de la solidaridad humana y no de lo sobrenatural, permítanme ofrecer una instancia de cada Testamento. Permítanos asumir que esos cuentos pueden ser tomados como hechos. ¿Deberá creerse que los Judíos llegaron tan lejos como el Sinaí bajo la impresión de que el asesinato, el hurto y el perjurio eran más o menos correctos? Y, que en la historia del buen Samaritano, ¿se puede afirmar que el hombre salió de su camino para ayudar a una criatura semejante porque tenía instrucción divina? Claramente, dado que precedió a Jesús, no fue motivado por enseñanzas Cristianas. Y si era un Judío piadoso, probablemente tenía un fundamento y una autoridad religiosa para NO hacer lo que él hizo, si el pobre sufrido no era Judío. La creencia en lo sobrenatural es lo que provoca que personas que de otra forma fuesen decentes, hagan cosas que de otro modo les haría retorcerse—tales como mutilar los genitales de niños, asustar a infantes al hablar sobre el fuego del infierno, prohibiendo prácticas sexuales normales, culpar a todos los Judíos por "deicidio", aplaudir los asesinos-suicidas, y tratar a las mujeres como Pablo o Mahoma pensaban que debían ser tratadas.

En ninguna parte he afirmado ni siquiera insinuado que la no-creencia es una garantía de la buena conducta, ni tampoco un indicador de ello. (A veces he pensado que los ateos poseen una cierta superioridad en un aspecto, en que podemos llegar a nuestras conclusiones sin un elemento de deseos vacíos egocentristas sobre la muerte.) Pero un ateo puede igual de fácilmente ser un nihilista, un sádico—incluso un casuista.

Sobre el tema de Stalin y la relacionada pregunta acerca del barbarismo secular o ateo, humildemente quisiera llamar tu atención al capítulo diecisiete de mi pequeño libro, que intenta responder a esta pregunta frecuentemente levantada. Hasta el 1917, Rusia por siglos había sido regida por un monarca absoluto que también era la cabeza de una Iglesia Ortodoxa corrupta y fanática y se suponía que poseía poderes más allá de un mero humano. Con millones de personas hambrientas y ansiosas que por tanto tiempo estaban desinfladas y crédulas, Stalin, el ex-seminarista, sería un tonto si no se aprovechaba de tal reserva de ignorancia y servilidad, para buscar emular su predecesor. Si el Sr. Wilson preferiría comparar dos cosas de la misma categoría, y señalar a alguna sociedad que lapsara a la miseria y al despotismo por seguir los preceptos de Epicúreo o de Spinoza o de Jefferson o de Einstein, yo felizmente quisiera hablarle sobre ese nivel.


— CH



[fuente]


[introducción]



[siguiente carta]



La Lógica y Dios

Lo mejor sería empezar enfocando nuestra atención hacia algunas de las características que las Escrituras atribuyen a Dios. Nada sorprendente hay en afirmar que Dios es omnisciente. Esta es una noción común en la teología Cristiana. Pero, más allá, Dios es eternamente omnisciente. El no ha aprendido su conocimiento. Ya que Dios existe a partir de Sí mismo, independiente de todo lo demás, ciertamente el Creador de todo lo demás, El mismo debe ser la fuente de Su propio conocimiento. Este punto importante tiene su historia.

Al principio de la era Cristiana, Philo, el erudito Judío de Alejandría, hizo un ajuste a la filosofía Platónica para traerla acorde a la teología del Antiguo Testamento. Platón había basado su sistema sobre tres principios originales e independientes: el Mundo de las Ideas, el Demiurgo y el espacio caótico. Aunque los tres eran igualmente eternos e independientes uno del otro, el Demiurgo formó el espacio caótico hasta este mundo visible utilizando las Ideas como su modelo. Para Platón, el Mundo de las Ideas no era sólo independiente de, sino también en un sentido superior a el hacedor del cielo y la tierra. El está moralmente obligado, y de hecho voluntariamente se somete, a las Ideas acerca de la justicia, el hombre, la igualdad, y el número.

Philo, sin embargo, dice "Dios ha sido denominado de acuerdo al uno y a la unidad; o bien incluso la unidad ha sido denominada de acuerdo al Dios único, ya que todo número, como el tiempo, es más joven que el cosmos, mientras que Dios es anterior que el cosmos y su creador." Esto significa que Dios es la fuente y determinante de toda verdad. Generalmente los Cristianos, incluso los de poca educación, comprenden que el agua, la leche, el alcohol y la gasolina se congelan a temperaturas diferentes porque Dios los creó de esa manera. Dios pudo haber hecho que un fluído intoxicante se congelara a cero Fahrenheit y pudo haber hecho que el producto de la vaca se congelara a cuarenta; sin embargo, El quiso que fuera de otra forma. Por tanto, tras el acto de creación hay un decreto eterno. Fue el propósito eterno de Dios que hubiesen tales líquidos, y por tanto podemos decir que las particularidades de la naturaleza fueron determinados antes de que hubiera una naturaleza.

De modo similar, en todas las demás variantes de la verdad, Dios deberá ser reconocido como soberano. Fue Su decreto que una proposición fuese verdadera como que la otra fuese falsa. Ya sea una proposición de tipo física, psicológica, moral o teológica, es Dios quien hace que sea de esa forma. Una proposición es verdadera porque Dios piensa que lo es.

Quizás para lograr cierta entereza formal, una muestra de documentación Escrituraria sea apropiada. El Salmo 147:5 dice, "Grande es nuestro Señor y mucho su poder, y su entendimiento es infinito." Si no podemos concluír estrictamente de este verso que el poder de Dios es el origen de su entendimiento, por lo menos no existe duda de que su omnisciencia es aseverada. 1 Samuel 2:3 dice "el Señor es Dios de sabiduría." Efesios 1:8 habla de la sabiduría y la prudencia de Dios. En Romanos 16:27 tenemos la frase "Dios sólo sabio", y en 1 Timoteo 1:17 la similar frase "el sólo sabio Dios". Aún más referencias, además de una excelente exposición acerca de ellas, pueden ser encontradas en La Existencia y los Atributos de Dios, por Stephen Charnock, capítulos VIII y IX. De este distinguido autor algunas líneas necesitan ser incluídas acá.


"Dios se conoce a Sí porque Su conocimiento con Su voluntad son la causa de todas las demás cosas; ... El es la primera verdad, y por tanto es el primer objeto de su conocimiento... Siendo que El es todo conocimiento, también tiene en Sí el más excelente objeto del conocimiento.... Ningún objeto es tan inteligible para Dios como lo es Dios a Sí mismo ... ya que Su entendimiento es Su esencia, El mismo. Dios conoce Su propio decreto y voluntad, y por tanto debe conocer todas las cosas ... Dios debe conocer lo que ha decretado que deba ocurrir ... Dios debe conocerlo porque lo ha traído a cabo por Su voluntad ... Por tanto, los conoce porque sabe lo que quiso decretar. El conocimiento de Dios no se deduce de las cosas mismas, porque si así fuese el conocimiento de Dios tuviese una causa fuera de Sí ... De la forma en que Dios observa cosas posibles en el vidrio de su propio poder, así también ve cosas futuras en el vidrio de su propia voluntad."


Una gran porción del material de Charnock tiene como propósito enumerar los objetos del conocimiento de Dios. Acá, sin embargo, las citas fueron colocadas para señalar que el conocimiento de Dios depende de Su voluntad y de nada externo a El mismo. Por tanto, podemos repetir con Philo que Dios no debe ser denominado bajo la idea de unidad, o de bondad, o de verdad; por su parte, la unidad, la bondad y la verdad deben ser denominados bajo el decreto de Dios.


(Traducido de "God and Logic", por Gordon H. Clark)

Continúa...


14.5.07

Dios y la Lógica

Al pensar en Dios, los Calvinistas casi inmediatamente repetimos el Catecismo Menor y decimos, "Dios es espíritu, infinito, eterno, e incambiable." Quizás no pausamos para esclarecer nuestras ideas acerca del espíritu, pero sí avanzamos hacia los atributos de "sabiduría, santidad, justicia, bondad, y verdad." Pero pausemos: Espíritu, Sabiduría, Verdad. El Salmo 31:5 habla de Dios como "Dios de verdad." Juan 17:3 dice "Esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero..." 1 Juan 5:6 dice, "el Espíritu es la verdad." Versos como estos nos indican que Dios es un ser racional y pensante cuyo pensamiento exhibe las estructuras de la lógica Aristotélica.

Si alguien objeta a la lógica Aristotélica en esta conexión - y presumimos que no lo querría reemplazar con la lógica simbológica Booleana-Russelliana - permitamos que se le pregunte y que responda si acaso es cierto para Dios que si todos los perros tienen dientes, ¿algunos spaniels los tienen también? Aquellos quienes contrastan una "lógica meramente humana" con una lógica divina, ¿querrán decir que para Dios todos los perros tienen dientes pero los spaniels no? De modo similar, con una aritmética "meramente humana": dos más dos es igual a cuatro para el hombre, ¿pero para Dios, será igual a once? Desde los tiempos en que Bernardo desconfió de Abelardo, se ha vuelto una marca de pietismo en algunos rincones el descartar el "razonamiento meramente humano"; y durante el presente tiempo, autores existencialistas y neo-ortodoxos objetan a las inferencias "en línea directa" e insisten que la fe deberá "esquivar" a la lógica. Por tanto, no sólo se rehusan a tomar la lógica como axioma, sino que se reservan el derecho de repudiarla. En oposición a esta visión, el siguiente argumento continuará insistiendo en la necesidad de la lógica; y con relación a la contención de que las Escrituras no pueden ser axiomáticas porque la lógica deberá serlo, será necesario deletrear en mayor detalle el significado de la revelación Escrituraria.

Ahora, ya que en este contexto la revelación verbal es una revelación de Dios, la discusión empezará con la relación entre Dios y la lógica. Luego vendrá la relación entre la lógica y las Escrituras. Y finalmente, la discusión se enfocará hacia la lógica en el hombre.

(Traducido de "God and Logic", por Gordon H. Clark)

Continúa...

Dios y La Lógica, Prólogo

Mientras esperamos que Hitchens despierte de su estupor (o acabe de orar, en el mejor de los casos) y se publique una nueva entrega del debate Hitchens Vs. Wilson, pienso entrelazarlo con otro proyecto-traducción que pienso ir compartiendo, del ensayo del Dr. Gordon H. Clark, titulado "Dios y la Lógica".

Aunque mi motivación con compartirlo es quizás reaccionaria, eso no altera el peso del significado tras el tema. Y pues, aquí va: estoy verdaderamente cansado de la gente que postula o propone una rivalidad entre la fe y la lógica. Hablan de que la fe está en contra de la lógica, o incluso
que la fe se reconoce precisamente porque siempre es ilógica.

En los casos más extremos, se debe a una corriente ideológica anti-intelectual (ver este excelente artículo en Monja Guerrillera). En otros, viene por un hiper-espiritualismo que condena al que diga cualquier cosa de forma objetiva, ya que se supone que todo sea nebuloso e impredecible. Pienso que este último tiene problemas mucho más severos que lo que expongo acá; pero al final del día, ambas ideas suelen compartir más de un punto en común.

Sin embargo, creo que en la gran mayoría de los casos, especialmente cuando se da fuera de los institutos y dentro de nuestras iglesias, se debe a que el predicador o escritor simplemente es ignorante acerca de lo que significa la "lógica". Esto es evidente al observar un simple hecho: la proposición "la fe no es lógica" en sí está estructurada de forma lógica, y por ende se cancela a ella misma como algo que pueda ser tomada en cuenta al hablar sobre la fe. En otras palabras, si no es verdadero que "la fe no es lógica" signifique lo mismo que "la fe es lógica", entonces la frase ni siquiera se sustenta a ella misma.

A fin de cuentas, reconocer y descartar contradicciones es una labor de la lógica y de los que se alegran en mantenerla. Cuando esta se desecha, se abre la puerta a la irracionalidad y la demencia.

Los que proponen la "fe anti-lógica", sin embargo, se resisten a llevar su ideología a su extensión natural. En una fe "no-lógica", da igual decir "Cristo ha resucitado" como decir "Cristo no ha resucitado," como incluso decir "el zapato me aprieta el verde-rojizo los jueves pasado". Como no existe la contradicción, todo vale, todo significa todo... o nada.

En contraposición, vemos que las Escrituras están verdaderamente estructuradas de forma lógica. Están cargadas de señalamientos de contradicción, silogismos, y demás. El ensayo de Clark trata bastante con este hecho, así que no voy a diluir lo concentrado.

A los fans de la apologética: lean este ensayo con mucho cuidado. Aunque este escrito no lidia directamente con la apologética, los puntos que expone trazan la línea de diferencia entre el presuposicionalismo de Clark, y todas las otras variantes (especialmente de Van Til). Si se está en desacuerdo con lo expuesto acá, en esencia, se está en desacuerdo con Clark.

Para no aburrir con numerales interminables (parte 1, parte 2), pienso crear un subtítulo pertinente a cada sección. Al final, como acostumbro, colocaré un índice.

En reposo,

A&R

11.5.07

Día 2, Respuesta de Wilson (Cristiano)

De: Douglas Wilson

A: Christopher Hitchens

Sobre: ¿Es el Cristianismo algo bueno para el mundo?

Estoy feliz de que encontraste mi respuesta levemente entretenida. También estoy agradecido de que compartimos una apreciación por Wodehouse. Además estoy feliz de que te gustaría que empiece a hablar acerca de la muerte de Cristo por el pecado—lo cual es definitivamente mi intención hacer. Sin embargo, el patrón que el Nuevo Testamento nos ofrece es mostrar una necesidad de arrepentimiento primero y luego hablar sobre la necesidad de la fe en Cristo como Salvador. Hacia las fronteras de nuestra discusión, el arrepentimiento sería necesario ya que te has aferrado a las contradicciones internas del ateísmo, todo por evitar a Dios (Rom 1:21; Ps 14:1-2). Así que de seguro llegaremos al evangelio, pero me temo que tengo que pedirte que amarres a tus caballos.

Así que, volvamos al asunto a la mano, el asunto sobre el arrepentimiento intelectual. El descartar todo como casuística no es lo mismo que una demostración de casuística, y el rehusarse a responder preguntas porque el otro tipo está siendo evasivo es un truco muy bueno... si es que uno se logra salir con la suya.

Me temo que has equivocado mi concesión de que— con respecto a la vida cívica en público— los ateos ciertamente pueden comportarse de una forma ética. Mi concesión no fue que la moralidad no tiene nada que ver con lo sobrenatural si es que quieres ser un ateo inconsistente. Aquí está de nuevo el punto, expresado de otra forma y ligado a nuestro tópico del debate.

Entre muchas otras razones, el Cristianismo es bueno para el mundo porque logra que la hipocresía sea un concepto coherente. La fe Cristiana ciertamente condena la hipocresía como tal, pero como existe un estándar fijo, esto hace que sea posible que los pecadores fracasen al intentar alcanzarlo, o que hipócritas flameantes finjan que lo están alcanzando cuando en realidad no tienen ninguna intención de hacerlo. Ahora mi pregunta para ti es esta: ¿Existe tal cosa como una hipocresía atea? Cuando otro ateo escoge opciones éticas diferentes a las tuyas (como ciertamente lo hicieron Stalin y Mao), ¿existe un estándar por sobre todos los ateos que deban obedecer, pero que no están obedeciendo? Si existe, ¿cuál es ese estándar y de qué libro salió? Si ellos difieren de lo tuyo, ¿por qué debe ser impuesto sobre ellos? Y si no existe un estándar comúnmente objetivo que envuelva a todos los ateos, entonces ¿no parecería cierto que lo sobrenatural es necesario para poder tener un estándar moral que pueda ser razonablemente articulado y defendido?

Así que no estoy diciendo que tengas que creer en lo sobrenatural para poder vivir como un ciudadano responsable. estoy diciendo que tienes que creer en lo sobrenatural para poder ofrecer una explicación racional y coherente acerca de por qué crees que es obligatorio para ti el vivir de esta manera. Para poder probar que me equivoco en este punto, debes hacer mucho más que emplear palabras como "casuística" o "evasiones"—simplemente necesitas proveer la explicación racional. Dado el ateísmo, la moralidad objetiva se deduce... ¿de qué manera?

La fe Cristiana es buena para el mundo porque provee el estándar fijo que el ateísmo no puede proveer y porque provee perdón para los pecados, lo cual el ateísmo tampoco puede proveer. Necesitamos la dirección de este estándar porque somos pecadores confundidos. Necesitamos el perdón porque somos pecadores culpables. El ateísmo no sólo se guarda la culpa, sino también la confusión.

— Douglas Wilson


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10.5.07

Día 2, Reacciones de Hitchens (ateo)

De: Christopher Hitchens

A: Douglas Wilson

Tema: ¿Es el Cristianismo algo bueno para el mundo?


Esto es una casuística levemente entretenida que—aparte de tu recomendación a Wodehouse— contiene nada que lo distinga del Islam o del Hinduísmo o incluso del humanismo. Si yo fuera Cristiano, yo estuviera altamente perturbado por el gran número de concesiones de parte de Wilson. Siendo que no soy Cristiano, sólo emitiré un leve "gracias" por su admisión de que la moralidad no tiene que ver con lo sobrenatural. Mi libro arguye que la creencia religiosa ya se ha vuelto puramente opcional y no puede ser exigida por cualquier cosa revelada o cualquier cosa divina. Es sólo uno entro un número infinito de "fes" privadas, que no me molestan en lo más mínimo siempre y cuando sus adherentes estén de acuerdo con dejarme en paz.

Ya que Wilson ni siquiera intenta persuadirme de que Cristo murió por mis pecados (y que puede perdonarlos de forma vicaria) o que yo sea el objeto de un diseño divino o que cualquiera de los eventos descritos en los dos Testamentos en verdad ocurrieron o que las penalidades extremas caerán sobre cualquiera en desacuerdo con su visión, estoy feliz con dejar nuestro desacuerdo exactamente donde está: como uno de las disputas con interés decreciente entre los que se aferran tan tentativamente a la "Sagrada Escritura" creada por el hombre, y aquellos quienes no tienen necesidad de consultar tales textos para perseguir la verdad o la belleza o una vida ética. La existencia o no de un cosmos indiferente (el arrollantemente probable estado de la situación) no haría más que reducir nuestras obligaciones humanas mutuas que lo que lo pudiera hacer la sumamente extraña teoría de una dictadura celestial, ya sea Azteca o Musulmán o (como tú pareces insistir) Cristiano. La única diferencia es que estaríamos actuando a partir de la obligación hacia los demás por el interés mutuo y la simpatía, pero sin el impulso de un castigo terrible o una recompensa egoísta. Algunos de nosotros podemos lidiar con esta noción y algunos, evidentemente, no pueden. Tengo una leve sospecha acerca de cuál sea la más ética.

En una visita reciente a Arkansas, me encontré con un enorme letrero cerca del aeropuerto de Little Rock que simplemente decía "JESUS". Esto me chocó pues decía demasiado al igual que demasiado poco, y casi lo había olvidado hasta que las evasiones de Wilson lo hicieron regresar a mi mente.


— Christopher Hitchens





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9.5.07

Día 1, Respuesta de Wilson (Cristiano)

De: Douglas Wilson

A: Christopher Hitchens

Tema: ¿Es el Cristianismo Bueno Para el Mundo?

Quisiera empezar agradeciéndote por haber concedido— como dirían los diplomáticos—un "franco intercambio de visiones". Y ciertamente quisiera agradecer a los amigos de Christianity Today por ser nuestros anfitriones.

P. G. Wodehouse una vez dijo que algunas mentes son como la sopa de un restaurante pobre— es mejor dejarlo sin batir. Me temo que me encuentro simpatizando con él mientras considero el ateísmo. Había estado ocupándome de mis propios asuntos sobre este tema cuando vi el libro de Sam Harris sobre el escritorio de un colega, y eso me llevó a escribir mi libro como respuesta, al igual que mi comentario sobre el libro más reciente de Richard Dawkins, y ahora una serie de respuestas a su libro Dios no es Grandioso, todos los cuales culminan en el presente intercambio. Mi problema es el siguiente: Mientras más bato el tazón, más olores, carnes misteriosas y preguntas continúan flotando hacia la superficie. Aquí cito unas cuantas.

Tu primer punto era que la fe Cristiana no puede tomarse el crédito de las cosas como "Amad a tu prójimo", y ni mencionar la Regla Dorada, y la razón es que tales preceptos morales han sido auto-evidentes a todo el mundo a través de la historia de los que querían mantener una sociedad estable. Luego avanzas al segundo punto, que contiene la idea de que las enseñanzas del Cristianismo son "increíblemente inmorales". En tu libro, emites el mismo punto acerca de otras religiones. Aparentemente, la moralidad básica no es tan auto-evidente. Mi primera pregunta es: ¿De qué lado pretendes discutir esta cuestión? ¿Tienen todos los seres humanos una noción básica de la moralidad, lo cual es el tema de tu primer libro, o acaso la religión lo ha envenenado todo, lo cual es la tesis de tu otro libro?

El segundo asunto para observar en este sentido es que los Cristianos en realidad no afirman que el evangelio ha mejorado el mundo al traer información ética cargada de energía turbo. Han habido avances éticos debidos a la propagación de la fe, pero no es ahí donde yace la acción. Los Cristianos creemos—como arguyó C.S. Lewis en La Abolición del Hombre— que los no-creyentes sí entienden los preceptos morales básicos. El apóstol Pablo hace referencia a los Gentiles, quienes no tenían la ley, pero quienes de todos modos sabían por naturaleza algunos preceptos de la ley (Rom. 2:14). Pero el mundo no se hace mejor porque la gente entienda las formas en que están haciendo las cosas mal. Se hace mejor por las Buenas Nuevas— debemos recibir el don del perdón y la habilidad resultante de vivir más en conformidad a un estándar que ya desde antes conocíamos (pero que necesariamente no podíamos cumplir). Así que el evangelio no consiste en leyes nuevas y mejoradas. El evangelio hace que el mundo sea mejor a través de las Buenas Nuevas, no a través de impartir culpa condescendiente ni de buenos consejos.

En tu segunda objeción, con ligereza descartas el Antiguo Testamento, "que habla calurosamente recomendando el genocidio, la esclavitud, la mutilación genital, y otros horrores". Poniendo a un lado la cuestión de si tu representación del Antiguo Testamento es juicioso o certero, permíteme asumir por la salud de la discusión que has resumido certeramente la esencia de la ética Mosáica aquí. Luego procedes a decir que los que enseñamos tales historias a niños hemos sido "maldecidos por la historia". Pero, ¿por qué esta "maldición histórica" debe importarnos a cualquier de los que leemos historias Bíblicas a los niños, o bien, a cualquiera de los que hicieron esas cosas atroces, según tus principios? Toda esta gente ya está muerta, y todos los que leemos las historias moriremos. ¿Por qué nos debería importar los juicios afeminados de la historia? ¿Debía haberles importado a esos propagadores de "horrores"? No hay Dios, ¿verdad? Como no hay Dios, significa que—tú sabes— los genocidios simplemente ocurren, así como ocurren terremotos y eclipses lunares. No se trata de otra cosa que de materia en movimiento, y estas cosas simplemente ocurren.

Si estás del lado que lo recibe, sólo te depara la muerte, mientras que si eres el agente que provoca el genocidio, el resultado a largo plazo es una breve victoria y luego la muerte. Así que, ¿qué importa? Imagina a un Israelita durante la conquista de Canaán, haciendo todas esas cosas malas que dices que ocurrieron en aquel entonces. Durante una de sus rabias, con la espada sobre su cabeza, ¿debía haberse él detenido por un momento a reflexionar en la posibilidad de que tú tenías la razón? "Sabes, dentro de tres milenios y medio, el consenso popular entre los historiadores será que me estoy comportando mal ahora mismo. Pero si no hay Dios, este desapruebo ciertamente no detendrá mi locura. ¡Adelante con la rapiña y la matanza!" Basado en tus principios, ¿por qué debería importarle?

En tu tercera objeción, dices que si "el Cristianismo se quiere tomar el crédito por la obra de Cristianos sobresalientes o de las labores de obras de caridad famosas, entonces en toda honestidad también debe aceptar la responsabilidad por lo opuesto". En pocas palabras, si señalamos a nuestros santos, tú demandarás que también señalemos a nuestros charlatanes, perseguidores, farsantes, negreros, inquisionistas, engañadores, tele-evangelistas, y demás. Ahora, permíteme el privilegio de enfatizar la estructura de tu argumentación. Si un profesor se toma crédito por el estudiante que dominó el material, obtuvo grados perfectos en sus finales, y avanzó hacia una carrera que era un beneficio a sí mismo como a la universidad de la cual se graduó, el profesor debe (según lo justo) ser castigado por el vago drogadicto que él expulsó de su clase durante la segunda semana. Ambos estaban inscritos, ¿no es correcto? Ambos eran estudiantes, ¿o no?

Lo que estás diciendo es que el Cristianismo debe ser juzgado no sólo en base a los que creen en el evangelio acertadamente y viven de acuerdo con él, pero también sobre la base de los Cristianos bautizados quienes no pueden escuchar el Sermón del Monte sin reírse como caballos y sin una vida en ese orden. Estás diciendo que los que aprueban el curso y los que fracasan son todos iguales. Esto me parece un procedimiento curioso.

Concluyes objetando a la soberanía de Dios, diciendo que la idea provoca que el mundo completo sea un estado horriblemente totalitario, donde los creyentes dicen que Dios (¿y quién se cree El que es?) lo maneja todo. Yo quisiera estimularte a que pusieras por un momento a un lado la teología del tema y que trates de invocar un poco de agradecimiento hacia los que contruyeron nuestros insitutos de libertad. Muchos de ellos en realidad fueron inspirados por la idea de que ya que Dios es soberano, y ya que el hombre es un pecador, lógicamente se deduce que todo el poder terrenal debe ser limitado y delimitado. La idea de "checks and balances" [se refiere a rendir cuentas por lo que uno hace - AR] partió de una cosmovisión que tú descartas como inherentemente totalitario. ¿Por qué es que esas sociedades, donde esta clase de teología predominó, produce como resultado directo nuestros institutos de libertad civil?

Una última pregunta: En tu párrafo de conclusión haces mucho ruido sobre tu individualismo y tu derecho de permanecer tranquilo con "los detalles más íntimos de [tu] vida y [tu] mente." En tu ateísmo, ¿qué sustento puedes oferecer que requiera que debamos respetar al individuo? ¿Cómo es que este indivualismo tuyo fluye de las premisas del ateísmo? ¿Por qué es que alguien en el mundo externo debe respetar los detalles de tu vida pensativa, más que lo que respetaría las mecánicas internas de cualquier otra reacción química? Tus pensamientos no son más que eso, ¿no es así? O si existe una distinción, ¿pudieras mostrar cómo las premisas de tu ateísmo llega a producir tal distinción?

Cordialmente,

Douglas Wilson


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